En la víspera del año nuevo, un atentado en Nueva Orleands, Estados Unidos, dejó un saldo de 15 personas muertas, mientras que en la torre Trump, en Las Vegas, una camioneta Tesla estalló. Ambos hechos los perpetraron militares

Texto: Redacción Pie de Página

Foto: Especial, captura de pantalla

CIUDAD DE MÉXICO. – Las autoridades de los Estados Unidos investigan un atentado en Nueva Orleands como «acto de terrorismo».

El atentado ocurrió la madrugada del 1 de enero, cuando una camioneta arrolló a cientos de personas en Bourbon Street, una concurrida avenida de Nueva Orleands, Luisiana.

En el hecho, fallecieron 15 personas, y otras 300 resultaron heridas, entre ellas dos mexicanos, según informó la presidenta Claudia Sheinbaum, quien agregó que se encuentran estables.

Horas después de este atentado, una camioneta Cyber truck, de la compañía Tesla, de Elon Musk, estalló frente al Hotel Trump en Las Vegas, Nevada, propiedad del presidente electo. Hasta el momento todavía no se confirma si ambos hechos están relacionados, aunque ambos los ejecutaron integrantes del ejército de los Estados Unidos.

Los sospechosos

En el caso del ataque en Nueva Orleands, el responsable fue un militar de nombre Shamsud-Din Jabbar, de 42 años. Jabbar, según informó el Buró Federal de Investigación (FBI), estuvo activo de 2007 a 2020, y ocupó diversos cargos, como especialista en recursos humanos y tecnologías de la información, luego, enviado a Afganistán en 2009, y posteriormente, desde 2015, era parte de las Reservas del Ejército.

Jabbar murió abatido por policías después de que abriera fuego tras arrollar a la multitud en Nueva Orleands.

En Las Vegas el perfil del agresor es similar. Se trata de Matthew Alan Livelsberger, de 37 años, y que aún era miembro activo del ejército.

De acuerdo con información de medios estadounidenses, Livelsberger estuvo de servicio en Alemania y perteneció a un cuerpo de élite del ejército norteamericano conocido como los boinas verdes.

Según la información dada a conocer por las autoridades, Livelsberger alquiló una camioneta cybertruck el 1 de enero, en Colorado. Después, la llenó de explosivos y fuegos artificiales y la estacionó frente a la torre Trump hasta que explotó.

Livesberger se suicidó de un balazo antes de la explosión, y su cuerpo fue encontrado al interior de la camioneta.