“Aquí se la llevaron”

25 enero, 2023

La Fiscalía de Ciudad de México pretende manejar la desaparición de la adolescente en el paradero Indios Verdes como un caso aislado y darle carpetazo

Twitter: @celiawarrior

Una adolescente de 16 años desaparece en el paradero de Indios Verdes, en Ciudad de México y el límite del Estado de México, la tarde del jueves 19 de enero de 2023. Durante las siguientes 48 horas la familia y conocidos se movilizan y protestan en el lugar, escriben “Aquí se la llevaron” en el piso frente a los sanitarios públicos en los que se encontraba su madre cuando la adolescente fue desaparecida, bloquean avenidas, y así consiguen la atención de medios de comunicación. En redes sociales el caso se viraliza y parece que solo entonces las autoridades de distintos niveles y entidades coordinan la búsqueda. Presuntamente, es un hombre quien se la llevó. 

Dos días después de la desaparición, policías de tránsito encuentran a la adolescente en un terreno baldío en Nezahualcóyotl, Estado de México. Presenta signos de violencia. Detalles del hallazgo son mencionados por la policía a la prensa, lo que hace suponer que fue víctima de una red de trata de personas. La información de la adolescente y su familia continúa publicándose después de su localización sin considerar su protección.

Para el día lunes, un vocero de la Fiscalía de la capital descarta la posibilidad de que una red de crimen organizado opere en el paradero de Indios Verdes, como se ha comenzado a especular a partir de la información publicada en medios en la que la víctima dijo haber estado raptada en el mismo sitio donde se encontraban otras dos chicas. Los califica como “rumores” y especifica que el Ministerio Público no ha documentado casos similares en la zona. Cinco días después, ninguna persona ha sido detenida y las autoridades parecen manejar el caso como uno aislado.

Pero un par de hechos son los que sostienen la teoría de que la desaparición de la adolescente no está aislada de otros factores de criminalidad en la zona: el primero, las agresiones de los comerciantes y trabajadores del paradero a los familiares de la chica desaparecida y a los reporteros que daban cobertura a sus protestas. El segundo, las cifras de desaparición de la CDMX, en específico, de algunas alcaldías que hacen frontera con municipios del Estado de México, entidad con el mayor número de personas y mujeres desaparecidas en el país.

Precisamente, el día de la desaparición en Indios Verdes se activó también la Alerta Amber para localizar a dos adolescentes vistas por últimas vez en la alcaldía de Gustavo A. Madero. Aunque en ambos casos la Fiscalía reportó su localización en días posteriores, la coincidencia detonó una discusión pública que puso foco en las recientes dinámicas de desaparición de niños, niñas y adolescentes en CDMX.

Desde el 2018 el registro de personas desaparecidas y no localizadas menores de 18 años en CDMX comenzó a incrementar, de acuerdo con datos oficiales. De 11, en 2017, al año siguiente se registraron casi el doble: 21. Luego, en 2019, la cifra se disparó a mil 123 personas. 

A partir del año 2020 y hasta la fecha, los registros disminuyeron considerablemente. Sin embargo, es un dato histórico que el número de niñas y adolescentes desaparecidas y no localizadas en CDMX se ha mantenido por encima del de los varones en el mismo rango de edad: mientras ellos representan el 32 por ciento, ellas son el 65 por ciento y la mayoría oscila entre los 15 y 16 años. 

La alcaldía que acumula mayor incidencia y ocupa el primer lugar en estas desapariciones en CDMX es Iztapalapa, colindante con el municipio mexiquense de Nezahualcóyotl. En segundo lugar se encuentra la Gustavo A. Madero, que también comparte frontera con un municipio de Estado de México, Ecatepec, trágicamente conocido por ser uno de los más violentos para las mujeres y niñas.

Ya en 2022 la Red por lo Derechos de la Infancia en México y la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas señalaban en un informe el vínculo de la desaparición de mujeres, adolescentes y niñas en el Estado de México con la explotación sexual o la trata de personas con ese y otros fines. Sería ingenuo pensar que la criminalidad no traspasa en los territorios más allá de las delimitaciones administrativas. Lo que no resulta tan inocente es que, ante el escándalo mediático, la Fiscalía de la CDMX pretenda manejar el caso de la adolescente desaparecida en Indios Verdes como un caso aislado y dar carpetazo.