Ha llegado la hora de cuestionar, de preguntar, de dudar, de reescribir nuestra biografía amorosa y sexual. No solo desde la literatura, la filosofía, la economía o la política. Hay que seguir transformando la práctica amorosa, desde la vida misma
Podemos hablarle directamente a nuestro corazón. Las culturas antiguas lo saben. Podemos conversar con el corazón como si fuera un buen amigo. En la vida moderna estamos tan ocupados con los quehaceres y pensamientos de cada día que hemos perdido ese arte esencial y ya no somos capaces de encontrar tiempo para charlar con nuestro corazón.
Jack Kornfield
Cada que se aproxima el 14 de febrero, los grinch del Día de San Valentín nos apresuramos a boicotear el evento comercial más grande del año en nombre del amor. Quienes hemos renegado de este día, hemos sido arrojados a la periferia de la memoria colectiva “del amor”. Somos algo así como lxs outsiders, forasteras del amor romántico.
Queremos aclarar: no es animadversión al amor. Simplemente deseamos algo más que corazones, peluches y chocolates.
No nos malentiendan, es muy rico inundar el cuerpo de dopamina y oxitocina, sin embargo, estas reacciones físicas suelen confundirse con la experiencia amorosa, y no siempre suelen ser lo mismo.
La noción del amor romántico ha puesto en riesgo nuestra salud física y mental. Ha cobrado la vida de muchas. No estamos dispuestas a seguir “amando” de esa manera.
Ha llegado la hora de cuestionar, de preguntar, de dudar, de reescribir nuestra biografía amorosa y sexual. No solo desde la literatura, la filosofía, la economía o la política. Hay que seguir transformando la práctica amorosa, desde la vida misma.
Acá algunas referencias imperdibles para refrescar nuestra vida amorosa y sexual:
Marcela Lagarde, autora del libro Claves feministas para la negociación del amor, nos dice que el amor es una construcción histórica, que la identidad de las mujeres ha sido definida para y por el amor hacia los otros y, por ende, esta premisa ha provocado pérdida y sufrimiento.
Escribe: “Para las mujeres, el amor no es sólo una experiencia posible, es la experiencia que nos define. Las mujeres vivimos el amor como un mandato. En la teoría de género, esto significa que lo hacemos no por voluntad, sino como un deber”.
Este libro también nos convoca a ser independientes económicamente, a transformarnos en sujetas políticas, a reflexionar sobre la rivalidad entre mujeres, a recuperar nuestro cuerpo, nuestro tiempo y, sobre todo, a reescribir nuestra biografía amorosa desde un lugar distinto. Todo un desafío, sin embargo, otras formas de amar son posibles.
Hemos recibido una sobredosis de telenovelas, películas hollywoodenses y dibujos animados con las más insospechadas adaptaciones de cuentos como la Cenicienta, la Bella Durmiente o la Sirenita. Como un loop infinito repiten la misma historia: el príncipe azul que viene al rescate, historias donde el amor todo lo puede, el amor todo lo perdona, el amor todo lo justifica: perder la voz, mutilar una parte del cuerpo para ser aceptadas o transformarse en espuma de mar y desaparecer. Altamente recomendable leer las versiones originales de la Bella Durmiente, Blancanieves, la Sirenita, etcétera.
Tenemos a un personaje como La sirenita de Hans Christian Andersen, aquella que renuncia a su voz para seguir a su amado. Cambia su mundo marino con tal de seguir al hombre del que se ha enamorado perdidamente. Renuncia a la inmortalidad, a sus seres queridos y a su hermosa voz para seguirlo hasta el mundo de los humanos. Sin embargo, esta renuncia no le garantiza el amor del príncipe. Ella no podrá tener alma humana hasta que el hombre de sus sueños la mire y logre amarla. Al final su desdicha llega a límites insospechados al no lograr su propósito. Finalmente se diluye hasta convertirse en espuma del mar, en pocas palabras: desaparece.
Todo sobre el amor, de la escritora feminista Gloria Jean Watkins mejor conocida como bell hooks, – así con minúsculas-, es otra lectura altamente recomendable. Un punto de partida es la noción de amor y desamor que aprendemos en nuestro círculo más íntimo: la familia. Y es en este punto que hooks hace una crítica al modelo patriarcal capitalista de la familia y los vínculos que ha generado.
Dice hooks: “El capitalismo y el patriarcado, como estructuras de poder, han socavado y destruido la unidad más amplia de la familia extendida. La sustitución de la comunidad familiar por una pequeña unidad autocrática y más privatizada ha contribuido a aumentar el distanciamiento emocional y ha facilitado el abuso de autoridad, porque se ha dado al padre un poder absoluto en la familia y a la madre un poder secundario sobre sus hijos.”
Hooks propone además trabajar hacia un amor libre de culpa, vergüenza o miedo, así como ampliar nuestra vivencia del amor, más allá de la pareja.
Al respecto bell hooks escribe: “Solo el amor puede curar las heridas del pasado; sin embargo, a menudo esas heridas son tan profundas que uno acaba echando el cerrojo al corazón, y parecemos incapaces de dar amor o de aceptar el que se nos da. Para abrir el corazón al poder del amor, para recibir su gracia, debemos tener el valor de admitir que sabemos muy poco sobre el tema, tanto en la teoría como en la práctica. Debemos hacer frente a la confusión y la decepción que provoca el hecho de descubrir que mucho de lo que se nos ha enseñado sobre la naturaleza del amor no tiene sentido cuando se aplica a la vida cotidiana”.
En la siguiente entrega, le preguntamos a una escritora, a un experto en educación sexual y a una psicoterapeuta especializada en prevención de la violencia de género cuáles son los principales desafíos del amor en el siglo veintiuno.
También compartiremos algunas reseñas de libros imperdibles como: El Amor no es como lo contaron de Clara Coria y; Mujeres que ya no sufren por amor, de Coral Herrera.
Y finalmente, no se pierdan este lunes 14 de febrero el Coloquio Internacional en Línea: Figuraciones del chico malo. Género, deseo y poder en las narrativas románticas populares. El evento será en línea y es organizado por la UNAM.
Historiar el amor, deconstruir el amor, vivir el amor. ¡Hasta la próxima!
Guionista, reportera, radialista. Cubre temas culturales, sexualidad, salud, género y memoria histórica. En sus ratos libres explora el mundo gastronómico y literario. Cofundadora de Periodistas de a Pie.
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