A dos años de gobierno, el presidente López Obrador aseguró que 7 de cada 10 mexicanos apoyan su administración y que ya están sentadas las bases de la transformación en México. Reconoció rezagos en combate a feminicidios, homicidios dolosos y extorsiones
Texto: Reyna Hadeé Ramírez
Fotos: Presidencia
“El 71 por ciento de los mexicanos desean que sigamos gobernando. Y con eso tenemos”, dijo sonriente el presidente Andrés Manuel López Obrador casi para terminar el discurso de su segundo año de gobierno.
Tras esa frase, los invitados -funcionarios y empresarios- lo interrumpieron por cuarta vez con aplausos, algo que había ocurrido antes en dos años de informes.
En 41 minutos de mensaje, López Obrador reiteró los logros que cada día menciona en la conferencia matutina y dejó para el final el mensaje a sus adversarios, a la oposición que él atribuye a que en México se está llevando a cabo una transformación profunda.
“No todo es perfecto, ni aspiramos al pensamiento único, ni al consenso. Estamos conscientes de que existe oposición a nuestro gobierno y eso es legítimo y normal de una auténtica democracia.
«Máxime cuando se está llevando a cabo una transformación profunda, impulsada por nuevas ideas liberales que buscan acabar con privilegios de minorías conservadoras, acostumbradas a medrar al amparo del económico o del poder político”, externó.
Este mensaje fue el preámbulo. Luego informó que él tenía “otro dato”:
«La mayoría de los mexicanos está respaldando a nuestro gobierno, en la última encuesta… porque yo tengo otros datos -dijo sonriente- el 71 por ciento de los mexicanos, el 71 por ciento de los mexicanos desean que sigamos gobernando. Y con eso tenemos», enfatizó.
Al iniciar su mensaje en el patio principal de Palacio Nacional, ante 80 invitados, el presidente recordó cómo llegó al Congreso de la Unión en su vehículo Tsuru blanco. Así con esa austeridad, dijo, se ha conducido su gobierno en dos años.
“Con esta fórmula de combatir la corrupción y gobernar sin lujos ni frivolidad hemos podido cumplir los compromisos de no endeudar al país, no aumentar impuestos, no subir precios de combustibles”, enfatizó.
Y enlistó sus primeros logros:
La corrupción, el fraude electoral y el robo de hidrocarburos se convirtieron en delitos graves.
Se canceló la condonación de Impuestos.
Se aprobó la revocación de Mandato. Se eliminó el fuero al Presidente.
En dos años se han ahorrado un billón 300 mil millones de pesos en compras y contratos.
Es realidad, por Ley, la pensión universal a adultos mayores, el apoyo a niños con discapacidad, becas a estudiantes. Un millón 500 mil jóvenes han trabajado como aprendices en el programa Jóvenes con futuro.
Aumento al salario mínimo en 30 por ciento.
Se canceló el aeropuerto de Texcoco, se inició el aeropuerto Felipe Angeles en Santa Lucía. Se inició el Tren Maya.
Y en cuanto a la pandemia: “Se heredó un sistema de Salud en ruinas, minado por la corrupción”, pero se logró construir 130 nuevos hospitales, se reconvirtieron 971 para atender a pacientes covid19. Se instalaron 32 mil 203 camas generales y 10 mil 735 con ventiladores. Se capacitaron a 193 mil médicos generales, se compró equipo y se contrató a 71 mil trabajadores de la salud.
“No obstante, por desgracia, esta terrible enfermedad ha causado la muerte de más de 100 mil personas”, lamentó.
“Enfrentar la crisis económica ha sido menos doloroso y complejo que luchar contra los contagios. Nos ha resultado muy útil desechar las recetas económicas aplicadas durante el periodo neoliberal”, destacó.
Y añadió: No hay deuda, los recursos liberados se destinan sin intermediarios.
Reiteró lo que ha dicho en varias ocasiones, que la economía tuvo un comportamiento en forma de “V”, que cayó al fondo en abril pero se ha empezado a recuperar.
“La economía empieza a crecer y del millón 117 mil 584 empleos formales perdidos, ya se han recuperado 555 mil 600 puestos de trabajo que tenía registrados el Instituto Mexicano del Seguro Social”, indicó.
El presidente aseguró que su gobierno ha avanzado en atacar las causas del grave problema de la inseguridad y la violencia. Y destacó:
“En mi gobierno la autoridad no se asocia con la delincuencia, no hay impunidad para nadie, aunque todavía falta mucho para pacificar al país, sostenemos con hechos, que se revirtió la tendencia al alza en la mayoría de los índices delictivos”, aseguró.
López Obrador aprovechó para lanzar otro espaldarazo a las fuerzas armadas.
“El respaldo incondicional de los soldados y marinos que nos han apoyado en labores de seguridad pública, porque ahora lo permite la Constitución”. Fue la primera vez que alguien entre los invitados comenzó a aplaudir y los demás asistentes lo siguieron.
Y el segundo aplauso llegó cuando reconoció específicamente a los titulares de Sedena, Luis Crescencio Sandoval, y al de Marina, José Rafael Ojeda.
Y añadió que de sus 100 compromisos ha cumplido 97.
Tiene pendientes saber la verdad sobre el caso Ayotzinapa, la descentralización del gobierno federal e impulsar las energías renovables.
Enumeró también algunas acciones que no estaban entre sus 100 compromisos, como la basificación de 300 mil maestros. Aquí llegó la tercera interrupción para el tercer aplauso.
Además, aseguró, se está limpiando de corrupción la Conagua, Capufe, el Instituto Nacional de Migración, las aduanas, las administraciones portuarias, y el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Así como la creación del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, la rifa del avión presidencial, un gabinete con 50 por ciento mujeres. Dijo que se implementó el Programa Nacional de Búsqueda y Localización de Personas Desaparecidas.
“Lo más importante es que ya están sentadas las bases de la transformación, a dos años de ocupar la presidencia. ¿En qué consiste el sentar las bases para transformar a México? Consiste en que ahora se respeta la Constitución, hay legalidad y democracia; se garantizan las libertades y el derecho a disentir.
López Obrador dijo que hay transparencia plena y derecho a la información y que no se censura a nadie. Aseguró también que en México no se violan los derechos humanos; no se reprime al pueblo; no se organizan fraudes electorales desde el poder federal; y que el gobierno federal ya no representa a una minoría sino a todos los mexicanos, de todas las clases, culturas y creencias.
“Se gobierna con austeridad, se gobierna también con autoridad moral, no se tolera la corrupción ni se permite la impunidad; en la práctica, no hay fueros ni privilegios; se atiende a todos, se respeta a todos, pero se da preferencia a los pobres”.
“Se protege la naturaleza; se auspicia la igualdad de género; se repudia la discriminación, el racismo y el clasismo; se fortalecen valores morales, culturales y espirituales; se cuida y se promueve el patrimonio cultural e histórico de México”, expuso.
A pesar de la crisis sanitaria y económica, agregó, se ha logrado avanzar en la cuarta transformación, porque se decidió a enfrentar y atacar “la peste de la corrupción”.
El presidente se vio relajado, sonriente. “Amor con amor se paga, no les he fallado y no les fallaré”, dijo.
Periodista de Sonora. Colabora para Medios en Internet y noticieros de radio en Sonora y Baja California Sur, y actualmente es beneficiaria del programa de becas para periodistas desplazados de la Red de Periodistas de a Pie. La mayoría de su trabajo está enfocado en temas relacionados con Justicia, corrupción, migración y Derechos Humanos.
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