13 abril, 2023
En una emotiva despedida entre quienes permanecieron en paro por más de un mes, por su seguridad, alumnas entregan instalaciones de la Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco, aunque la protesta continúa.
Texto y fotos: Isabel Briseño
CIUDAD DE MÉXICO. – Estudiantes de la unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM-A) entregaron las instalaciones que mantenían tomadas por el paro estudiantil que exige el cese a la violencia de género al interior de su escuela.
Los motivos de esto, expecificaron las alumnas, es por una serie de amenazas.
El miércoles, cuentan las estudiantes, recibieron amenazas por parte de un supuesto grupo “porril”.
Esto fue a través de redes sociales, donde se propagaron mensajes como “busco 100 personas para dar portazo”
Estos mensajes alertaron a las jóvenes.
“Desde el feminismo optamos por preservar la integridad y la vida de las mujeres. Cuando vimos que las autoridades se estaban movilizando afuera, nos dimos cuenta de que el ataque iba en serio”, precisaron las estudiantes.
Las integrantes de las colectivas que han mantenido el paro decidieron actuar bajo protocolo de emergencia. Entre 8:45 y 9 de la noche evacuaron las instalaciones.
Hablaron con las autoridades y acordaron realizar la entrega de las instalaciones al día posterior.
Al mediodía de este miércoles, autoridades y estudiantes en paro se reunieron en la entrada de la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Azcapotzalco.
Se leyeron los compromisos asumidos por las autoridades que se espera, den respuesta a las demandas de seguridad y medidas de prevención y atención a las denuncias relacionadas con violencia de género.
La estudiantes pidieron al rector que anunciara que la entrega no significaba el levantamiento del paro.
“Queremos que esta entrega no invisibilice ni entorpezca la lucha que están teniendo las unidades hermanas, porque reiteramos: Azcapotzalco sigue en paro”, precisaron.
Ahora, aunque no hay clases debido a las protestas, las autoridades serán las responsables de resguardar las instalaciones.
Ellas buscarán otros medios de apoyo y de presión para que las compañeras de las otras unidades puedan continuar con sus mesas de negociación. Esperan que también tengan respuestas favorables a las peticiones.
Las estudiantes alzan la voz ante las publicaciones en redes de sociales. Estas, de acuerdo a las paristas, las realizaron grupos antiparo y estudiantes con tintes misóginos que atacan y amenazan al movimiento.
También piden a las autoridades el acuerpamiento, ya que han legitimado el movimiento y la lucha.
“Estas amenazas vienen de los estudiantes que no están de acuerdo con el paro”, dicen.
El acuerdo es que las estudiantes podrán seguir ingresando a las instalaciones para iniciar los trabajos sobre los acuerdos establecidos, tales como protocolos institucionales, de violencia de género, etc.
Las paristas reflexionan:
“Lo principal que vimos fue que unirnos hace la fuerza totalmente. Muchas veces creemos que el movimiento feminista sólo debe darse desde la perspectiva de las mujeres, aquí vimos muchísimo la transformación de los morritos que estuvieron ayudándonos aquí adentro. Claro, a ustedes tambien los podemos traer a esto, enseñarles, reformarlos, deconstruirlos. Si nos apoyamos, entre todos sale esto”.
El machismo y la misoginia no sólo afecta a las mujeres, también afecta a los hombres que no pueden vulnerarse, dijeron.
“Este movimiento es generacional, no solo son las morras que hemos estado aquí, también hubo mucho apoyo y testimonios de las maestras feministas que les reconocieron por su valentía al movilizarse. Nos decían: yo también fui alumna, yo también fui violentada pero nuestra generación nunca se atrevió a alzar la voz. Lo hacemos por las que estuvieron, por las que estamos y por las que van a estar”, añadieron.
Las estudiantes reconocen que sí esto fue posible, fue gracias al apoyo y al diálogo.
“Ojalá que no tenga que volver a haber en el futuro otro paro feminista para pedir justicia en temas de género”.
Una de las estudiantes pide destacar una frase que les compartió una de sus profesoras:
“No hay personas enfermas de machismo y misoginia, más bien son hijos sanos del patriarcado porque el patriarcado está presente, y está en todas las esferas, en todas las universidades, en todos los pasillos, en todos los países y esta es una lucha de todas de todos y de todes”.
Nunca me ha gustado que las historias felices se acaben por eso las preservo con mi cámara, y las historias dolorosas las registro para buscarles una respuesta.
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