El pueblo Xi’iui tiene sed desde hace siglos: de agua, de médicos, de escuelas. También tiene sed de ser escuchado y de administrar su futuro y su proyecto como comunidad
Texto: Kau Sirenio
Fotos: Alexis Rojas
AGUA PUERCA, SAN LUIS POTOSÍ.- Para Micaela Hernández González la tarea no es fácil. A su comunidad le falta todo: Agua, salud, alimentación y empleo. Con la carga que lleva a cuesta ella dice que le toca trabajar para que los niños y jóvenes puedan tener una vida mejor.
–Voy a trabajar por la comunidad Xi’iui (Pame) de Agua Puerca, ellos me eligieron porque me tienen confianza para desempeñar el cargo de juez -suelta Micaela Hernández.
La región Xi’iui se divide por la carretera federal de San Luis Potosí a Ciudad Valles, San Luis Potosí. Hacia el norte se ubica Ciudad del Maíz, Alaquines y Tamasopo; mientras al sur se extienden los municipios de Rayón, Santa Catarina y Lagunillas.
En esta zona agreste viven los Xi’iui que mantienen viva su cultura a pesar de las adversidades por la montañas; que hacen difícil el acceso a las comunidades. Sin embargo, los pobladores han resistido el abandono institucional y han abierto espacio para que las mujeres ocupen cargos comunitarios, aunque aún no ha habido una gobernadora tradicional.
Agua Puerca pertenece al municipio de Tamasopo. Para llegar a la cabecera municipal hay que hacerlo entre las montañas que se pierden entre las nieblas. Aquí la vida de las mujeres es más difícil por falta de agua.
“Lo primero que hice fue organizar a los vecinos para limpiar el pozo de agua. El municipio nos manda una pipa de agua al día, pero no alcanza para la familia” dice Micaela Hernández.
Las mujeres Xi’iui hacen malabares para cocinar por la escasez de agua. Mientras que los hombres viajan por temporada a la zona cañera para trabajar porque en su territorio no hay forma de sembrar, las tierras que poseen son pedregosas y secas.
“Antes íbamos a Rayón a comprar el maíz. Lo traíamos en mecapal al hombro. Eran horas de camino”, cuenta Odilón García Durán de la comunidad de Santa María Acapulco, municipio de Santa Catarina, San Luis Potosí.
Las cuerdas de violín se pierden entre los Xi’iui en la procesión de la Semana Santa. Como cada año, en Santa María Acapulco, municipio de Santa Catarina, San Luis Potosí, mujeres, hombres, jóvenes y niños se reúnen en el templo de la comunidad para vivir la semana dolorosa de la pasión de Cristo.
Esta comunidad se ubica a 866 metros sobre el nivel del mar, en el sur del estado de San Luis Potosí. Tiene una población de 740 habitantes. Aquí escasean el agua y los médicos. “Siempre hemos tenido problemas, cuando era niño no había doctores, teníamos que ir a Río Verde, aún enfermos teníamos que caminar porque no había transporte” cuenta Odilón García.
Mientras los músicos rasguean las guitarras, los niños juegan en el atrio de la iglesia que data del siglo XVIII. Sin embargo, el 1 de julio de 2007, un rayo tocó su techo de palma y se incendió. Para su restauración intervino el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Tito Montero Izaguirre es uno de los músicos tradicionales de Santa Maria Acapulco, él acompaña la procesión de Semana Santa. “Cuando el gobernador tradicional nos convoca para participar en eventos religiosos hacemos otro tipo de música, como en Semana Santa, el día de la Santa Cruz, que es el 3 de mayo, y el 24 de diciembre”.
Para los Xi’iui la música es la que anima el corazón del pueblo, por lo tanto en cada fiesta o ceremonia religiosa no pueden faltar los músicos. La organización de la fiesta recae en el gobernador tradicional con el apoyo del juez auxiliar y las comunidades del ejido de Santa Maria Acapulco.
El gobernador tradicional se encarga de las actividades de la Semana Santa, su trabajo consiste en velar de que todo esté en orden para que no falte nada en cada procesión. Además de dirigir la procesión del ataúd del Santo Entierro en la tarde del viernes santo.
Los Xi’iui de Santa María Acapulco y otras comunidades del territorio Xi’iui cuentan con tres gobiernos: El gobernador tradicional; el Juez Auxiliar y el comisariado ejidal. “El gobernador se enfoca en lo religioso, su papel está en la organización de la fiesta religiosa; el Juez Auxiliar se encarga de justicia comunitaria; y el comisariado ejidal representa a los ejidatarios” explica Tito Montero.
El gobernador lo eligen la comunidad en una asamblea, la convocatoria para asamblea electiva surge desde la gubernatura tradicional. Mientras que la asamblea electiva para nombrar al Juez Auxiliar lo convoca el Ayuntamiento de Santa Catarina.
Cirilo Montero Medina lleva cuatro como gobernador en Santa Maria Acapulco, fue electo en un asamblea de la comunidad. Después del convivio de la Semana Santa, anunció su retiro: “El miércoles 20 de abril, espero que lleguen todos porque necesitamos elegir a un nuevo gobernador” dijo ante sus ayudantes.
La Jueza Auxiliar primera, Micaela Hernández González, dice que son tres jueces los que eligen en cada comunidad del estado de San Luis Potosí: “Somos tres jueces, mi segundo juez es don Victorino y el tercer Juez, es don Sebastián Corona Yañez; y nos acompañan seis policías. Fuimos electos en una asamblea comunitaria de Agua Puerca”.
La comunidad de Agua Puerca está asentada en el ejido La Palma, que hasta 1930 fue cabecera municipal del único municipio Xi’iuy. Sin embargo, después de la revolución el poder político y económico se trasladó a Tamasopo que se convirtió en municipio y los Xi’iuy se quedaron en el olvido.
El cronista José Trinidad Rojas Gómez dice que el cambio del poder civil a una población mestiza trajo más pobreza en las comunidades Xi’iui: “Como ha sucedido en todo el país, dividen a las comunidades indígenas para que los gobiernen los mestizos con el fin de mantenerlos al margen del desarrollo social y todas las posibilidades de igualdad antes los mestizos”.
Con voz ronca, Rojas Gómez agrega: “Un racismo intelectual intolerable, donde primero son los mestizos y el último son los indígenas. Afortunadamente ha habido personajes que han intentado rescatar a esta cultura, pero hace falta un apoyo desde adentro, para que sean ellos los que propongan cómo quieren vivir, para no caer otra vez en el protectores de los pobres indígenas”.
Micaela observa las gallinas que juguetean con sus pollitos, les avienta una piedra y luego se cruza los pies y empieza a hablar de su papel como mujer en un cargo de representación comunitaria: “Yo no elijo trabajar sólo por las mujeres o por los hombres. Fui electa para trabajar por la comunidad y desde este espacio vamos a trabajar para que haya educación para los niños, y médicos para el pueblo”.
La última vez que un medico pisos la tierra Xi’iuy de Agua Puerca fue en enero, de ahí no han regresado: “Los médicos vienen una vez cada tres meses, desde enero no han regresado, para vacunarnos contra la covid-19 tuvimos que ir a Tamasopo, y eso fue un gasto extra para nosotros”.
La jueza Xi’iuy habla de los jóvenes y la escasez de agua: “Los jóvenes ya no estudian, cuándo terminan la prepa se van al corte de cañas, porque aquí no hay escuela superior, tampoco hay trabajo para ellos. Apenas, llegó el programa sembrando vida, pero eso ha traído problema para la comunidad porque los señores ya no participan en la asamblea que se les convoca, hablé con ellos para explicarle lo importante que es estar unidos y organizados, porque solo así vamos a cambiar un poco a la comunidad”.
El ex alcalde, Salvador Norato habla del problema de la sequía en las comunidades Xi’iuy: “Ellos viven en la parte del municipio y no todos cuenta con un manantial, un arroyo o un río cercano, Tamasopo colinda con la Sierra Gorda de Querétaro, pero no hay agua. Para resolver este problema tendremos qué invertir en perforaciones de pozos, pero no hay dinero”.
Sin resquemor, Salvador Norato afirma que sin distingo de color partidista, las clase política ha mantenido engañados a los Xi’iuy:
“Los hemos engañado o nos han engañado, te aseguro que yo hice eso, les prometí mil cosas que no eran posibles de cumplir. Ellos se entregaban en las campañas políticas. Viajaban en camiones cañeros sin medidas de seguridad y la comida que se les daba no era la adecuada, estaban ahí, pero no les hemos correspondido”.
Agrega: “Lo corresponde a Tamasopo, la comunidad indígena llegó a tener la presidencia allá en La Palma, los Xi’iuy llegaron a tener uno o dos presidente municipales, pero a partir de que le quitan la cabecera municipal, ya no tuvieron poder, en toda la historia de Tamasopo como municipio solo ha habido un regidor. Hasta en los 80, que se creó la dirección de asuntos indígenas pero igual ha sido ocupada por mestizos”.
En el ejido de La Palma profesionistas Xi’iuy empezaron a organizarse para crear el municipio de La Palma con el fin de que la distribución sea más equitativo: “Hay propuesta de que las comunidades del municipio de Rayón, Santa Catarina y Tamasopo para formar el municipio indígena de La Palma, porque el corazón de la palmería de los Xi’iuy siempre ha sido La Palma” explica el ex alcalde.
“Ellos piensan que van a gobernar mejor que nosotros, por eso nos dejan ocupar cargo en el ejido y en el municipio de Tamasopo” señala Maximiano Gonzales Olvera.
Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.
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