29 abril, 2022
La termoeléctrica dividió a los pueblos que afecta. Y esta división ha lastimado y enfrentado a las niñas y los niños, y ha trastornado su crecimiento y su esperanza en el futuro. A pesar de que la lucha ha sido por ellas y ellos, jamás nadie les ha preguntado qué piensan.
Texto y fotos: Estrella Pedroza
HUEXCA Y AMILCINGO, MORELOS.- “La termo (termoeléctrica) es una cosa gigante, lanza humo que contamina”, así responde Derel, un niño de seis que vive en la comunidad indigena de Huexca, Yecapixtla, cuando se le pregunta ¿sabes qué es la termoeléctrica?
Mientras que para Mariana, una niña de 9 años originaria de Amilcingo, también comunidad indigena, Temoac, advierte: “la termo es una cosa que nos va a dejar sin agua”.
La misma pregunta le hicimos a otras 12 niñas, niños y adolescentes -de un rango de edad de 5 a 17 años- de las dos comunidades indígenas de Morelos, entidad situada a 132 kilómetros de la capital de México. A todas y todos, les consultamos si deseaban participar y además solicitamos la autorización de madres, padres o tutores, en ambos casos firmaron una carta de consentimiento.
Huexca y Amilcingo, comunidades de los municipios de Yecapixtla y Temoac Morelos, consideradas desde el 2012 el corazón de la resistencia y oposición al Proyecto Integral Morelos (PIM) que impulsó la Comisión Federal de Electricidad (CFE) adjudicando la obra a la empresa extranjeras: Abengoa y al consorcio hispano-italiano formado por las compañías españolas Elecnor y Enagás, así como la italiana Bonatti, según logró documentar Pie de Página en el reportaje colectivo El Delito de Defender la Tierra.
Diversas familias y comunidades se han opuesto al proyecto. Consideran que este proyecto generará contaminación ambiental y auditiva; además de que altera su hábitat, causa daños a la salud y provoca la escasez de agua principalmente en la zona oriente de Morelos donde la agricultura y el trabajo del campo son dos de las actividades principales para subsistencia.
Pero la principal motivación, para participar en la lucha social fue desde un principio y sigue siendo “garantizar un mejor futuro a nuestros hijos”, sostuvo Teresa, quién encabeza la resistencia en Huexca.
Sin embargo, los niños, niñas y adolescentes que crecieron o nacieron en medio de este conflicto social a lo largo de casi una década han sido prácticamente invisibilizados; por las personas, autoridades e instituciones involucradas.
De acuerdo registros del FDTyAMTP, en estos 9 años, solo en tres ocasiones ha impartido algún taller dirigido a las infancias y adolescencias. La temática ha sido ¿cómo observas a tu comunidad? donde se les proponen actividades manuales para expresarse.
Las niñas, niños y adolescentes de Huexca y Amilcingo no tienen voz ni voto en las asambleas donde se toman decisiones en torno a la termoeléctrica.
Del 100 por ciento de las actividades enfocadas a la comunicación, difusión y expresión –incluidas entrevistas realizadas por comunicadores comunitarios o periodistas– sobre el conflicto social solo en el 2 por ciento han sido considerados los menores de edad.
Pie de Página ideó un ejercicio de acercamiento a las infancias y adolescencias de las dos comunidades que han sufrido mayor impacto a lo largo de este proceso.
¿Sabes qué es la termoeléctrica? fue la primera pregunta detonante de una plática-entrevista para conocer su opinión, sentir y observaciones.
Estas fueron algunas respuestas de las y los menores de edad de Huexca:
“La termo es algo muy grande que jala agua para hacer luz”, Ana Karen, una niña de 10 años.
“ La termo es dañosa, contamina al pueblo, las plantas y no las deja creer (…) se va acabar el agua y ya no va haber”, Mariana Daniela, 11 años.
“La termoeléctrica daña las plantas, los cultivos, contamina el agua y eso pone en peligro a todos a nosotros y también a los animales, de hecho los peces de la barranca ya se están muriendo y llegará el día en que no vamos a poder respirar”, Sebastian, 7 años.
“La termoeléctrica es un proyecto que contamina mucho, los ríos y sus aguas y a las comunidades porque las mete en conflicto”, Fausto, un adolescente de 16 años.
Estas fueron algunas de sus respuestas de las y los menores de edad de Amilcingo:
“Sé que el termo afecta los terrenos y el agua, nunca la he visto pero me imagino que es una industria que contamina”, Dilan, de 13 años de edad.
“La termo afecta a los árboles, los seca, afecta los campos, ya hay lugares se están quedando sin agua”, Elmer, de 12 años.
“La termo es una cosa que arruina las siembras, provocará lluvia ácida, los animalitos se pueden morir y contamina el agua”, Dulce, de 12 años.
“Es un proyecto que viene del extranjero que se encarga de generar electricidad; pero obtiene demasiada agua, jala mucha agua, para producir electricidad. Por eso no se quería desde el principio porque el agua se ocupa para sembrar. Prometieron usar aguas residuales y se están llevando agua limpia. Eso provoca la guerra. Además, conduce gas natural y lo construyeron cerca del volcán y hay mucho riesgo si explota el volcán”, Amira, de 17 años.
“La termoeléctrica contamina los campos que las personas utilizan para sembrar, de donde muchas personas sacan (obtienen recursos) para vivir mejor”, Jenny, una adolescente de 15 años.
“La termoeléctrica afecta a Huexca y aquí los tubos (el gasoducto) afectan las tierras”, Frida, una niña de 11 años.
En este trabajo periodístico, también se incluyeron otras preguntas para comprender cómo, las y los menores de edad, se han informado sobre el proyecto, cómo perciben las acciones de resistencias en las que sus familias han participado y qué impacto han causado en ellos.
Adicionalmente se solicitó que realizaran un dibujo con opción a elegir entre dos indicaciones: A) Dibuja el antes y después de la termo y B) Qué representa para ti la termo.
Adicionalmente solicitamos una opinión interpretativa de especialistas en psicología para darnos una idea de ¿qué dicen las infancias y adolescencias con sus dibujos?
Inicialmente se tenía planeado incluir entrevistas-pláticas con las infancia y adolescencias tanto del grupo a favor como al grupo en contras del PIM.
Sin embargo, no existieron condiciones para poder acercarnos a platicar con personas del grupo a favor del PIM, debido a que mientras se desarrollaba el trabajo de campo en ambas comunidades, prevalecía tensión debido a que tras más de dos años la Fiscalía de Morelos detuvo a uno de los supuestos autores materiales del asesinato de Samir Flores.
Amira, de 17 años, recuerda que a los 8 años, ella y una de sus hermanas acompañaban a sus padres a repartir volantes donde se informaba sobre los efectos que causa la termoeléctrica.
Y fue así como poco a poco se fue enterando que su padre, los adultos de su pueblo y otras localidades “se pusieron en guerra para defender el agua porque con la termo se la va acabar”.
Para ese momento, “yo no comprendía muy bien lo que era la termo, pero escuchaba que mi papá comentaba y explicaba a la gente los efectos que causaba”.
A nueve años de distancia, Amira sigue sin comprender en su totalidad lo que es “la termo” (el PIM), porque asegura que “nadie me ha explicado en qué consiste, cuáles son los beneficios, en caso de que existan y las afectaciones reales”.
Repartiendo volantes, con su familia, Jenny, a sus seis años, se enteró de PIM y recuerda que “la gente tomaba los volantes y algunos los leían y preguntaban, mi papá les explicaba y yo así me enteré (escuchando) aunque, en realidad, no entendía muy bien qué era”.
Dulce, no recuerda exactamente cuándo se enteró; pero recuerda que “yo supe porque veía que mi mamá apoyaba todas las cosas que hacía Samir (comunicador comunitario y fundador de la Radio Amilkzingo) para que no pusieran la termo”.
En Amilcingo, las infancias y adolescencias se enteraron de la existencia de la termoeléctrica en la medida que sus padres estaban involucrados o de acuerdo al nivel de conflictos de los que fueron los testigos silenciosos y activos.
Por ejemplo Frida, tenía apenas seis años cuando se dio cuenta de que algo ocurría en su entorno “me enteré de la termo cuando se dividió la escuela. Yo iba en primero de primaria”.
En cambio Dilan, reveló “me enteré cuando mataron a Samir (fue asesinado el 20 febrero 2019)”.
Lo mismo ocurrió con Elmer. Él se enteró a los 10 años “Yo supe de todo esto (la termoeléctrica) cuando mataron a Samir”.
En Huexca ,fue distinto, las niñas, niños y adolescentes se enteraron de la existencia de un proyecto que rechazaban sus madres y padres prácticamente desde los primeros días del conflicto.
“Nosotros (él y sus compañeros de primaria) lo supimos desde que empezó porque no era normal ver reunido al pueblo, no era normal ver personas de otros poblados en las reuniones, no era normal la presencia de la policía”, recuerda Fausto, un adolescente que cursaba tercero de primaria cuando inició la resistencia a la termoeléctrica.
Las y los menores de edad de sus generación atestiguan todas las etapas de conflicto.
Pero existen algunas pequeñas y pequeños que nacieron o tomaron conciencia ya con la termoeléctrica parte de sus vidas.
Durante las charlas encontramos que las infancias y adolescencias conocieron de la PIM principalmente de oídas, es decir, de lo que los mayores conversaban entre sí, y el resultado es que la mayoría ellas y ellos tienen información imprecisa o confusa.
Algunas y algunos se informaron sobre el tema en redes sociales, viendo los videos donde se habla de “la termo”, distribuidos principalmente por whatsapp o facebook.
Por ejemplo, Sebastián que a sus escasos siete años ya tiene celular. Se lo ganó trabajando en el campo con sus tíos y ese fue su medio de información:
“Empezaron a salir cosas, en el cel, sobre la termoeléctrica, me mandan varias cosas, sobre acciones de la termo y videos donde se ve como los cultivos se están afectando como los cultivos”,.
Sebastián
Después, sacaron sus propias conclusiones y se generaron mitos y leyendas como la expresada, también por Sebastían, quién piensa que definir si sigue adelante o no el funcionamiento de la termoeléctrica es una competencia y cuestión de números.
“Hay cuatro grupos que quieren que no esté (la termoeléctrica) y grupos a favor de que estè (la termoeléctrica) hay dos, estamos ganando nosotros (los que no la quieren) y si llegamos a los cinco grupos la van a quitar y la van a subir a los cerros”.
Las infancias y adolescencia de Huexca y Amilcingo tienen claro que “la termo” confrontó y dividió a sus comunidades, a las y los mayores, pero su efecto se extendió hasta trastocar a toda la población incluyendoles.
Fausto Cerón Aragón, aún adolescente, recuerda que antes de que el PIM llegará a Huexa había tranquilidad, respeto y unión.
Pero un día todo cambió y recuerda una escena que se le quedó grabada y para él fue el parteaguas e inició de una lucha que no termina.
“Una mañana (28 de octubre del 2012) estaba en la primaría, yo tenía como ocho o nueve años entonces, y de pronto empezamos a observar que la gente pasaba de un lado a otro y alcanzamos a ver policías, eran muchos policías”.
Ese día, según recuerda, no los dejaron salir hasta que sus padres y madres fueran por ellos.
“Me acuerdo que teníamos mucho miedo y todos estábamos llorando”.
Todas las niñas y niños sabían que la mayoría de sus padres habían montado un plantón en el terreno donde se construía la termo para evitar que continuara la construcción.
Ese día el gobierno de Morelos –recién asumido por el ex gobernador Graco Ramíez– envió más de 200 granaderos para desalojar el plantón y establecer por un largo periodo resguardo para resguardar los trabajos.
En los momentos de calma nos pusimos a gritar y replicar consignas” entre ellas: “Zapata Vive, la lucha sigue”, y “Agua sí termo no”.
Posteriormente, empezó un periodo de división entre los que estaban a favor y los que estaban en contra de la termo.
Incluso aunque eran cosas de adultos, la división se empezó a notar en los niños y niñas. “Sin saber de qué se trataba la termo los hijos de los que estaban a favor de la termo cuestionan a quienes estaban en contra y al revés; en ocasiones terminaba en peleas”.
En Amilcingo, “la división llegó a lo absurdo”, comenta la adolescente Amira.
“Eran dos grupos: a favor y en contra, no solo en el tema relacionado a la termo, en la escuela y las festividades. Por ejemplo aquí se hacen ferias (Feria en honor a la Primavera del 20 al 22 marzo) y de pronto cada grupo organizó su Feria y uno no sabía a qué feria ir ”.
La división se elevó y afectó la educación “luego ya teníamos hasta dos escuelas, la escuela de siempre y la nueva, imagínate en un pueblo tan pequeño, ya teníamos dos escuelas. No había ni tantos niños para las dos escuelas , en una iban los que sus padres estaban a favor y en otra en contra”.
Lo mismo ocurrió con otros eventos culturales o conmemorativos que se celebran en Amilcingo.
“La verdad creo que los niños no debíamos tomar partido pero por alguna razón ocurrió y hasta perdimos amigas y amigos , niños y niñas con quienes nos hablábamos ya nos tuvimos que alejar”.
En ambas comunidades la vida cotidiana se alteró por la presencia de personas de otras comunidades, estados y países.
Las entrevistadas y entrevistados coinciden en que eso les permitió aprender cosas o conocer personas de otras comunidades, entidades y países que hubieran podido conocer sin el conflicto.
En Huexca hubo otros cambios relacionados directamente con la presencia de la termoeléctrica y que han afectado la salud de la población.
De acuerdo a las infancias y adolescencias durante los períodos de pruebas se escucha, por tiempo prolongado, un ruido ensordecedor que provoca molestias.
«Por las noches se escucha un ruido y no me deja dormir, provoca que me duela la cabeza»,.
«En ocasiones me siento muy molesta por tanto ruido, dicen que viene de la termoeléctrica», Ana Karen.
«A mi abuela y a mi nos cuesta mucho dormir en las noches porque se escucha como que prenden la termo y hay un ruidito»,Derel.
«Yo veo que las personas están de malas porque repente se escucha ruido en la termo y hasta hace que nos duelan los oídos y la cabeza», Mariana Daniela.
Algunas niñas y niños manifestaron su inconformidad de que exista presencia casi permanente de policías y expresaron que en ocasiones eso les provoca miedo.
Samir Flores Soberanes, un indígena nahua, originario de Amilcingo, defensor del territorio y comunicador comunitario, fue uno de los primeros morelenses en sumarse al movimiento (iniciado en Puebla) en resistencia al PIM.
El megaproyecto, se aprobó en el sexenio del expresidente Felipe Calderon Hijonosa, se le dió continuidad en el periodo del ex mandatario Enrrique Peña Nieto y continua en este momento.
Pronto, Samir, tomó un liderazgo importante en resistencia a la termoeléctrica de Huexca en toda la entidad.
La madrugada del 20 de febrero de 2019, a unos meses de que Andrés Manuel López asumiera la presidencia, fue asesinado a balazos en la puerta de su casa, situada en Amilcingo.
Este hecho marcó a su comunidad y también a las infancias y adolescencias con quiénes el luchador social tenía mucha cercanía.
“Yo a Samir lo conocía de siempre pero conviví más con él cuando nos dio clases (durante el periodo en que la antigua escuela se quedó sin maestros porque el gobierno nos quería obligar a ir a la nueva), me dolió que lo mataran”, explica, Elmer.
“Yo sentí mucha tristeza y miedo cuando pasó lo de Samir y me siento muy molesto por lo que le hicieron”, Dulce Itzel, de 12 años.
“Para mí, la muerte de Samir tuvo un antes y un después, de pronto todo cambió… y si me da coraje porque hicieron algo así, yo hasta ese momento me enteré de la termo”: Frida.
Cuando fue el sepelio del activista, las niñas y niños, uniformados, montaron una valla humana para acompañar la carroza fúnebre, la mayoría lloraba, según consta en videos.
Durante los meses, en honores cantaban un corrido compuesto en honor a Samir y mientras “lo cantábamos nos daba sentimiento y algunos lloraban”, relata Frida.
Mientras que en Huexca, donde también era conocido Samir la mayoria de las y los menos de edad entrevistados supieron de su existencia por su muerte porque recuerdan que los mayores estaban enojados.
Pero lo tienen muy presente porque en Huexca María Antonieta Ruíz Zurita, cantautora y nativa de esa comunidad, compuso un corrido en honor a Samir.
Los 12 dibujos de las niñas, niños y adolescentes resultaron muy reveladores porque en ellos plasmaron lo que representa el PIM , concebido como “la termo”, e incluyeron elementos que resumen lo que ellos entienden sobre el megaproyecto pero también plasmaron sentimientos y emociones que en algunos casos no expresaron en las charlas.
En la mayoría de ellos pudimos observar elementos de la naturaleza como árboles, ríos, aves, peces que ellos ubican importantes para la vida, la salud y la convivencia.
Fue común que dibujaran, principalmente quiénes viven en Huexca las chimeneas de la Central de Ciclo Combinado(termoeléctrica) mientras que en el caso de Huesca incluyeron un volcán (debido a que la termoeléctrica está asentada en una zona de volcanes).
En tanto quienes optaron por plasmar puntualmente a sus comunidades en un antes y un después de la termo, dibujaron un después desolador sin vegetación, con animales sin vida y utilizaron colores tristes y apagados.
Solicitamos a un grupo de especialistas en psicología, neuropsicología y educación infantil- pidieron resguardar su identidad:
A continuación dejaremos una interpretación global que nos enviaron:
En general dentro de los dibujos se pueden identificar algunos indicadores de tipo proyectivo que los niños manifiestan. Cabe mencionar que no hay una certeza científica que lo avale debido a que son evidencias de tipo proyectivas e interpretativas, a continuación describo las aproximaciones identificadas.
De manera global se pueden percibir sentimientos de inferioridad, ira, miedo e incluso agresión reprimida por parte de los niños en relación a la situación que viven en ambas comunidades. Ante estos indicadores se hace la recomendación de que los niños reciban apoyo para llevar a cabo actividades que propicien paz, empatía y respeto como un sano marco de convivencia.
Por otra parte, no hay aceptación de su realidad. De hecho hay un rechazo hacia ella por parte de los menores debido a que lo están viviendo como un cambio que vino a “romper” lo que ellos tenían, incluso como un cambio agresivo e invasivo para ellos y sus familias.
Con relación a su ambiente los niños lo proyectan como amenazante e invasivo.
Reflejan desacuerdo por lo que la “Termo” ha afectado al medio ambiente por los daños que han sufrido la naturaleza, ellos y su contexto.
Por último, los dibujos proyectan una sensación de tristeza y resignación en cómo “La termo” ha cambiado sus vidas, siendo un cambio más negativo que positivo.
Bullying, discriminación y hostigamiento entre menores de edad son los efectos colaterales que ha dejado a lo largo de los años el PIM, así lo narran los mismos pequeños, en esta etapa optaremos por no citar nombres para evitar revictimizar en los testimonios.
En Huexca que es el epicentro del megaproyecto y también de la lucha social debido a que ahí fue construida una termoeléctrica considerada el corazón del PIM, los desacuerdos se trasladaron a las aulas.
Las hijas e hijos de los habitantes que tomaron postura de sus padres y madres ya sea a favor o encontra, utilizando las mismas etiquetas que usaban los mayores- “Los termos” o “los vendidos”.
De acuerdo a varios testimonios de las niñas, niños y adolescentes en la primaria del pueblo en uno de los grupos, cuando estaban más estaban agitados los ánimos en el poblado, le solicitaron a su maestra hacer una votación para que las y los alumnos expresaran su opinión “si se quería o no la termo”.
El ejercicio fue tomado de manera muy seria por las y los menores, que pronto hubo una discusión muy fuerte entre dos pequeños, ambos primos.
“Después de la votación mi primo se acercó a mí para decirme que él había votado a favor y que ya de plano se iba a ir al grupo de los que sí, y me dió mucho coraje , así que lo empujé; yo creo que debemos ver que no está bien, y él se me vino a golpes. Y nos dejamos de hablar”, narró un niño.
En Amilcingo por ejemplo las expresiones que usan entre sí son : “Los Samiristas” y “Los vendidos”, las usan para descalificarse.
“A mí se la pasaban haciéndome burla porque mi papá estaba loco por no querer la termo y me decían que un día lo iban a matar”, comentó un menor de edad.
“Yo veía como entre las niñas y niños se acusaban de Samiristas o de vendidos, o por ejemplo los que están a favor se la pasan burlándose y haciendo menos a quienes estábamos con Samir. Yo si me siento Samirista porque sé que Samir luchó por defender nuestra agua.
“Si nos encontrábamos en la calle, nos decía sáquenme de aquí, no queremos Samiristas y pues nosotros les decimos mejor Samiristas qué vendidos”, agregó.
“De mi, siempre se burlaban o me insultaban porque decían que era Samirista y que mi papá era un ignorante por seguir a Samir, me decían de todo , yo digo que me hacían Bullying”.
Preguntamos a las niñas, niños y adolescentes si observan alguna solución al conflicto en sus comunidades y estas fueron algunas de las respuestas.
“Creo que lo primero es que se informe bien sobre beneficios y daños, tomarnos en cuenta a todos y para mi debe quitarse la termoeléctrica porque ya causó mucho daño en las comunidades”.
Amira, de Amilcingo.
“Me parece que para terminar la división en Amilcingo primero se debe hacer justicia para Samir y cancelar la termo”.
Elme, Amilcingo
“Yo le diría Andrés Manuel que ya parara la obra porque está afectando Huexca y a los pueblos”.
Frid, de Amilcingo.
“Que no pongan la termo”.
Dilan, Amilcingo
“Yo diría al presidente que la quite y la vaya a poner a su casa, (¿porque?) porque no sabe lo que causa”.
Mariana, de Huexca
“Por favor quiten la termo porque podría dañar el pueblo”.
Karen, Huexca.
“Quiero que se quiten la termo porque afecta mucho a la comunidad”
Sergio, Huexca.
“La termo no está bien no deben de ponerla porque afecta a todos nosotros, afecta las siembras”
Dulce Itzel, Huexca.
Todas las niñas, niños y adolescentes expresaron que les agradó la dinámica ideada por Pie de Página porque nunca les había preguntado su opinión al respecto y les gustó la experiencia.
Este megaproyecto, consiste en un gasoducto (del que se encarga el consorcio hispano-italiano) que sale de Tlaxcala para transportar gas metano desde una planta de Pemex, pasa por Puebla y llega a Morelos para unirse a la Central Termoeléctrica de Huexca, Yecapixtla.
A la central, también se conecta con un acueducto que llevará agua desde el municipio de Cuautla (del Río Cuautla y de una Planta Tratadora de Aguas Residuales), todo con la finalidad de producir energía eléctrica.
La central fue construida a 101 kilómetros del Volcán Popocatépetl, pese a que en 2011 el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) alertó sobre el “peligro significativo” que implica un gasoducto en una zona de actividad volcánica.
“En ningún momento, las comunidades de las tres entidades por donde cruza y se establece el PIM, fueron consultadas; e incluso bajo engaños e intimidación la CFE consiguió “el permiso” de los poseedores de las tierras”, recordó Teresa Castellanos, vecina de Huexca.
Entonces, surgió un conflicto social que en principio las autoridades de los tres niveles de gobierno (federal, estatal y municipal) intentaron invisibilizar.
Por ello, los pobladores afectados (de al menos 60 comunidades y ejidos por donde cruza el gasoducto, 20 colonias y comunidades por donde pasa el acueducto y Huexca donde esta la termoeléctrica) se organizaron local y regionalmente para oponerse al proyecto que definen como “la termoeléctrica de Huexca” e integraron el Frente en Defensa de la Tierra y el Agua Morelos Tlaxcala y Puebla (FDTyAMTP).
Y empezó la lucha social que implicó foros, mantienes, manifestaciones, marchas, bloqueos, enfrentamientos con la policía, división de los pueblos, confrontación entre vecinos, detenciones, encarcelamientos e incluso el asesinao de Samir Flores Soberanes, uno de los principales opositores a la termoeléctrica en Morelos.
Las familias que se involucraron en la defensa de su territorio frente al denominado megaproyecto, se enfocaron en defender los derechos a la consulta, al medio ambiente sano y a la salud.
Este trabajo fue realizado con el apoyo del Curso internacional sobre periodismo de infancias impulsado por Tejiendo Red de Infancia América Latina y El Caribe.
Reportera freelance e integrante de la organización Reporter@s Morelos por la profesionalización y dignificación del periodismo.
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