Jalisco es el estado con más personas desaparecidas y más cuerpos exhumados de fosas clandestinas a nivel nacional. Por primera vez, familiares de personas desaparecidas de distintos estados de México acudieron para realizar una Brigada de Búsqueda que -aún a pesar de la criminalización y estigma del gobernador Enrique Alfaro- localizó más de 80 cuerpos en fosas clandestinas y dejó al descubierto la inoperancia y criminalización del estado
Por: Analy Nuño (@AnalyNuno) / A dónde van los desaparecidos*
JALISCO.- En Jalisco, del 21 al 26 de febrero, colectivos de familias de personas desaparecidas provenientes de distintos estados desenterraron 30 bolsas con restos humanos de casas abandonadas, pozos y parques públicos, y dejaron al descubierto la inacción, las omisiones, la criminalización y el desinterés del estado hacia las personas desaparecidas.
Al mismo tiempo que apalearon, tuvieron que defenderse de ataques de policías municipales que impedían la búsqueda, agentes investigadores haciendo registro fotográfico y la criminalización del gobernador Enrique Alfaro, quién aseguró que las buscadoras tienen agendas e intereses ocultos.
Esta es la primera Brigada de Búsqueda en Jalisco hecha por colectivos de familiares de personas desaparecidas provenientes de Sonora, Guanajuato, Querétaro, Estado de México, Ciudad de México, Michoacán y Puebla. Esta misma Brigada ha localizado los restos de por lo menos 400 personas y rescatado a otras 150 con vida en distintas partes de México. En esta ocasión las actividades estuvieron marcadas por un ambiente hostil, de confrontación desde las autoridades del Estado y por hallazgos en dos municipios: Villa Corona y Tlajomulco de Zúñiga, ubicados al suroeste de la zona metropolitana.
El trabajo de las madres, hijas y hermanas en búsqueda de personas desaparecidas lo hacen apoyadas por denuncias y reportes anónimos, para luego trabajar con picos y palas. Así lograron sacar hasta 81 cuerpos fragmentados, en espera de identidad.
Esta es la cronología del paso de la Primera Brigada de Búsqueda por Jalisco, encabezada por los colectivos Madres Buscadoras de México y Jóvenes Buscadores de Sonora.
No pasan ni las primeras 3 horas de iniciados los trabajos de búsqueda cuando las buscadoras, guiadas por una denuncia anónima, confirman el primer caso “positivo”: dos osamentas escondidas en el patio árido de una vivienda abandonada en la colonia Lomas del Sur, en Tlajomulco de Zúñiga.
Una llamada anónima lleva al grupo de poco más de 50 personas, mujeres en su mayoría, a una casa verde limón rodeada de maleza, dónde encuentran bolsas que contienen huesos humanos y un overol con manchas de aceite para vehículos. La prenda da esperanza a una mujer que año y medio antes denunció la desaparición de su hijo de oficio mecánico.
La Brigada solicitó apoyo de la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas en Jalisco, de la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas, del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, la Guardia Nacional y la policía municipal días antes, con la advertencia de que esos lugares son vigilados y controlados por grupos de la delincuencia organizada y es común ver a hombres armados amenazándolas mientras realizan las labores de búsqueda. Hasta el momento del primer hallazgo solamente hay 3 elementos de seguridad estatal, quienes miraron desde lejos los riesgosos trabajos de las buscadoras.
Minutos después del hallazgo, la Brigada vuelve a solicitar el apoyo de la policía municipal y estatal, así como de la Guardia Nacional y personal forense para levantar los restos.
“Acabamos de obtener una búsqueda positiva y pedimos más seguridad por la integridad nuestra y demás familias de personas desaparecidas. Tememos por la vida de los compañeros”, informó en redes sociales el colectivo ‘Madres Buscadoras de Sonora’, fundado por la señora Cecilia Flores.
La madre de Alejandro Guadalupe y Marco Antonio, desaparecidos en 2015 y 2019 en Sinaloa y Sonora, dirigió en enero pasado un mensaje a los jefes de los cárteles para pedir que les dejen buscar: “que no nos maten, que no nos desaparezcan, que no nos amenacen, que nos dejen seguir buscando a nuestros hijos”, ante las amenazas que reciben durante los trabajos en campo.
Este hallazgo sólo confirmó lo que seis días antes de la Brigada, durante una manifestación, los colectivos Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos en Jalisco (Fundej) y Entre el Cielo y la Tierra denunciaron: la sordera del gobierno ante una crisis que ha alcanzado a un estado donde se han registrado más de 16 mil desapariciones de personas, de acuerdo con datos oficiales.
“Tenemos cuerpos y cuerpos y restos humanos amontonados en el SEMEFO y sólo nos dicen que ‘hay que esperar confrontas’. Hace exactamente un año nos plantamos en el SEMEFO y a un año no tenemos resultados, hicimos un pliego petitorio, nos prometieron aparatos, personal, reactivos y nada de eso ha sucedido, lo único que se ha cumulado es dolor y restos humanos”, dijo aquel día Guadaupe Aguilar, fundadora de FUNDEJ y madre de José Luis Arana, desaparecido el 17 de enero de 2011.
Más de siete horas después de solicitar la presencia de personal forense y de seguridad, la Brigada aún no tiene respuesta de ninguna autoridad estatal.
“Caminen, caminen”, grita una de las mujeres que sostiene una varilla en la mano al resto de las mujeres que se colocan en fila viendo hacia el Cerro del Gato, en Tlajomulco de Zúñiga. Se detienen y hablan sobre pensar como delincuentes para tratar de encontrar las fosas clandestinas que ellos hicieron. Minutos después llegan policías investigadores para tratarlas como tal.
El segundo día de búsqueda la agenda indica labores en el Cerro del Gato y el fraccionamiento Chulavista.
En el primer punto la Brigada descarta casi de inmediato que ahí haya cuerpos enterrados clandestinamente: “hay que pensar como ellos (los delincuentes), no harían tanto esfuerzo para subir aquí”, dice una de las mujeres al observar el terreno y lo complicado que es moverse en este. En el segundo punto, las labores son interrumpidas por policías investigadores quienes llegan para fotografiar a las buscadoras e impedir la revisión de más viviendas abandonadas. “Ahí no van a encontrar nada”, repiten insistentemente los policías.
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En Casa Jalisco el gobernador Enrique Alfaro lanza un mensaje criminalizante contra los colectivos de búsqueda.
“Hay que tener mucho cuidado con estos esfuerzos de grupos que llegan de no sé dónde a hacer no sé qué… yo lo que le pedí a Fiscalía Especializada (en Desapariciones) y a la Comisión de Búsqueda es que tengamos mucho cuidado porque luego ese tipo de acciones que tienen la buena fe de las familias pueden también estar acompañadas de otro tipo de agendas que no conocemos”, dice en rueda de prensa respecto a las acciones de los colectivos.
En un comunicado oficial se asevera que “en todo momento” la Comisión Estatal de Búsqueda, la Fiscalía del Estado, la Secretaría de Seguridad Pública, el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, las comisarías de Seguridad Municipales y las unidades de búsqueda de los municipios de la Zona Metropolitana de Guadalajara están colaborando con los colectivos para llevar a cabo su labor en los municipios. En ese mensaje el gobierno rechaza que haya impedido las labores de búsqueda.
Las integrantes de la Brigada, colectivos de familiares de personas desaparecidas en Jalisco, activistas y organizaciones de defensa de derechos humanos reaccionan a través de redes sociales con mensajes, posicionamientos y reclamos contra las aseveraciones del mandatario y su comunicado.
Las familias de personas desaparecidas de Jalisco y el colectivo Por Amor a ellxs reprochan las declaraciones del gobernador e insisten en la crisis de desaparecidos y la negligencia de las autoridades mismas que han sido “omisas, sordas y mudas” frente a las desapariciones que desde el año 2020 posicionan a Jalisco a la cabeza con mayor número de personas desaparecidas y de fosas clandestinas a nivel nacional. Solo por desapariciones se tiene el registro de por lo menos 16 mil casos reportados en el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas (RNPDNO).
“Reprobamos las descalificaciones que hace a las madres buscadoras. Si las familias están buscando es porque las autoridades no lo hacen (…). Si las familias están haciendo búsqueda en campo es porque la Fiscalía no investiga adecuadamente”, publicó en sus redes sociales oficiales el colectivo de familiares de personas desaparecidas Por Amor a Ellxs, el cual desmintió al gobernador sobre la supuesta comunicación directa entre las familias y él: “Desde nuestra experiencia podemos asegurar que esto es falso. La oficina del gobernador está cerrada para las familias”.
Al término de la jornada en campo, en la casa de las Carmelitas del Sagrado Corazón, donde pernoctaron las buscadoras durante los seis días de trabajos, la Brigada ofrece una rueda de prensa para responder a los ataques del gobernador.
“No somos un grupo de personas extrañas o con intereses ocultos, somos madres que buscamos a nuestros seres queridos desaparecidos. Venimos para apoyar a las familias de Jalisco en las labores de búsqueda en campo, frente a la ineficiencia y no actuación de las autoridades locales obligadas a localizar a nuestros tesoros”, dice Yadira Estrada, integrante del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, quien busca a su hijo Iván Estrada, desaparecido en febrero de 2020 en Sonora.
Y agrega: “Identificamos que las autoridades en el estado nos limitan a las familias y los colectivos en la participación a través de la violencia psicológica amedrentando y amenazando con que si participan en acciones como estás se verán afectadas en sus procesos”.
Ese día no se reportan hallazgos pese a que buscaron en dos lugares distintos. En el primero las autoridades impidieron que la Brigada ingresara a las viviendas con reportes anónimos de posibles restos humanos enterrados, por la supuesta falta de una orden judicial pese a que la propietaria de una de las casas dio su anuencia para la búsqueda.
En el segundo punto, las madres buscadoras atendieron una pista anónima que indicaba la existencia de una fosa en un parque público a unos 100 metros de las casas que intentaron revisar, sin embargo no localizaron el punto exacto en el parque.
La agenda contemplaba búsqueda en el municipio de Villa Corona, a 45 minutos de la zona metropolitana de Guadalajara, para el traslado, personal de la Comisión de Búsqueda pidió salir en caravana de sus oficinas.
De último momento, cuando las madres están listas para salir al municipio, la Comisión de Búsqueda convoca a un grupo de 5 representantes de la Brigada a reunión con el gobernador Alfaro, la cual provoca un retraso de 6 horas en las actividades programadas, pues algunos funcionarios advierten: “O esperan a que se termine la reunión con el gobernador o se van sin seguridad”.
Bajo esa condición, el resto del grupo que permanece afuera de las instalaciones de la Comisión de Búsqueda espera hasta el término de la reunión en la que se aclaran “dudas e información que generó malentendidos”, según los dichos del gobernador Alfaro. Ahí se acuerda que el estado reforzará el acompañamiento durante las labores de búsqueda y que tendrán apoyo de Fiscalía, la Secretaría de Seguridad y de la Comisión de Búsqueda.
Durante la reunión las 5 mujeres que están con el gobernador permanecen incomunicadas, el resto de las integrantes de la Brigada alertan sobre la situación, pues no fluye información y previamente han compartido con autoridades datos personales, la agenda de actividades en campo y lista de ubicaciones a intervenir.
La zozobra lleva a las buscadoras a ponerse en alerta, la situación las hace sospechar de que los lugares que ese día visitarán para búsqueda estén siendo “limpiados” antes de su llegada.
La Brigada de Búsqueda reanuda sus trabajos programados en el municipio de Villa Corona. Cinco minutos después de su arribo localizan osamentas en un pozo de construcción antigua de unos 3 metros de profundidad, ubicado en un campo abierto del lugar conocido como Mirador de Atotonilco el Bajo.
En esta ocasión la Brigada está acompañada por agentes investigadores de la Fiscalía; sin embargo, éstos entorpecen las labores: encabezaron la caravana a baja velocidad, lo que provocó que el trayecto de 45 minutos se alargara por más de 2 horas, no cuentan con equipo necesario para proceder ante el hallazgo -como cuerdas, guantes o escaleras- y no apoyan en las labores de localización.
Los colectivos tienen que solicitar apoyo de Protección Civil y esperar a su llegada para bajar al fondo del pozo de manera segura, verificar el hallazgo y dar paso a los forenses para recabar los restos óseos.
Este día reportan un “positivo”.
Con más de 30 denuncias anónimas de sitios dónde podrían localizarse fosas con restos humanos, la Brigada vuelve a Tlajomulco de Zúñiga, uno de los municipios con mayor número de cadáveres exhumados de fosas clandestinas en todo México. Solo en 2021 se registraron hasta 277 cuerpos, de acuerdo al Registro Nacional de Fosas Clandestinas y Cuerpos Recuperados. Es este mismo municipio fue donde se localizó una de las fosas clandestinas más grandes del país: en noviembre de 2019, en la colonia El Mirador se descubrió una megafosa de donde extrajeron los restos de 171 personas.
Ahí, las casas a medio construir o abandonadas son ocupadas por cuerpos desmembrados ocultados en bolsas negras debajo de la tierra. Frente a esas casas el panorama parece distinto, hay parques públicos con juegos infantiles y canchas de fútbol o básquetbol donde todos los días corren, gritan y ríen hombres, mujeres y niños sin imaginar que bajo sus pies hay cuerpos y restos de personas que fueron enterradas de manera clandestina como los que yacen en aquellas casas sin puertas ni ventanas.
Apenas sale el sol y en el fraccionamiento Chulavista, a unos 100 metros de un parque público, las buscadoras rastrean en viviendas abandonadas y en una zona con pasto crecido cercana a una vivienda en obra negra.
Pasan las horas entre el cansancio y la esperanza. Este día hay más casos positivos en ese lugar. Las mujeres descubren restos humanos en 7 bolsas en una fosa clandestina cavada en campo abierto.
“Regresen al parque, van a encontrar una señal”, indica un hombre a través de una llamada anónima al teléfono 6623415616 que las buscadoras ponen a disposición para recibir denuncias sobre la ubicación de fosas clandestinas. Tras la llamada las buscadoras vuelven al sitio donde dos días antes buscaron sin obtener resultados positivos. Ahí les dejaron una marca indicando el lugar dónde hay restos humanos enterrados.
“En el día un parque de diversiones para niños, en las frías noches se convierte en el cementerio clandestino de miembros de la delincuencia”. Así fue cómo los Jóvenes Buscadores dan a conocer la localización de restos óseos enterrados a unos metros de los juegos de un parque público donde unos jóvenes jugaban básquetbol mientras ellos hurgaban bajo la tierra.
“Cuántas personas han estado aquí jugando, por cuánto tiempo sin imaginarse que andaban brincando arriba de una persona que una familia lo está buscando, que una familia está sufriendo su ausencia”, dice Cecilia Flores tras el hallazgo.
24 horas después de intentar ingresar a viviendas abandonadas en el fraccionamiento Chulavista, un juez libera la orden que esperaba la Brigada para buscar en el interior de al menos 10 casas que no están en zonas aisladas, sino al lado de otras viviendas habitadas por adultos y menores.
Ahí, en Tlajomulco de Zúñiga, la vida cotidiana no se interrumpe: mientras unos niños juegan fútbol en la calle, unas madres desentierran restos humanos del lugar en que debería haber un jardín. Podría ser una escena de una película de terror dónde las casas habitadas comparten pared con otra casa de paredes despintadas, puertas rotas, maleza y basura que esconde cuerpos que tendrán que armarse como rompecabezas.
Una patada, un pase y un tiro para gol. Por unos minutos mujeres con playeras que llevan fotografías con nombres de mujeres y hombres desaparecidos dejan las palas y se unen a jugar con tres niños que convierten la calle en un campo de fútbol.
Después de la “cascarita”, las mujeres toman agua fresca que un vecino del lugar lleva a las brigadistas. Pasan las horas. La intervención de los colectivos en 10 casas de la etapa 9 del fraccionamiento da positivo en cinco de estás. Ahí se localizan fosas con al menos 5 bolsas con restos humanos.
En estados como Sonora, las fosas están en lugares deshabitados, lejos de la mancha urbana, en ejidos a las afueras de la ciudad, en cerros, en la periferia. En Jalisco, la vida convive con la muerte y el horror.
En fotografía: Los sitios en zonas habitacionales de Jalisco donde los grupos delincuenciales han enterrado cuerpos de manera clandestina, sorprendieron a la Brigada de Búsqueda. Crédito: Twitter Madres Buscadoras de México
“Tras el abandono llega el horror que nadie nunca antes vio. La tragedia de Jalisco y sus desaparecidos bajo las fincas de nadie”, señalan las Madres Buscadoras de México en su cuenta de Twitter.
Cecilia Flores asegura que tras conocer la dinámica en torno a las fosas clandestinas en Jalisco, iniciará trabajos de búsqueda en zonas similares en su entidad: “Ahora que vaya a Sonora me voy a concentrar en las colonias donde hay casas vacías porque a lo mejor ahí están los cuerpos que buscamos”.
Flores, carteles, palabras de agradecimiento, velas y abrazos. Agradecer y celebrar la vida en medio de la muerte.
Por la mañana Baudelia Castillo, quien busca a su hijo José Guadalupe desaparecido en septiembre de 2017, entró a casas abandonadas y excavó en busca de restos humanos. Por la noche, fue sorprendida por jaliscienses con un pastel y las mañanitas al llegar a la casa de las Carmelitas.
Baudelia y sus compañeras son reconocidas por jaliscienses que acuden de forma voluntaria al lugar donde pernoctaron las integrantes de la Brigada durante su estancia en Jalisco. Van en respuesta a un llamado en redes sociales: “Concentración de agradecimiento a las buscadoras. El gobernador las desprecia, nosotras las abrazamos”.
“Agradecerles el apoyo, la solidaridad, la empatía que han mostrado a nuestra causa, a nuestra lucha, no esperábamos la verdad este agradecimiento y apoyo que nos han dado. Jalisco es un lugar olvidado por parte de las autoridades para la búsqueda de los desaparecidos, igual que el estado de Sonora y otros estados y tenemos que hacer nosotros el trabajo, no podemos quedarnos cruzados de brazos esperando que las autoridades los busquen porque nunca ha sucedido”, dice Cecilia Flores en agradecimiento antes de terminar la velada.
El agua bendita cae sobre los huesos y la tierra. Se escucha una voz que pide formar un círculo alrededor del hoyo que acaba de ser cavado. Hombres y mujeres con chalecos de la Comisión Estatal de Búsqueda se miran entre ellos, las mujeres de la Brigada excavaron en un lugar reportado anónimamente y encontraron restos humanos.
La fosa se encuentra en un campo abierto. A unos metros hay 3 casas más con osamentas.
Las buscadoras excavaron y recuperaron cuerpos. Han pasado ya seis días y las autoridades continúan repitiendo sus prácticas de dilación: tras 24 horas de la solicitud de maquinaria para limpiar un predio donde se registran positivos, el ayuntamiento de Tlajomulco de Zúñiga sigue sin responder.
El bloqueo, criminalización y negligencia de las autoridades no impide que las personas que conforman la Primera Brigada de Búsqueda en Jalisco, en su mayoría mujeres, busquen y registren decenas de reportes anónimos, para seguir las pistas y encontrar los restos óseos de aproximadamente 30 personas en 9 casas y 3 puntos en campos abiertos.
“Sabemos que lo único que ha dado resultados es buscarlos debajo de la tierra. Luchar para traerlos de vuelta a casa, no hacerle caso a las autoridades que nos inhiben de buscar porque nosotros a ellos los perjudicamos con las estadísticas tan grandes que tenemos. ¿A quién creen que perjudicamos con todo lo que pasó en Chulavista, en Tlajomulco? A las autoridades”, dice Cecilia Flores, en el Foro virtual “¿Qué sigue después de la búsqueda en Jalisco”, organizado por el medio ZonaDocs.
En las viviendas donde la Brigada localizó fosas, las autoridades estatales continúan los trabajos. Hasta el 16 de marzo, en 7 de las 9 viviendas se han localizado 221 bolsas con restos humanos de 81 personas, aún hay 2 fincas pendientes de ser trabajadas.
«Santa María, madre de dios y madre nuestra, ruega por ellos y por nosotros los pecadores ahora y a la hora de nuestra muerte, amén». Un aplauso interrumpe la oración conjunta. Por unos segundos hay silencio. Se rompe con la voz de una mujer, ella dice la última frase antes de terminar la jornada del día seis de trabajos de la Brigada: “Venimos por ti corazón, ya te vas a tu casa”.
La primera Brigada de Búsqueda en Jalisco termina en Tlajomulco de Zúñiga, el mismo municipio donde empezó y dónde localizó en seis días decenas de cuerpos enterrados clandestinamente. Las madres, hermanas, esposas e hijas que integran la Brigada se van con más de 50 denuncias anónimas relacionadas con presuntas ubicaciones de fosas clandestinas, con la promesa de que en mayo continuarán los trabajos en campo con una segunda Brigada de Búsqueda y la experiencia de que al buscar, en Jalisco, los ataques vienen desde el gobierno.
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*Analy Nuño es periodista mexicana freelance. Se ha especializado en derechos humanos, grupos indígenas, defensa del territorio y víctimas de la violencia.
www.adondevanlosdesaparecidos.org es un sitio de investigación y memoria sobre las dinámicas de la desaparición en México. Este material puede ser libremente reproducido, siempre y cuando se respete el crédito del autor y de A dónde van los desaparecidos (@DesaparecerEnMx).
Fotografía de portada: Twitter de Jóvenes Buscadores de Sonora
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