Durante una protesta pacífica en contra de las obras del complejo urbano Mítikah, al sitio de trabajo llegaron cientos de personas que, vestidas como obreros, resguardaron las obras que se llevan sobre la calle Real de Mayorazgo
Texto y foto: Arturo Contreras Camero
CIUDAD DE MÉXICO.- Cerca de 300 personas llegaron la tarde de este martes a la calle Real de Mayorazgo. Llegaron en camiones de transporte concesionado (los verdes de ruta). Entraron a la construcción del centro comercial de Mítikah, en el pueblo de Xoco, y salieron vestidos de obreros, con cascos blancos y chalecos. La mitad se apostó en el tapial este de la obra y otro en el del oeste, parecían dispuestos a proteger el megaproyecto de los vecinos que se manifestaban a unas cuadras.
Desde hace poco más de 10 años la empresa Fibra Uno, junto con el taller de arquitectura de Sordo Madaleno, reconocido por sus plazas comerciales y grandes proyectos de lujo, llegaron al pueblo para cambiar su cara. Empezaron la construcción de un complejo urbano de siete torres, entre ellas la más alta de la ciudad. Los costos sociales, los han absorbido los vecinos.
Este domingo 30 de enero, la empresa cercó un tramo de unos 200 metros de la calle Real de Mayorazgo en su cruce con Puente de Xoco. Los vecinos que están en contra del proyecto acusaron que la.obra está secuestrando un pedazo de la calle, que quedará privatizado como una terraza arbolada que será parte de la plaza comercial, pero que según dicen los constructores, quedará como un espacio abierto.
El martes 1 de febrero, a las cinco de la tarde, los vecinos de la Asamblea del pueblo de Xoco convocaron a un cierre de ambos sentidos de Avenida Universidad para manifestarse en contra de la apropiación de la calle. Horas antes, llegaron varios camiones a las calles aledañas a la construcción, de ahí bajaron los supuestos trabajadores.
«Esto es una clara confrontación», acusó Elizabeth Álvarez, una de las vecinas del pueblo de Xoco que están en contra de que la obra de Mítikah ocupe el espacio público.
Está no es la primera vez que desde Mitikah se adoptan actitudes confrontativas y de agresión hacia los vecinos, como una experiencia que tuvieron hace unos meses, según cuenta Elizabeth
«Hubo un problemita porque no dejamos que trabajaran, nos plantamos, entonces, desde adentro de la obra salieron como tres personas, nos aventaban tierra porque decían que estaban haciendo unos agujeros, incluso, mandaron a un trabajador a gritarnos leperadas. Aquí estaba Álvaro (otro de los vecinos), y le empezó a decir que nos dejara tranquilas, entonces uno de los chamacos, con la pala, se le fue encima, me imagino que son órdenes de sus jefes para actuar así, y cuando le soltó el palazo, Álvaro pudo darle un cachetadón, que se fue para atrás», cuenta una vecina.
Al momento los vecinos llamaron a una patrulla, pero los trabajadores ya habían llamado a sus compañeros. Elizabeth recuerda cómo uno de los jefes de los trabajadores se acercó a ellas y les dijo: «Que les parece que les baje a 100 de mis gentes, para que vean».
Este martes, la amenaza se hizo presente. Aunque la constructora pareciera no actuar en balde, el 14 de agosto del año pasado, los integrantes de la Asamblea de Xoco retiraron unos tapiales que había colocado la empresa y que impedían el paso peatonal sobre la calle.
A pesar de que la constructora ya se adueñó de la calle, los vecinos no planean ejercer algún tipo de acción directa en contra de los tapiales que colocaron en esta ocasión, pues temen la reacción que eso pudiera significar.
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