27 junio, 2021
Luego de que en 2020 fue suspendida debido a la pandemia por covid-19, esta edición, la marcha número 43, salió nuevamente a tomar las calles y agitar banderas… y cubrebocas
Texto y fotos: Belén Kemchs
CIUDAD DE MÉXICO.- Este sábado 26 de junio, miles de integrantes o personas aliadas de la comunidad LGBTI+ marcharon desde el Ángel de la Independencia, sobre Paseo de la Reforma, Avenida Juárez, Avenida Hidalgo, Eje Central, 5 de Mayo y hasta llegar al Zócalo de la Ciudad de México para exigir equidad, derechos, alto total a la violencia y justicia por los que han sufrido o ya no están.
Luego de que en 2020 fue suspendida debido a la pandemia por covid-19, esta edición, la Marcha del Orgullo número 43, salió nuevamente a tomar las calles y agitar banderas.
Desde antes de las 12 del día, colectivos diversos se reunieron en la Glorieta del Ángel de la Independencia para dar inicio al ambiente festivo; pero con una peculiaridad, debido a que la pandemia de covid no ha concluido, en esta ocasión el gobierno capitalino no autorizó el paso de los enormes carros alegóricos llenos de música que se han popularizado hacia los últimos años en estas manifestaciones.
Algunos extrañaron el ambiente musical que acompañaba la caravana como en años pasados, pero la mayoría reconocía que este año se vivió un ambiente más real ya que las marcas no pudieron apropiarse de su espacio.
Para Kenya Cuevas, directora de Casa de las Muñecas Tiresias y directora del primer albergue para personas trans en América Latina, esta edición fue una marcha real, una marcha de reclamo y de justicia que visibilizó a la gente de la comunidad que el gobierno no ha querido atender en cuanto a sus derechos. “Fue un día histórico para México” enfatizó.
En los últimos años los colores de la diversidad fueron opacados por las estrategias de marketing, con un fenómeno llamado “social washing”, que son campañas que te invitan a consumir algo con la promesa de que parte de las ganancias serán donadas a cierta causa, en este caso la causa pueden ser albergues o asociaciones que ayudan a la comunidad LGBTQI+
Para muchos este tipo de prácticas comerciales no es otra cosa más que hipocresía, como lo mencionó María J. quien se alegra que este año no haya venido Uber con su camión: “Mucho viva el pride, pero seguramente sus políticas laborales al interior no son de apoyo, solo quieren tener una buena imagen de inclusión.”
Apropiarse del discurso inclusivo de la comunidad LGBTI+ le ha funcionado a muchas grandes marcas comerciales, pero este 2021 se abrió la oportunidad de crear un parteaguas para que la protesta vuelva a ser una protesta libre de consumismo.
Bajo los puentes de la Glorieta de los Insurgentes, surgió uno de los contingentes más radicales de esta marcha, integrado por personas que tenían como común denominador el hacerse llamar “movimiento anti pride” ya que sus protestan van fuertemente ligadas a estar en contra de las marcas que se quieren apropiar del movimiento.
“No vayan a comprarles a ellos, ellos no están realmente interesados en nosotros, mejor vayan con la banda que forma parte de la comunidad y que más necesita” era parte del discurso que clamaban por medio de un altavoz al caminar por la calle de Génova en Zona Rosa, una calle muy caracterizada por ser demasiado comercial.
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