Una bala perdida que entró por la puerta del salón de clases y que impactó en la estudiante de 18 años es, hasta el momento, la versión oficial que explica la muerte de Aideé Mendoza en el CCH Oriente. Aunque es la versión establecida por la Procuraduría General de Justicia capitalina, la dependencia lo investiga como un feminicidio. Aquí las razones
Texto: Arturo Contreras Camero
Foto: Ximena Natera
Desde el segundo día de investigación la muerte Aideé Mendoza se trata como si fuera un feminicidio. La estudiante del CCH Oriente falleció el lunes pasado después de recibir una bala dentro de su salón de clases. Con los datos que se conocen de su muerte no es aún clara. ¿Por qué se investiga como feminicidio?
De acuerdo con información de funcionarios de la PGJ de la Ciudad de México, el protocolo de investigación por feminicidio se activa cuando en el hecho investigado hubo un abuso sexual contra la víctima; por el grado de violencia con el que se realizó la muerte; porque existía una relación sentimental entre el agresor y la víctima; o porque el cuerpo haya sido exhibido.
A pesar de que las investigaciones hasta el momento no cumplen con ninguna de esas características, la procuradora General de Justicia de la ciudad, Ernestina Godoy, informó que en el delito se aplicarían los protocolos de investigación de feminicidio. De acuerdo con los funcionarios de la Procuraduría, esto obedece a una razón.
La procuradora les ordenó que aplicaran el protocolo a cualquier homicidio contra una mujer sin que de entrada se cuente necesariamente como tal; y conforme avance la investigación ese protocolo se podrá descartar o no.
Esta decisión, explicaron especialistas que pidieron no ser mencionados por su nombre, obedece a la determinación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que dictó que el caso de Mariana Lima se dictaa como feminicidio. Entre las medidas de no repetición que dictó la Corte en ese momento, toda muerte violenta de una mujer debe ser investigada, desde el inicio, como un feminicidio. Tal y como está pasando con el caso de Aideé Martínez.
El 27 de junio de 2010, Mariana Lima le había contado a su mamá, Irinea Buendía, su intención de terminar su matrimonio. Pero al día siguiente fue hallada asesinada. En ese momento, las autoridades del Estado de México, donde ocurrió la muerte, decidieron tratarla como un suicidio. Después de seis años de lucha legal, Irinea logró que el caso se investigara como feminicidio y que se aprehendiera al entonces esposo de Mariana como culpable del femincidio.
Hasta el momento, el caso de Aideé Mendoza sigue este mismo protocolo, sin embargo, no se conoce cómo se están llevando a cabo las diligencias periciales de la investigación, por lo que no se sabe si los peritos están tomando en cuenta medidas de género durante sus investigaciones.
Los avances en el caso se han difundido entre la prensa a través de filtraciones de peritos y miembros de la Fiscalía, por lo que no hay una certeza de que se estén llevando a cabo con perspectiva de género. De acuerdo con funcionarios de la Fiscalía, hasta el viernes 3 de mayo, se mantenía la investigación como feminicidio.
Aideé Mendoza, estudiante del sexto semestre del CCH estaba en una clase de recursamiento de matemáticas junto con otros 10 alumnos, entre las dos y media y tres de la tarde. De acuerdo con la Procuraduría, todos los presentes en salón coinciden que escucharon un sonido parecido al de una botella de sidra cuando se destapa. En el momento, Aideé gritó y al poco tiempo se desvaneció.
La joven fue llevada a los servicios médicos de la escuela y 50 minutos después una ambulancia la llevó al hospital regional del ISSSTE General Ignacio Zaragoza, que se encuentra a unos pocos minutos de la escuela.
En el trayecto, los paramédicos de la ambulancia diagnosticaron un infarto al miocardio, y no fue hasta que llegó al hospital que se le pudo encontrar una herida de bala muy pequeña. Por el tamaño de la herida se pensó que debió de haber sido un proyectil de calibre pequeño, .22 tal vez, sin embargo, investigaciones posteriores de la Procuraduría señalaron una bala de calibre .9, como las que usan las pistolas automáticas o como las que usan los policías de la ciudad.
Durante los primeros días de la investigación se creyó que la bala había sido disparada dentro del mismo salón, aunque el jueves pasado, 2 de mayo, se reforzaría la idea de que el proyectil procedía desde fuera del aula, y que había entrado por la puerta, cerca de la cual se encontraba Aideé.
De acuerdo con esa versión, el arma debió haber sido disparada a una distancia de entre 150 y 300 metros del salón de clase, fuera de los terrenos del colegio, desde un lote baldío. En la supuesta dirección de la que pudo haber venido la bala también se encuentra una base de la Marina, dentro del rango de distancia mencionado.
El viernes 3, el diario El Universal publicó que supuestamente el arma se había disparado desde una de las áreas verdes de la escuela durante una riña entre un narcomenudista, supuestamente conocido como “El Dany”, y un estudiante de la escuela.
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