Después de recibir informes anónimos, integrantes de la Brigada Nacional de Búsqueda hallaron restos que presuntamente corresponden a cuerpos humanos, en lo que sería una fosa clandestina en Querétaro. Colectivos y familiares de personas desaparecidas registran más de mil casos en la entidad
Texto: Alejandro Ruiz
Fotos: Comisión Nacional de Búsqueda
QUERÉTARO.- Puerta de Alegrías es una comunidad del municipio de San Juan del Río, ubicada en el kilómetro 17 de la carretera federal número 120 Galindo-Amealco.
Ahí, y al borde del camino, se encuentra la “barranca de Los Zúñiga”, una cañada que en los últimos años se ha convertido en un basurero clandestino que entre sus rocas y malezas alberga un oscuro secreto a voces que en las últimas semanas ha salido a la luz: el lugar es una probable fosa clandestina.
Para los pobladores de la localidad esto no es ninguna sorpresa, pues de acuerdo con Yadira González, quien desde el 2006 busca a su hermano Juan González, y que además es integrante de la Brigada Nacional de Búsqueda y representante de la organización Desaparecidos Querétaro, desde el 2019 existe un trabajo con la Fiscalía General de la República (FGR) para realizar una búsqueda en la zona.
“Habíamos recabado testimonios de varios informantes anónimos que señalaban a este lugar como un lugar donde se tiraban cuerpos”, relata Yadira González, “ante esto comenzamos a hacer las gestiones con la Fiscalía General de la República desde el 2019, pues cada vez había más consistencia en los relatos de los informantes.”
Pese a que el trabajo coordinado con la FGR había arrojado a la “barranca de Zúñiga” como un lugar en donde probablemente se encontraran restos humanos, los trabajos de búsqueda e investigación se detuvieron durante el 2020 debido a la pandemia por el covid-19.
Durante el 2020 los trabajos de búsqueda se vieron interrumpidos, y no pudo realizarse una visita al sitio, puntualiza Yadira González, “sin embargo comenzamos a planear el inicio de los trabajos de búsqueda desde hace meses, es hasta este año cuando después de recibir otro informe anónimo sobre la zona, se acordó iniciar los trabajos.”
La búsqueda comenzó el día lunes 22 de marzo, y tras una jornada de 10 horas se encontró el primer evento en donde se hallaron restos óseos que probablemente pertenezcan a un cuerpo humano.
“El primer día comenzamos la búsqueda en un punto de interés”, señala Yadira González “ahí comenzamos a bajar por la cañada. Es una zona muy difícil, con muchas rocas y maleza, por lo que la brigada de rescate comenzó a hacer los trabajos para identificar un camino para que pudiéramos descender a pie. Fuimos quitando yerba, hojarasca y basura. Después encontramos tres vehículos, y posterior a eso hicimos el primer hallazgo”
Durante esta primera jornada de búsqueda se registraron tres eventos en donde se encontraron presuntos restos óseos humanos, uno de ellos en estado de incineración, ubicados en tres puntos distintos alejados entre sí, por lo que se presumen puedan corresponder a tres cuerpos distintos.
Los elementos de la FGR aseguraron los indicios para someterlos a las pruebas de peritaje que permitan dictaminar si efectivamente se tratan de restos humanos.
Diversas organizaciones y colectivos de familiares en búsqueda de desaparecidos de todo el país encabezaron los trabajos en la zona, concretamente las organizaciones de Desaparecidos Querétaro, Justicia y Dignidad Veracruz, Guerreras Buscadoras de Sonora, Madres Igualtecas, Familias Resilientes de Morelos, Asociación de Familiares de Detenidos y Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos en México y el colectivo Hasta Encontrarte del estado de Guanajuato.
De igual forma, la jornada de búsqueda estuvo acompañada por elementos de la Guardia Nacional, la SEDENA, la FGR, Protección Civil del municipio de Querétaro, Cruz Roja Querétaro y el Centro Regulador de Urgencias Médicas de Querétaro (CRUM).
Asimismo, se contó con la presencia de la Comisión Nacional de Búsqueda, la Brigada Nacional de Búsqueda, la Red de Enlaces Nacionales y la Brigada de Paz Marabunta, quienes auxiliaron a los más de 40 familiares que participaron en las acciones de búsqueda en la zona.
En el Informe titulado Fosas clandestinas y registro nacional de personas desaparecidas o no localizadas, publicado por el Gobierno Federal en enero del 2020, se reconocen 438 casos de desaparición en el estado de Querétaro de los años 60 al 31 de diciembre del 2019.
Sin embargo, y de acuerdo con diversos colectivos y organizaciones de familiares desaparecidos en la entidad, esta cifra no refleja todos los casos que desde la sociedad civil se han documentado en los últimos años.
“Nosotros estimamos que la cifra de personas desaparecidas y no localizadas rebasa los mil casos en la entidad” señala Yadira González.
Para Yadira, quien desde el 2009 también es integrante de la Red de Enlaces Nacionales, la razón de esta falta de información está motivada por los intereses políticos de los diversos gobiernos estatales que han hecho caso omiso a las demandas de los colectivos de familiares de personas desaparecidas.
“En el 2009 diversas organizaciones habíamos logrado abrir mesas de trabajo con representantes de la Fiscalía Estatal y de la Secretaría de Gobernación del Gobierno del Estado. Sin embargo, en el 2016 las mesas se suspendieron bajo el argumento de que se iba a capacitar a los funcionarios públicos. Hasta la fecha no se han vuelto a abrir.” Señala Yadira González.
El 9 de febrero del 2018, Rafael Adrián Avante Juárez , en ese entonces subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación del gobierno de Enrique Peña Nieto, sostuvo una reunión de trabajo a la que estaban convocados el titular de la Secretaría de Gobernación del Estado de Querétaro, Juan Martín Granados Torres, y el Fiscal General del Estado, Alejandro Echeverría Cornejo.
En la reunión, celebrada en las instalaciones de la fiscalía estatal, también estaban familiares de personas desaparecidas en la entidad, quienes previamente habían sostenido una reunión con Avante Juárez y el gobernador del estado de Querétaro, Francisco Domínguez Servién. El motivo: reanudar las mesas de trabajo para atender las carpetas de investigación de las desapariciones en el estado.
Al arribar a las instalaciones de la FGE, las familiares y funcionarios se percataron que ni Granados Torres, ni Echeverría Conejo habían atendido la convocatoria, tan sólo repararon en enviar representantes que no podían tomar ninguna decisión respecto a los puntos acordados a tratar.
“Habíamos avisado de esta mesa de con bastante tiempo de anticipación” señaló en ese entonces Rafael Avante, quien después lamentó la ineficacia de la FGE y del gobierno del estado para atender las demandas de las familias en búsqueda de personas desaparecidas.
“Políticamente al gobierno del estado no le conviene reconocer que hay desaparecidos y violencia en la entidad” afirma Yadira González.
“Es momento que el estado recapacite” continúa “pues aunque aparentemente no estamos en un escenario tan crítico como Tamaulipas, Guadalajara, Michoacán o Guanajuato, la realidad es que en Querétaro existen estos problemas y poco a poco van saliendo a la luz. Esto puede dispararse si no se atiende, pues no son problemas aislados, no es el crimen o la delincuencia de otros estados quienes vienen a tirar a nuestra gente, en Querétaro existen estos lugares de terror y hay que encontrarlos.”
En enero del 2020 el delegado en Querétaro de la Secretaría de Gobernación federal, Joaquín de la Lama, respondió a las declaraciones del titular del gobierno del estado en donde afirmaba que “a los ojos de los queretanos aquí trabajamos de forma coordinada y no tenemos nosotros indicios de que haya crimen organizado en el estado de Querétaro.”
En conferencia de prensa, De la Lama afirmó que en el estado sí existe la presencia de grupos del crimen organizado, principalmente en los municipios limítrofes que colindan con los estados de Michoacán y Guanajuato, particularmente en Amealco y Corregidora.
El 15 de enero, un día después de las declaraciones que De la Lama dio a los medios de comunicación, el dirigente del cartel Unión Tepito, Alexis Osmar Flores Díaz, fue detenido en una de las principales avenidas de la capital queretana. Ante esto, el titular del ejecutivo estatal, Francisco Domínguez, declaró que eso no significaba que en el estado operaran carteles del crimen organizado, y calificó de “irresponsables” las declaraciones del funcionario federal.
Sin embargo, y de acuerdo con David Saucedo, analista en temas de seguridad en el estado de Guanajuato, la guerra de carteles que se disputan el control de la región del bajío habría llegado a Querétaro desde hace un par de años.
En el reportaje titulado “El Marro Vs. El Mencho: La batalla por Querétaro”, publicado por el portal periodístico POPLAB en diciembre del 2019, Saucedo detalla que en la entidad operan los carteles Jalisco Nueva Generación (CJNG), Santa Rosa de Lima, Los Caballeros Templarios y La Familia Michoacana.
La presencia de estos cárteles está esparcida por toda la región cercana a los estados de Michoacán y Guanajuato, particularmente en los municipios de San Juan del Río, Amealco de Bonfil, Huimilpan, Pedro Escobedo, Corregidora y la propia capital del estado.
Las actividades que estos grupos realizan en la entidad van más allá del tráfico de narcóticos, pues en los últimos años se han registrado hechos ilícitos como la trata de personas, extorsión, abigeato y el huachicoleo, del cual, tan solo del 2018 al 2020 y de acuerdo al titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval, en el estado se han registrado 418 tomas clandestinas, de las cuales 248 corresponden al municipio de San Juan del Río.
“Nosotros tenemos informes de que la zona de la barranca de Zúñiga está cerca de tomas de huachicol y de presuntos narcolaboratorios ” relata Yadira González.
“El gobierno de Querétaro quiere seguir haciéndonos creer que esto no está sucediendo en el estado” continúa Yadira “pero la información está comenzando a abrirse, cada vez recibimos más informes de que en el estado hay más puntos donde podrían encontrarse cuerpos.”
“Es urgente que el estado reconozca esta problemática para trabajar en conjunto en la localización de nuestros familiares” puntualiza Yadira González.
Y agrega “Nosotros no estamos peleados con el estado o las instituciones, ni queremos hacer la guerra al crimen organizado. No buscamos responsables ni culpables: buscamos a nuestros familiares. Lo único que queremos encontrar es lo que nos hace falta en nuestra casa: a nuestros familiares, un pedazo de nuestro corazón y nuestra alma.”
Para Yadira esta búsqueda es también un mensaje para el estado, pues incitan a las autoridades estatales a retomar los diálogos y mesas de trabajo que desde hace 5 años se vieron pausados y apoyar los trabajos de búsqueda en los distintos puntos que los colectivos y organizaciones de familiares en búsqueda de personas desaparecidas han identificado en la entidad.
Esta primera búsqueda, la cual concluyó el pasado 26 de marzo, es tan sólo el punto de arranque para abrir nuevas rutas de investigación que permitan a las familias de las personas desaparecidas acceder a la justicia y paz que por años han buscado.
“Necesitamos que los trabajos continúen”, señala Yadira González, “vamos a regresar a la zona a hacer un trabajo más minucioso, en perímetros más chicos y en puntos de interés, aunque no descartamos que se tenga que buscar en toda la barranca.”
“Al imaginar que pudiera ser alguna parte del cuerpo de mi hermano lo que quieres hacer es arañar la tierra para buscarles y encontrarles. Pues en este país, y en esta vida, nadie merece ser desaparecido. Cueste lo que cueste tenemos que hacerlos regresar y dejarlos en el lugar que pertenecen. Tenemos que regresar a sus familias un poco de la paz que perdieron.”
Yadira González
Los colectivos y organizaciones de familiares en búsqueda de personas desaparecidas invitan a la sociedad queretana a que reflexionen y se den cuenta de lo que está pasando en el estado. E invitan a que si conocen de alguna información que pudiera ayudarles en su búsqueda se acerquen a ellos para que las y los miles de desaparecidos en este país puedan regresar a casa con sus familias.
Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.
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