11 marzo, 2021
Entre alusiones y vítores a la industria que viene y a los empleos que traerá, la Cámara de diputados aprobó la Ley Federal para la Regulación del Cannabis; el autocultivo y las asociaciones quedan muy restringidas. El sistema de licencias prevé favorecer a las grandes empresas en un mercado que se espera dejará ingresos fiscales hasta de 18.7 millones de pesos anuales
Texto: Arturo Contreras Camero
Fotos: María Ruiz
CIUDAD DE MÉXICO.- Con la aprobación del uso de la cannabis, los diputados abren la puerta al cultivo industrial de cannabis y cáñamo. Según repitieron diversos legisladores, la aprobación de la marihuana traerá alivio a la economía golpeada por la covid-19, generará empleos, terminará con el control del crimen organizado en ciertas áreas y pondrá a México en la senda de ser uno de los máximos productores del mundo; sin embargo, ciudadanos y asociaciones critican lo aprobado no terminará con la extorsión y los estigmas por el consumo de la droga.
Con 129 votos en contra, 23 abstenciones, y 316 arrolladores votos a favor, liderados por la mayoría de Morena, la Cámara de Diputados aprobó el dictamen que crea la Ley Federal para la regulación del Cannabis y varias reformas a la Ley General de Salud y del Código Penal Federal. La aprobación no tomó más de tres horas, sin embargo, la sesión se alargó por más de 12 horas.
Hasta el cierre de esta edición, los diputados realizaron tres reservas que proponen cambios a por lo menos cuatro artículos, relacionados con la producción industrial del cáñamo. A pesar de que la mayor parte de la iniciativa ya fue aprobada, las reservas deberán ser discutidas nuevamente en el Senado para seguir con el proceso legislativo.
El pasado 19 de noviembre el Senado aprobó una primera versión de este dictamen. Las principales modificaciones del dictamen aprobado por los diputados se concentran en permitir a los usuarios de la droga poseer hasta 28 gramos de cannabis psicoactiva. Si una persona tiene más de 28 y hasta 200 gramos, se le podrá imputar una sanción administrativa que va de los 5 a los 10 mil pesos. Si es más de esta cantidad, la multa podría ir hasta los 268 mil pesos.
Como no se retiran las penas por posesión, no se descarta que los consumidores de marihuana dejen de ser extorsionados o discriminados por agentes del Estado.
Para fines de autoconsumo, una persona podrá poseer hasta seis plantas de cannabis, y hasta ocho si en el domicilio vive más de un consumidor. Para el cultivo industrial se darán licencias en las que a una persona se le permitirá sembrar hasta una hectárea al aire libre o mil metros cuadrados de superficie techada.
Ningún menor de edad podrá consumir marihuana, ni tampoco venderla, cosecharla, procesarla o realizar alguna actividad relacionada con ella. Tampoco se podrá consumir marihuana frente ellos o cerca de cualquier otra persona que no haya manifestado su consentimiento. Eso no deberá ocurrir en escuelas, edificios públicos o espacios libres del humo de tabaco, ni puntos de concurrencia masiva donde pudieran haber menores como centros comerciales, parques, estadios o instalaciones deportivas.
Para fines industriales se expedirán cuatro tipos de licencias: de cultivo, transformación, comercialización, así como importación y exportación. La licencia de investigación se entregará de manera especial a laboratorios, universidades e institutos especializados.
El Instituto Mexicano para la Regulación y Control del Cannabis será el encargado de otorgar y revocar estas licencias. También, de desarrollar políticas de prevención y tratamiento de adicciones así como verificaciones a los licenciatarios.
Una persona, física o moral, podrá tener más de un tipo de licencias; el Instituto decidirá cuántas licencias de un tipo entrega a una sola persona; los cultivadores sólo podrán vender sus productos a quien tenga licencias de transformación (la procesa para su uso); ellos, a su vez, sólo podrán venderla a personas con licencias para comercializar.
Diversos legisladores y activistas han criticado este modelo de integración vertical de mercado, pues favorece a las empresas que puedan realizar todo el proceso completo y deja a los productores en una posición de desventaja al no poder vender directamente sus productos.
Los pueblos indígenas, los campesinos y otras comunidades marginadas deberán tener atención prioritaria para la entrega de licencias de cultivo, transformación y comercialización, esto como forma de resarcir los daños ocasionados a estas comunidades por la prohibición.
Cerca de las siete de la noche, los cientos de personas que se concentran en el Plantón 420, una concentración de consumidores de marihuana que demandan una ley libre de criminalización a los usuarios apostados desde febrero de 2020 frente a las instalaciones del Senado, cerraron avenida Insurgentes para demostrar su disgusto con el dictamen aprobado.
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