27 febrero, 2021
Desde el extranjero o del interior de país llegan personas a Ciudad Juárez que van rumbo a Estados Unidos; pero se topan con una frontera cerrada y sufren condiciones de desamparo.
Texto: Verónica Martínez / La Verdad
Fotos: Verónica Martínez y Rocío Gallegos
CIUDAD JUÁREZ.- Mientras que los migrantes del Protocolo de Protección de Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés) reciben buenas noticias y próximas fechas para entrar a Estados Unidos, el flujo de personas que se acercan a la frontera para solicitar asilo sigue sin mucha suerte.
Cerca de diez migrantes haitianos se apostaron este viernes a unos metros del puente internacional Paso del Norte, con dudas acerca del proceso migratorio. Durante el día varias familias de origen hondureño y mexicano, estas últimas procedentes de Michoacán y Guerrero, se acercaron con el mismo objetivo al cruce internacional.
Algunos desistieron de cruzar al hablar con agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) después de subir la ‘joroba’ del puente internacional. Otras familias fueron regresadas desde las garitas del cruce de lado mexicano.
Ante la cantidad de personas que llegaban, hombres y mujeres con sus hijos en brazos o de la mano, empleados del Fideicomiso de Puentes Fronterizos de Chihuahua colocaron hojas de papel en paredes, vallas y postes cerca del puente que recomendaban a los migrantes no aproximarse a los puertos de entrada.
“Muchas personas en situación de movilidad se han acercado, pero es importante que sepan que no es el caso que estén aceptando a nuevos solicitantes de asilo», dijo Enrique Valenzuela, coordinador general del Consejo Estatal de Población.
Agregó que las personas que empezaron a cruzar a Estados Unidos este viernes ya estaban en el proceso de solicitud de asilo previo; y que tienen casos vigentes ante las cortes de inmigración.
La disposición del Título 42, orden impuesta durante la administración de Donald Trump para expulsar extranjeros que buscaban asilo en la frontera con la pandemia como excusa, sigue vigente y restringe la entrada a nuevos solicitantes, se informó.
Originaria de Honduras, Esdras Álvarez llegó a Ciudad Juárez hace una semana y se ha hospedado en Casa Grecia, un albergue para personas LGBTTTI. Esdras trató de ingresar a los Estados Unidos por la frontera de Reynosa pidiendo asilo. En ese cruce fronterizo tomaron sus datos, huellas dactilares y la regresaron a México sin más información.
“Sólo he recibido información de medios televisivos”, dijo Álvarez. “Dijeron que iban a iniciar la apertura a gente que tiene MPP y que posteriormente entraríamos las personas que no tenemos eso”, afirmó.
El pasado 20 de enero el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció la suspensión del programa MPP terminando también nuevas inscripciones para asilo en Estados Unidos.
En Honduras, Álvarez tenía una licenciatura en enfermería y un trabajo estable. Sin embargo, el crimen organizado y la discriminación por su orientación sexual le hicieron buscar refugio fuera de su país.
“Me pidieron el impuesto de guerra”, dijo Álvarez refiriéndose a cuotas que grupos delictivos exigen a ciudadanos para financiar sus actividades ilegales. “Apenas gana uno para poder subsistir y cubrir las necesidades. Uno teme por su vida y decide huir”.
Como Álvarez, familias mexicanas también huyen de la violencia en sus estados de origen y viajan a la frontera norte para solicitar asilo en Estados Unidos. Bianca Peña, su hijo Salvador, de seis años y su hermano Brian llegaron a Ciudad Juárez el 26 de febrero.
En su estado natal, Michoacán, el padre de Salvador fue asesinado, dijo Peña. La madre, de 33 años, viajó a Estados Unidos tras amenazas de grupos delictivos; sin embargo, no ha logrado pasar la frontera y permanece en Ciudad Juárez.
La familia se acercó al cruce internacional de Zaragoza-Ysleta donde les dijeron que fueran al puente Paso del Norte. Ahí, se les entregó una hoja con información de un sitio web que deben acceder.
“Me dijeron que fuera para las oficinas y que ahí mismo me anotara, pero de ahí me mandan para otro lugar y luego a hacer todo por internet. No sé qué haré,” dijo Peña.
Cerca del puente internacional, grupos de ayuda a migrantes proporcionan información adicional sobre el proceso de asilo, como la Red Católica de Migración Legal, CLINIC; Derechos Humanos Integrales en Acción, DHIA; y el Instituto Fronteriza Esperanza.
Para algunos migrantes que acaban de llegar a Ciudad Juárez, como Esdras Álvare, la enfermera hondureña, la elección de Joe Biden como presidente de Estados Unidos fue una señal de esperanza. “Desde el momento en que ya el nuevo presidente de Estados Unidos tomó posesión ya nosotros dijimos en voz alta: los sueños se van a hacer realidad” aseguró.
“No importa cuántos días tengamos que esperar aquí. Frío, calor, agua, sed, hambre, lo que tengamos que esperar lo vamos a hacer para que nos abran las puertas”, afirmó.
Este trabajo fue publicado originalmente en LA VERDAD JUÁREZ que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar la publicación original.
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