No se sabe aún por qué, hay personas, generalmente asintomáticas, que tienen una fuerte carga de virus y la capacidad de contagiar a muchas personas
Texto: Cynthia Rodríguez
Foto: Matryx /pixbay
MILÁN.- Para el coronavirus no es verdad que un contagiado vale lo mismo que otro. Al menos a esa conclusión han llegado los virólogos italianos que han observado varios casos en el mundo, donde el 80 por ciento de los contagios proviene del 20 por ciento de los casos positivos.
El cantante de un coro norteamericano que infectó a 52 personas; el huésped de un matrimonio en Jordania a 76; o el joven de 29 años que pasó una noche en las discotecas de Seúl y fue capaz de contagiar a 79 personas, explican lo que han llamado el caso de los ‘superdifusores’. Es decir, una persona que puede contagiar a decenas.
Para Vittorio Sambri, microbiólogo de la Universidad de Boloña, y Massimo Galli, infectólogo y director del Hospital Sacco de Milán, existen individuos que contagian decenas de personas y otras que prácticamente se tienen el microbio para ellos.
“Desgraciadamente los ‘superdifusores’ no caminan con una aureola que nos permita reconocerlos}”, explica Galli, “de lo contrario, identificar las vías de trasmisión sería mucho más simple”.
“Sospechamos, aunque aún no estamos seguros, que se trata de individuos con carga viral alta, es decir, con una gran cantidad de virus en el cuerpo”, dice el también director del Sacco.
El infectólogo explica que cuando se hacen las pruebas nasofaringeas es posible intuir la dosis del microorganismo, por lo que en Italia, donde ya estaba controlado hasta hace unas semanas el virus, han comenzado a ver de nuevo cargas altas en los nuevos contagiados.
El hisopo de un ‘superdifusor’ se revela durante el examen de laboratorio, cuando el virus contenido en el hisopo se replica hasta 40 veces: «Cuando se alcanza una cantidad umbral, la prueba detecta el virus. Si esto sucede en el ciclo 28, la persona tiene una carga alta. Si pasa a los cuarenta, es mínimo”, explica.
Además de los métodos de detección, lo que marca la diferencia es el momento en el que se realiza la prueba:
“Después de que la infección aumenta y luego desciende hacia la cola de la infección», dice Crisanti.
«En Milán, en los últimos meses, anunciaron que los infectados tenían baja carga viral y la enfermedad se había vuelto más leve. En realidad, muchos fueron hisopos realizados a raíz de pruebas serológicas positivas, por lo tanto, en personas en vías de recuperación”.
Según Crisanti, los ‘superdifusores’ son en su mayoría asintomáticos o casi asintomáticos: «De lo contrario, no funcionarían».
Lo que se puede hacer hoy para identificarlos, sin embargo, es solo un análisis post-hoc, aunque por el momento no siempre se reporta la carga viral en los reportes, como debería hacerse según Galli.
Lo ideal, sin embargo, sería poder identificar primero a los potenciales ‘superdifusores’, comprender las causas que los hacen tales: «Probablemente genéticos», dice Crisanti.
Hasta el momento, la única manera en la que se ha logrado a llegar a éstos, es reconstruyendo las cadenas de contagio.
Periodista mexicana radicada en Italia, donde ha sido corresponsal para varios medios. Autora del libro Contacto en Italia. El pacto entre Los Zetas y la '
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