Diez años después de la masacre de 72 migrantes en Tamaulipas, los secuestros de camiones no han terminado. Hay poquísima cuenta oficial de lo que sucede en las carreteras del norte del país. Las historias se reducen a solitarias búsquedas de justicia de familias que buscan a sus desaparecidos
Texto: José Ignacio De Alba.
Fotografías: Duilio Rodríguez.
TLAXCALA.- Aurora tuvo que dejar la búsqueda de su esposo a causa de la epidemia. Apenas en diciembre de 2019 Benjamín Mendoza, de 37 años, desapareció en Nuevo Laredo, Tamaulipas. El camión de pasajeros con migrantes que conducía Mendoza fue detenido por un grupo armado en el libramiento de la ciudad fronteriza. Desde entonces, no hay noticias de Benjamín ni de otras tres personas que viajaban en el autobús.
Esta semana se cumplen 10 años de la masacre de 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas. En su momento el acontecimiento pareció marcar un antes y un después; las organizaciones de derechos humanos y la prensa internacional se ocuparon del tema. Pero con el paso de los años, el secuestro de camiones y la violencia se convirtieron en un escenario cotidiano en Tamaulipas.
Aurora y sus dos hijas de 12 y 14 años quedaron solas en casa, pero también solas en su búsqueda. Hasta el momento ninguna autoridad ha dado seguimiento del caso. Excusados por la pandemia las diligencias de la investigación se retrasó. La versión de la familia sobre lo sucedido es lo único que se sabe hasta el momento.
Mendoza salió el 14 de diciembre de 2019 de Tapachula, Chiapas. Al viaje lo acompañó su compañero del trabajo Ignacio Márquez. La renta del camión perteneciente a la compañía Atah lo contrató la agencia Viajes Luna. Al autobús abordaron 46 migrantes de República del Congo, que tenía permiso para transitar por México, según cuenta Aurora. El destino del viaje era Ciudad Acuña, Coahuila, frontera con Estados Unidos.
La familia del chofer tuvo noticias del viaje todo el tiempo. Hasta que la madrugada del 16 Aurora y Benjamín se comunicaron por última vez. El conductor dijo que se encontraba cerca de Monterrey, Nuevo León, y que que dejaría los pasajeros en Ciudad Acuña en algunas horas. Desde ese momento el contacto quedó roto.
Nancy llamó a su esposo a las 8 de la mañana para saber si había llegado a su destino, pero Benjamín no contestó. Esa tarde un conocido le mandó la nota de un medio tamaulipeco en el que se relata que el camión con número económico 6006 fue hallado por el ejército y por elementos de Protección Civil a un lado de la carretera en el libramiento Nuevo Laredo-Anáhuac kilómetro 1.
Las autoridades encontraron encontraron ese 16 de diciembre a 46 personas a bordo del camión: 27 adultos, 15 niños y cuatro recién nacidos. Los únicos que no estaban en camión porque fueron “levantados” son el chofer del camión Benjamín, su ayudante Ignacio Márquez, la señora que habría organizado el transporte con Viajes Luna, Olga Luna. Además la fiscalía de Tlaxcala le confirmó a Aurora que tres migrantes también estaban desaparecidos.
Hasta el momento Nancy no sabe si los migrantes declararon algo sobre la desaparición de su esposo. El destino de los migrantes es incierto, al parecer ninguno hablaba español y fueron trasladados a una estación migratoria.
El dueño del camión mandó a un abogado a Tamaulipas para que recuperara el autobús. Ella y sus hijas tuvieron que iniciar por su cuenta la búsqueda de su esposo.
Interpusieron una denuncia por la desaparición en Tlaxcala.
Aurora resume: “no investigaron otra cosa que lo que nosotros les dijimos”. Un comandante del Ministerio Público de Tlaxcala reclamó a Aurora “tu esposo tiene un gran problema, porque eran ilegales, y él ya no es desaparecido, es prófugo. La carpeta se va a ir para Nuevo Laredo y yo ya no te voy a poder dar más información”.
Ella asegura que la versión es falsa y de ser cierta exige a las autoridades a que encuentren a su esposo aunque se en calidad de delincuente.
Desde que Benjamín desapareció Nancy se dedica a la maquila de pantalones y faldas, también a cuidar a sus hijas. A los pocos días les explicó “lo que es”. La niñas han participado en videos donde piden ayuda para buscar a su papá.
Cuando las hijas de Aurora se entristecen, ella las alienta, “el día que venga tu papá, tiene que ver que están bien”. Ella misma se da ánimos “También yo pienso que cuando Benjamín regrese me va a preguntar si aproveché el tiempo en que él no estuvo. “¿a poco no pudiste sin mí?” yo tengo muchas cosas que hacer sin él y para cuando él regrese”. En su casa tienen la esperanza de que Benjamín llegue.
Nancy viajó a la Ciudad de México para participar en las marchas contra la violencia organizadas por Javier Sicilia. También las familias de otros desaparecidos le han dado más acompañamiento que el que las autoridades.
Aurora sabe que la investigación puede avanzar más si ella va a Tamaulipas, aunque tiene miedo de hacer el viaje. En su casa le dijeron «Si vas a Tamaulipas ya no vamos a buscar a uno, vamos a buscar a dos». Aún así cuando pase la parte más fuerte de la epidemia ella piensa dirigirse al norte.
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