Ocho indígenas presos en el penal No.5 de San Cristóbal de las Casas, contagiados de covid, acusan falta de responsabilidad médica de las autoridades. Otros detenidos suman 14 días de huelga de hambre en demanda de cuidados para evitarla propagación de contagios
Texto y fotos: Heriberto Paredes
«Con mucha tristeza pensamos que los compañeros tsotsiles presos, para salir libres será muertos, porque eso es lo que puede pasar. Hemos gritado, tratado de hablar con los funcionarios correspondientes y las familias están muy preocupadas», confiesa Alberto Patishtan, quien pasó poco más de 13 años en el Centro Estatal de Reinserción Social (CERSS) No.5 de San Cristóbal de las Casas como preso de conciencia y que, desde la libertad, apoya activamente a la organización Solidarios de la Voz del Amate.
En este colectivo hay ocho presos indígenas con condenas largas por delitos de alto impacto: «como en todo México, la injusticia se aplica al revés, mucha violación al debido proceso, sin traductor, fueron torturados y eso fue lo que los hizo ‘confesar’ a los compañeros. En el expediente aparecen con delitos graves, pero todo fue manipulado», afirma Patishtan en llamada telefónica.
Tras más de dos semanas de haber emitido una denuncia por no seguir protocolos sanitarios de prevención de contagios de covid-19, los 8 miembros Solidarios se encuentran en un área aislada, con aumento en la agresividad de los síntomas generados por esta enfermedad que ha contagiado a casi 6 millones y medio de personas en el mundo y para la cual no existe vacuna: fuertes dolores de cabeza, dolores musculares, tos, diarrea y severas dificultades para respirar.
Una vez confirmado el contagio, los 8 indígenas pasaron dos semanas únicamente con 10 pastillas de paracetamol para todos. Sus familias exigen una suerte de prisión domiciliaria para ser atendidos adecuadamente y posteriormente la amnistía que les devuelva la libertad. «No hay un responsabilidad médica por parte de las autoridades carcelarias ni estatales», sentencia Patishtan.
«Si llega a pasarles algo, el responsable tiene nombre y apellido y es el gobernador del estado». Por su parte, ni la oficina del gobernador Rutilio Escandón ni la nueva dirección del CERSS No. 5 respondieron a las solicitudes para hablar con ellas. Posterior a la denuncia emitida por los Solidarios de la Voz del Amate, el pasado 20 de mayo, se dio a conocer la destitución del director del penal José Javier Sánchez Ríos.
Como parte de las acciones realizadas por el colectivo, se hizo una petición de medidas cautelares a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la cual recopilará la información necesaria y hará las gestiones ante los gobiernos del estado de Chiapas y el federal en caso de otorgar estas medidas, con el objetivo de procurar la salud de los Solidarios.
Por otra parte, al interior del mismo penal se encuentran la Voz Verdadera del Amate y la Voz de Indígenas en Resistencia, colectivos que integran también a presos tsotsiles, tanto en el CERSS No. 5 como en el No. 10 de Comitán. Adrián Gómez Jiménez, Germán López Montejo, Abraham López Montejo y Marcelino Ruiz Gómez integran estas organizaciones.
Ellos han decidido establecer una huelga de hambre que, a la fecha, lleva 14 días. Hasta el momento, según denuncian familiares y el Grupo de Trabajo No Estamos Todxs, los indígenas en reclusión no han sido atendidos en sus demandas: protección para evitar ser contagiados, atención médica adecuada para atender síntomas y pruebas para saber si tienen o no covid-19.
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas ha señalado, desde el comienzo de las denuncias ante el temor de un contagio masivo en el penal, que los presos indígenas no han sido atendidos por las autoridades correspondientes por lo que exige, desde el 21 de mayo, garantías de vida, salud, integridad y libertad a los presos en huelga de hambre.
Entrevistada por la Red de Comunicadores Boca de Polen, Susana de la Cruz, parte de los familiares de los presos, aseguró que los custodios del CERSS No. 5 «quieren poner a los presos en huelga con los presos confirmados de covid y eso puede enfermarlos».
La Verdadera Voz del Amate ha denunciado, desde su conformación, las distintas injusticias que han padecido los presos indígenas, no sólo en las constantes violaciones al debido proceso sin que han sido víctimas de tortura.
«El motivo de nuestra manifestación pacífica es por la exigencia de nuestras libertades, hemos alzado la voz una vez más por la justicia que no haya más impunidad, menos represión a los pueblos originarios de hombres y mujeres indígenas de los más pobres y desfavorecidos de los pueblos más vulnerables y que haya igualdad en la impartición de justicia, no más a las violaciones de los derechos humanos», señalaron los 4 indígenas tsotsiles en un comunicado.
A pesar de tener estrategias distintas, la estructura carcelaria que padecen los presos indígenas en Chiapas, y en todo México, no permite que cuenten con las medidas básicas de atención médica y que el personal carcelario aplique los protocolos sanitarios para prevenir contagios de covid-19 (y de otras enfermedades) y en caso de haberlos, para atenderlos conforme lo marca la ley.
Fotógrafo y periodista independiente residente en México con conexiones en Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Cuba, Brasil, Haití y Estados Unidos.
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