El coronavirus está afectando más a los hombres. Si bien aún no hay estudios definitivos, especialistas coinciden en que la mayor letalidad reside en el sistem ainmunológico pero también se relaciona con el consumo de alcohol y tabaco
Texto: Cristian Escobar y Aranzazú Ayala / Lado B
Foto: María Ruiz
De acuerdo con las cifras oficiales de la Secretaría de Salud federal la enfermedad covid-19 es más letal en hombres que en mujeres.
Hasta el 3 de mayo el 58.2 por ciento de los casos confirmados de covid-19 en el país eran en hombres y el 41.8 por ciento en mujeres; mientras que el 68.66 por ciento de las muertes correspondían a hombres y el 31.34 por ciento a mujeres.
Si bien aún no hay estudios definitivos porque el coronavirus tiene poco tiempo de existir y aún se está desarrollando análisis e información sobre este, varios expertos coinciden en que hay una mayor letalidad en hombres. Esto podría deberse al sistema inmunológico y al sistema basal.
La doctora en Ciencias Rosa María del Ángel, del departamento de Infectómica y Patogénesis Molecular del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav), explicó a LADO B que el sistema inmune de las mujeres es más resistente ante infecciones.
Sin embargo, que el sistema inmune de las mujeres a veces sea más eficiente las hace más vulnerables a autoinmunidades; es decir que son más propensas a enfermedades autoinmunes.
¿Cómo le hace el sistema inmune de las mujeres para ser más resistente? La respuesta podría estar en una molécula llamada interferón.
Una teoría explica que el interferón se encuentra en el cromosoma “x” y las mujeres, al tener dos copias de este cromosoma, tienen el doble de esta molécula, mientras que los hombres sólo tienen una copia.
Esto se puede traducir a que el “armamento” para combatir enfermedades es desigual entre hombres y mujeres.
El doctor Andreu Comas García, médico cirujano y doctor en Ciencias, dijo que en general las enfermedades infecciosas tienen más consecuencias negativas en hombres que en mujeres.
“Aunque tienen la misma probabilidad de adquirirlas, los hombres tienen mayor riesgo de hospitalización severa, esto se ha visto tanto en influenza como en otros virus respiratorios. En algunos reportes que han salido ha habido diferencia significativa entre la severidad de la infección. El sistema basal tiene un nivel de funcionamiento mayor en mujeres / hembras que en hombres o machos. Esta gradualidad tiene que ver con que mientras más prendido, más difícil que me infecte, porque está trabajando”.
En cuanto a personas intersexo con alteraciones en cromosomas como XXY, XXX o XO, el doctor Andreu Comas explicó que no hay suficiente información para saber si hay una incidencia mayor.
Otra teoría señala que hay más hombres que se infectan de covid-19, no por ser organismos más susceptibles, sino por las pautas de comportamiento que realizan.
Según Thalía García Téllez, doctora en Infectología por la Universidad de París VII Denis Diderot y Coordinadora de colaboración Científicas Mexicanas, se ha visto que la mayoría de personas que mueren por COVID presenta condiciones preexistentes, es decir, ya padecían algún tipo de enfermedad crónica (enfermedades pulmonares y cardiovasculares sobre todo), estos dos padecimientos están asociados principalmente con el consumo de alcohol y más aún el tabaco.
Según datos de la Secretaría de Salud mediante la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco, hasta 2016 las mujeres fumaban en promedio 6.3 cigarros diarios, mientras que los hombres 7.7; en promedio los hombres fuman 1.3 más cigarros que las mujeres.
Otro factor que señala la doctora Thalía es acerca de la contabilización. Es decir, se tiene un mayor registro de hombres infectados con SARS Cov-2, y por lo tanto mayor registro de hombres que mueren a causa de este virus, debido a que, entre la comunidad médica se ha ido estudiando que los hombres tienden a ir al médico a los primeros síntomas o signos de una enfermedad y las mujeres son más renuentes a tener atención médica.
Esto nos puede decir que probablemente no es que haya más hombres que mujeres infectados, o más hombres o mujeres que tengan enfermedad severa, sino simplemente que hay más hombres que buscan atención médica que mujeres que la buscan, y esa sería una especie de sesgo en nuestra manera de ver las estadísticas.
Hablar de la letalidad y mortalidad de una enfermedad infecciosa no es nada fácil y menos aún cuando los datos de COVID-19 cambian día con día.
Según el Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de Universidad Nacional Autónoma de México y la Dirección de Políticas y Planeación del Centro de Investigación en Sistemas de Salud del Instituto Nacional de Salud Pública de México, estos dos conceptos, aunque parecidos son diferentes.
El concepto de mortalidad expresa la magnitud con la que se presenta la muerte en una población en un momento determinado. A diferencia de los conceptos de muerte y defunción que reflejan la pérdida de la vida biológica individual, la mortalidad es una categoría de naturaleza estrictamente poblacional.
Por otra parte, la letalidad es aquella medida que cuantifica la gravedad de una enfermedad desde el punto de vista poblacional. Se define como la proporción de casos de una enfermedad que resultan mortales con respecto al total de casos en un periodo especificado.
Para Thalía García Téllez, doctora en Infectología por la Universidad de París VII Denis Diderot y Coordinadora de colaboración Científicas Mexicanas, es mejor atenerse a la tasa de mortalidad debido a que es mucho más precisa, pues se refiere a un número determinado de habitantes.
La tasa de letalidad, en cambio, depende del número de casos positivos, lo cual es impreciso porque no tenemos un conteo total de casos positivos. Esto se debe a que no se está haciendo diagnóstico masivo, o porque no todas las personas acuden a los centros médicos a registrar su caso o, en su caso, porque muchas de estas personas estarán infectadas pero son asintomáticas.
Efectivamente, la tasa de letalidad nos habla de qué tan infecciosa o virulenta es esta enfermedad; pero es muy difícil establecer un valor real.
Andreu Comas mencionó que si el muestreo es adecuado, la tasa de letalidad se eleva cuando colapsa el sistema hospitalario. “Cuando tienes un sistema hospitalario pobre aunado a comorbilidades como mayor edad, obesidad, diabetes e hipertensión, la tasa de letalidad puede ser muy alta. Es muy posible que en México tanto por el pobre registro que lleva, la pobre detección de casos y el sistema precario de salud, además de ser el país con más diabetes del mundo, la tasa de letalidad sea muy alta. A nivel regional va a afectar qué tanto se estén detectando los casos y qué tan mal esté el sistema de salud y las comorbilidades locales.”
Finalmente, para la doctora Thalía García Téllez en el combate a la pandemia por covid-19 se ha evidenciado que hay una distribución bastante inequitativa de los recursos de salud y eso también puede, de alguna forma, impactar en la calidad de la atención a las personas infectadas y en la capacidad de diagnóstico que pueda tener un estado.
Este trabajo fue publicado originalmente en LADO B que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar la publicación original.
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