Es importante entender la cantidad real (así sea estimada) de casos de contagio en México, porque nos da una idea de qué tan rápido está creciendo el contagio. Es importante conocer ese número para entender las altas probabilidades de enfermarse y poder hacer planes de contingencia de presentar síntomas

@luoach

El sábado 2 de mayo por la noche, en la conferencia de prensa de la Secretaría de Salud de las 19:00, Dulce Soto, reportera de Reforma, hizo una pregunta al subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell. En concreto, Soto buscaba conocer el número* que se está usando actualmente en el sistema de Vigilancia Centinela para estimar los posibles casos positivos de covid-19 en el país. Ya se lo había preguntado el 29 de abril y el funcionario prometió la respuesta para el viernes 1 de mayo. Nada. 

Vi la conferencia del 2 de mayo vía Periscope, en Twitter, y los comentarios de los usuarios de redes sociales me dejaron perpleja. Lejos de exigir una respuesta clara por parte del funcionario, la audiencia atacaba a Soto. La manera en que el público comúnmente vilipendia la prensa es un fenómeno que nunca me deja de sorprender. 

A principios de 2020, pre pandemia, moderé un panel donde académicos y activistas presentaron propuestas de políticas públicas para combatir la violencia contra periodistas en México. Uno de los ponentes dijo que la situación vulnerable del periodismo en México empieza desde que, a pesar de ser un bien público, está infravalorado. Y sí. Una sociedad que no entiende el valor de la información proporcionada por el periodismo, no la cuida y no la protege. Un ciudadano que no cuida a los periodistas y su trabajo, ignora que a quien daña es a sí mismo. 

La pregunta de Dulce Soto era y es relevante para todos, porque el número de casos de personas confirmadas con covid-19 en México, reportado por el gobierno cada noche, es particularmente bajo en comparación con otros países. En Perú, la tasa de infectados por cada 100 mil habitantes es de 418. En Argentina –donde está prohibido viajar entre estados y salir de casa si no es para ir a comprar alimentos– es de 10. En México la tasa de contagiados es de 16 personas por cada 100 mil habitantes. 

Puede ser que estas cifras sean tan bajas porque:

i) el virus llegó relativamente tarde al país y se ha tardado en propagar (al menos antes de la Fase 3),

ii) los hospitales están tan ocupados atendiendo pacientes, que no tengan capacidad, en tiempo real, de reportar sus cifras y haya un atraso en el registro,

iii) el gobierno esté reportando un número bajo para conservar sus niveles de aprobación, o

iv) se están haciendo pocas pruebas por falta de recursos.  

La verdad es que la razón inicial no importa tanto, como la insistencia por obtener una respuesta del número. Es importante entender la cantidad real (así sea estimada) de casos de contagio en México, porque nos da una idea de qué tan rápido está creciendo el contagio. En otras palabras, es importante conocer ese número para entender las altas probabilidades de enfermarse y poder hacer planes de contingencia de presentar síntomas. 

“Dulce, sí”, respondió un López-Gatell exasperado entre risas burlonas a Soto la noche del 2 de mayo, “se lo estoy explicado…”. Y regresó a un monólogo sobre enfermedades respiratorias, que seamos francos, no estaba esclareciendo nada. “Le voy a traer una tablita”, añadió condescendiente. Sin soltar, Soto le volvió a preguntar si el factor de multiplicación –que era ocho la última vez que se expuso, hace semanas — seguía siendo el mismo. “No. No ponga eso en su nota”, respondió López-Gatell molesto. 

El domingo 3 de mayo, el subsecretario efectivamente llevó “la tablita” para actualizar el modelo Centinela. No sin antes desacreditar el valor del mismo. Dijo que en la Fase 3, ese modelo ya no era relevante. 

En repetidas ocasiones, el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha hecho declaraciones como la del 11 de abril cuando dijo que “estamos entre los 10 países del mundo con menos infectado de coronavirus y estamos también entre los 10 países con menos defunciones por la epidemia”. Misma aseveración que Animal Político verificó y clasificó como falsa.   

No importa tanto si se está reportando un número menor al de casos reales por escasez de recursos o por intentos intencionales de esconder la verdad. Al final del día, la falta de información hace que no tengamos suficientes herramientas para tomar decisiones. 

Vale la pena preguntarnos a quién queremos respaldar. Al funcionario público cumpliendo con su labor: mantener el orden mientras administra recursos escasos ante una crisis. O a una reportera que, en su indagar, busca extraer de ese discurso oficial información para ayudarnos a entender el nivel de gravedad que estamos viviendo. 

El número de casos con covid-19 en México (en su mayoría leves), según el modelo Centinela para el 3 de mayo, era de 104 mil 562.  

• N. de la E. Se refiere al factor de multiplicación. De acuerdo con lo explicado por el propio López-Gatell, el número de casos confirmados por medio de pruebas de laboratorios deben multiplicarse por un número, factor de multiplicación. Esto arrojaría una cifra estimada de contagios que están en el país, pero que no son registrados por medio de las pruebas. El día que presentó aquel número, a finales de abril, dijo que era de 8.2. Pero dicho número tendría que ser «ajustado» cada semana. Prometió dar a conocer ese ajuste cada jueves. No fue así.