La pandemia de covid-19 detuvo el incremento de solicitudes de asilo de personas extranjeras en México. Con más de 17 mil personas peticiones, el primer trimestre rompió el récord
Texto: Ricardo Hernández
Foto: Cecilia Suárez
Las solicitudes de asilo en el primer trimestre de 2020 en México habían batido récord, pero la pandemia de covid-19 desaceleró su ritmo. Aunque marzo se perfilaba para ser uno de los meses con los registros más altos de la historia esto se revirió. El confinamiento, las restricciones al tránsito de personas y el cierre de fronteras provocadas por la proliferación del coronavirus en Latinoamérica frenó ligeramente la tendencia al alza.
De acuerdo con la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), 17 mil 202 personas han solicitado asilo en el primer trimestre. Una cifra muy superior a los 4 mil 536 y 12 mil 841 apuntados para los mismos periodos, de 2018 y 2019.
Marzo tenía un ritmo muy fuerte, pero empezó a disminuir de manera significativa a partir del 24, un día después del anuncio de la Sana Distancia. Así lo destaca Andrés Ramírez Silva, coordinador general del organismo, quien estima que las solicitudes disminuirán en los próximos meses.
“Lo cierto es que ha bajado mucho, y eso es porque las personas también se protegen”, reconoció.
De acuerdo con Ramírez la Comar continuará recibiendo solicitudes de asilo en sus cuatro delegaciones en lo que dura la emergencia sanitaria. Sin embargo, quedaron suspendidos de forma temporal varios trámites. Entre éstos, la emisión de resoluciones y los tiempos para ingresar recursos de revisión. También, la obligación para los solicitantes de acudir periódicamente a firmar y los procedimientos de reunificación familiar.
El funcionario explica que México no puede impedir el acceso a este derecho humano a los migrantes que arriban en busca de protección por la persecución en sus países de origen y cuya libertad se encuentra en peligro.
Los tiempos para resolver las solicitudes ingresadas en abril correrán a partir del 1 de mayo. Esto quiere decir que buena parte de los migrantes solicitantes estarán suspendidos en el país un mes adicional.
Las solicitudes que se acumulen este periodo se sumarán a las pendientes de este año y a las 32 mil 325 irresueltas, rezagadas, del año pasado.
“Estamos avanzando en estudiar los casos. No podemos quedarnos sin hacer nada porque luego va a ser peor”, señaló Ramírez, quien hasta 2016 se desempeñaba como Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Refugiado.
Otra de las actividades suspendidas es la solicitud de traslado.
“Existe en la ley la posibilidad de que las personas puedan solicitar traslado de una entidad federativa a otra, pero ahora, por el coronavirus, se está reduciendo mucho la movilidad. Vamos a ser mucho más estrictos de no dar solicitudes de traslado. Pero sí quiero ser muy claro: no es una prohibición absoluta. Vamos a analizar caso por caso. Agentes de persecución que hayan pasado la frontera y estén, por poner un ejemplo, en Tapachula, y que tengan enorme miedo de saberse perseguidos, su caso será estudiado. Tendremos apertura en estos casos donde la vida de la persona está en riesgo”, explicó.
Este año, Haití ha escalado a la segunda posición en cuanto al origen de las personas solicitantes de asilo en México.
Si en 2018 sólo 76 haitianos solicitaron protección al Estado mexicano, para los primeros meses de 2020 la cifra alcanzó los 3 mil 426 solicitantes.
“Si vamos a ese ritmo, podríamos llegar al final del año a más de 12 mil solicitantes haitianos”, advierte Ramírez Silva.
En lo que va del año, de manera insólita, las solicitudes de brasileños y chilenos han alcanzado algunos cientos.
“Me di cuenta de que no eran personas provenientes de Haití, sino que provenían de otros países donde residían, de Brasil o Chile”, explica.
El Consejo de Salubridad General de la Secretaría de Salud anunció el pasado 30 de marzo la implementación de medidas restrictivas al tránsito para aquellas personas que desempeñan actividades consideradas no esenciales, entre las que figuraba el personal de la Comar.
Tras un diálogo, la Dirección General de Epidemiología aprobó a este órgano seguir operando, aunque con ciertas restricciones: disminuir la presencia del personal hasta en tres veces y evitar concentraciones de personas, según relató Ramírez.
En 2018, la Cámara de Diputados aprobó 26.8 millones de pesos para la Comar, un año después 20.8 millones de pesos y para 2020 unos 47 millones de pesos. Este último, lejos de los 124 millones de pesos solicitados por el coordinador general.
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