Representantes de trabajadores agrícolas llaman a protegerlos ante la propagación de la pandemia. Si el virus detiene la labor en el campo, advierten, no habrá alimentos para sostener las ciudades
Texto y fotos: Kau Sirenio
Una activista y sindicalista de Baja California afirma que si se infecta un jornalero se cae la producción del campo, pero tampoco pueden parar la cosecha porque de ahí depende que las principales ciudades tengan acceso a alimentos. Lo único que les queda, sostiene, es tomar la medidas necesarias para mitigar la contingencia sanitaria.
“En San Quintín, los jornaleros no han parado de trabajar a pesar de que aquí se puede propagar el covid-19. Pero los compañeros siguen en los surcos porque muchos de ellos viven al día. De por sí, en esta temporada no les fue nada bien a los paisanos por la lluvia. La producción de fresa estuvo baja”, dice Lucila Hernández García, fundadora de la Alianza de Mujeres de todos los Colores A.C.
La activista reconoce que varias empresas agrícolas acataron la declaratoria nacional para que su trabajadores se queden en casa. Sobre todo a los adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.
“Algunas empresas han descansado a personas de tercera edad y los que padecen enfermedades como asma, hipertensión y diabetes. Me sorprende que rancho Los Pinos lo hayan hecho. Sin embargo, otras empresas como San Vicente Camalú y Santa Mónica, que forma parte del Consejo Agrícola de Baja California, se sumaron al llamado del Consejo de Salubridad Nacional”.
La vocera del Consejo Regional del Valle de San Quintín augura que el campo puede alimentar a las ciudades, siempre y cuando las empresas agrícolas se coordinen con los jornaleros, porque ambos son esenciales.
“Platicamos con el Consejo Agrícola -dice Lucila-, para mediar en temas tan complicados como la contingencia que vive el país. Acordamos trabajar en un solo equipo, donde empresas y jornaleros caminen de la mano para sacar la cosecha y volver a cultivar la tierra, porque si se cae la producción nos morimos de hambre todos”.
Agrega: “Con el Consejo acordamos también que las empresas que no cumplan o participen de manera conjunta con los jornaleros serán sancionados. El presidente del consejo agrícola quiere un acercamiento con los jornaleros, tiene disposición, pero no todas las empresas quieren tener relación con jornaleros y jornaleras”.
Lucila Hernández habla del campo mexicano y la demanda de alimento que tienen los mexicanos, sobre todo, la producción de hortalizas, frutas, carne y mariscos.
“Ahora, más que nada, tenemos que apoyarnos mutuamente, porque sin el campo mexicano no hay comida. Por eso insisto que hace falta otro engranaje para que el motor del campo funcione bien, y esa pieza que falta es el gobierno”, advierte la líder ñuu savi.
Por su parte, el secretario general del Sindicato Independiente Nacional Democrático de Jornaleros Agrícolas (Sinja), Lorenzo Rodríguez Jiménez, cuestiona que los empresarios agrícolas les preocupa más sus ingreso que la vida de los trabajadores en el Valle de San Quintín.
“Nos preocupa lo que está pasando en México y en otros países. El coronavirus covid-19 se propagó y como consecuencia pone en peligro a los jornaleros y los campos agrícolas. El campo no funciona si el jornalero no está sano. Por eso decimos que, si se infecta un jornalero, el campo se cae y nos va a costar mucho en levantarlo de nuevo”, dice el líder sindical.
Lorenzo Rodríguez habla de los campos agrícolas donde tienen secciones sindicales y la coordinación que tienen con los jornaleros a nivel nacional e internacional para hacer frente a la pandemia.
“Estamos en contacto con los compañeros jornaleros que están en Estados Unidos, así como en los estados de la república. Sabemos que la mayoría de las trabajadoras y trabajadores viven al día, muchos de ellos trabajan bajo el sistema de saliendo y pagando. Esto le afecta más a estos compañeros, porque ni siquiera tienen acceso a seguro social”.
Agrega: “Hay personas que no tienen contrato laboral con las empresas, ni salario fijo, y que están en actividad terciaria como los de transportes. Son los más vulnerables, esto nos preocupa. Estamos buscando alternativas y reuniones con la Secretaría de Salud para buscar una alternativa sin afectar al campo”.
El fundador del sindicato de jornaleros optimiza el diálogo con en el sector agrícola. También busca la Secretaría del Estado de Baja California y Instituto Mexicano del Seguro Social para inspeccionar los camiones que trasladan a los jornaleros a los campos agrícolas.
“Con el sector agrícola tenemos que trabajar para cumplir con la declaratoria sanitaria que decretó el gobierno federal. Sin cerrar los campos agrícolas, porque hacerlo es matar de hambre a miles de mexicanos que depende la producción agrícola. Sin embargo, es necesario tomar medidas preventivas: como el cuidado del producto y la mano de obra de los campesinos en San Quintín”.
El líder sindical pide una campaña de información en todos los campos agrícolas del país, que los empresario agrícolas se impulsen pláticas y talleres que facilite a lo jornaleros as medidas de prevención de Covid-19. Para que la gente participen de manera conjunta en el diseño de seguridad en el campo.
“Urge que los empresario retiren de los surcos a personas mayor de 65 años, mujeres embarazadas, y los que tienen enfermedades crónicas. Como Sinja no solo queremos que estos compañeros se queden en casa, sino que se le pague para que puedan sobrevivir durante la pandemia. Porque si no se mueren por Covid 19, va a ser por hambre, esto jamás nos va a dejar tranquilo la conciencia” dice preocupado.
La plática telefónica transcurre entre preguntas y respuestas, sin embargo, Lorenzo cambia de voz cuando la pregunta le inquieta. “A las empresas les pedimos suficientes materiales de salubridad como: gel, jabón para lavar las manos, jabón de limpieza y cubrebocas. Pero lo que más importa es que haya agua suficiente para lavarse las manos y que se saniticen las áreas comunes, estos podrían ser buenas medidas de salubridad”.
En San Quintín la producción de alimentos primarios que en su mayoría se exporta a Estados Unidos y una parte de la cosecha como la fresa, frambuesa, arándano, mora, pepino, chile, chicharo, nopales, calabaza, ejotes y tomate.
Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.
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