EL COVID-19 causó que volvieran a instalarse controles en las fronteras donde sin pasaporte podían circular libremente hasta 400 millones de ciudadanos de los 26 países europeos
Texto: Cynthia Rodríguez
Foto: European Commission
MILÁN, ITALIA.- Lo que no pudieron hacer las diversas fuerzas de la derecha en sus respectivos países, quienes casi siempre se pronunciaron por la independencia y la división aludiendo diversos problemas sociales y económicos, lo acaba de hacer el coronavirus.
En punto de las 12 del día fue oficial. Las fronteras, que desde 1995 quedaron suprimidas para los ciudadanos de 26 países que formaban parte de este territorio llamado Schengenland (Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungria, Islandia, Italia, Letonia, Liechtensetein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa, Suecia y Suiza) volvieron a instalarse de inmediato, pero esta vez, sin ningún tratado de por medio como marcaba la tradición europea.
Ni siquiera las diversas crisis migratorias habían ocasionado algo tan significativo para la esencia de lo mucho que es la Unión Europea que es su libre circulación. Desde hoy los controles se vuelven a instalar en todas las fronteras donde sin pasaporte podían circular libremente hasta 400 millones de ciudadanos de los 26 países.
Algo que en la práctica el COVID-19 ocasionó desde el pasado 9 de marzo cuando por el alto número de contagios se declaró a toda Italia como “Zona protegida” alertando a los demás países para aumentar sus controles.
Una semana después tocó a Alemania y a Francia tomar la decisión de cerrar sus fronteras como antes lo hicieran países como Austria y Eslovenia al colindar con Italia.
Países como España, Malta y Albania fueron tomando las mismas decisiones y así poco a poco cada uno irá aumentando sus controles, porque como dijo ayer el presidente Emmanuel Macron en un solemne discurso a la nación: “esto es como una guerra”.
Lo que no está claro es si la fecha límite para que estos controles caigan sea en realidad el próximo 3 de abril o se alargará más tiempo.
El aislamiento
Pero no sólo eso, pues ayer, la Comisión Europea propuso ya prohibir la entrada al Viejo Continente a los ciudadanos extracomunitarios durante al menos 30 días, así como someter a estrictos controles a las personas que, de manera excepcional, pueden cruzar la frontera durante ese periodo.
De esta manera, según las autoridades europeas quienes discutirán hoy martes en una cumbre europea extraordinaria, donde se busca luchar contra la pandemia del coronavirus, supondrá el fin temporal de cualquier viaje no imprescindible con destino a Europa, sea por tierra, mar o aire.
Por lo pronto, Luigi di Maio, ministro de Relaciones Exteriores en Italia, adelanta la nueva realidad en esta, por ahora, dividida Unión Europea: los ciudadanos italianos que provengan de otros países deberán inmediatamente ponerse en cuarentena.
En los demás estados europeos harán lo mismo, pues cada uno ha hecho sus respectivos llamados a sus connacionales para volver a sus países de origen.
Periodista mexicana radicada en Italia, donde ha sido corresponsal para varios medios. Autora del libro Contacto en Italia. El pacto entre Los Zetas y la '
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