30 diciembre, 2019
La expulsión de la embajadora de México en Bolivia, María Teresa Montaño, es el capítulo más reciente del conflicto entre ambos países. Pero en el fondo de la creciente escaramuza diplomática hay un nombre: Juan Ramón Quintana, ex ministro de la Presidencia, y el personaje clave detrás de Evo Morales. A él quieren cazar las autoridades de facto en el país sudamericano
Texto: Lydiette Carrión y Reyna Haydee Ramírez
Fotos: Tomada de twitter @JuanRamonQT
“Nosotros tememos que lo que se iba a hacer era sacar a un delincuente común como es (el ex ministro de la presidencia) Juan Ramón Quintana; esto se ha abortado», afirmó el ministro de Gobierno, Arturo Murillo el pasado viernes. Fue el día en que todo estalló.
¿Quién es Juan Ramón Quintana?
Nacido en 1960, Quintana Taborga es un exmilitar que fungió como ministro de la Presidencia de Bolivia durante el primer, segundo y tercer gobierno del presidente Evo Morales. Para periodistas que lo conocen, Quintana es la mente que dio estrategia, estructura y orden al gobierno de Evo Morales. Es, además, el contacto directo de muchos otros grupos y frentes estratégicos.
Pero su historia es anterior a Morales. Egresó del Colegio Militar del Ejército de Bolivia en 1982, y permaneció en el Ejército hasta 1997.
En su paso por la milicia, revelaron algunos medios de comunicación, asistió a la Escuela de las Américas, el famoso centro de entrenamiento creado por Estados Unidos para militares de América Latina. Varios de los golpes de Estado en la región durante los años 70 y 80 fueron encabezados por egresados de este colegio. Opositores a la escuela acusan que se trata de un centro de adiestramiento para torturadores y un brazo para desestabilizar a Latinoamérica.
Quintana estudio sociología, filosofía y ciencia política. Llegó al grado de teniente. Luego renunció al Ejército en 1997 y se incorporó a la política. Trabajó como asesor del ejército durante el gobierno del dictador Hugo Banzer. En 2006 fue elegido ministro de Presidencia con Evo Morales.
Entre los documentos que la organización social Wikileaks ha desclasificado, se encuentran diversos memorandum, notas e informes de la agencia de seguridad Stratford, así como archivos desclasificados del gobierno de Estados Unidos que dan cuenta de las relaciones y entretelones y atención al exmilitar. El nombre de Juan Ramón Quintana es mencionado muchas veces.
De ello da cuenta una discusión entre analistas de Stratford, la emblemática agencia privada de inteligencia y espionaje estadounidense–. La conversación data de octubre de 2010, y fue liberada por medio de Wikileaks. Uno de los analistas, Paulo Gregoire, escribió:
“Cuando Morales llegó al poder, designó a Juan Ramón Quintana como jefe de equipo. Él es un ex militar que obligó a renunciar a los generales viejos, y los reemplazó con otros más jóvenes, y leales a él”.
El diario boliviano Página Siete recupera otros documentos:
“Otro cable, del 31 de marzo de 2006 y con el código 06LAPAZ906, dice que Quintana es ‘un irritado exmilitar que fue despedido de su cargo en el Ministerio de Defensa el año 2000 durante el régimen de Banzer. Quintana siempre sospechó que EEUU estaba detrás de su despido, algo que tiene cierto respaldo, y se convirtió como resultado de eso en un estridente antiestadounidense”.
Agrega, la misma nota periodística:
“Ese cable también señala que EEUU le prestó ayuda, que mantuvo oculta a Morales. El texto señala: «El desprecio de Quintana hacia EEUU es tan profundo que incluso no entregó a (Evo) Morales información sensible entregada por agencias de inteligencia de EEUU para evitar que el Presidente conociera que los norteamericanos lo estaban ayudando”.
Lo cierto es que en los siguientes años, Quintana protagonizó una cruzada contra la agencia estadounidense USAID en Bolivia.
En 2011, por ejemplo, otra nota de Stratfor retoma el siguiente incidente:
“Juan Ramón Quintana era el anterior jefe de Presidencia y ahora está a cargo del desarrollo de las fronteras bolivianas. Él es el tipo con el que Morales cuenta para mantener al Ejército de su lado [….] Quintana dijo que USAID está financiando a los partidos de derecha en Bolivia, así como a algunos grupos indígenas para desestabilizar el gobierno.
Y anexó una nota periodística titulada: Quintana: expulsar a USAID sería un acto patriótico”.
Desde finales de 2008, Quintana fue acusado de tener vínculos con contrabandistas.
En diciembre de 2008, Morales apoyó públicamente a Quintana. El cable identificado como 09LAPAZ156_a narra: “incluso uno de los contrabandistas pidió la renuncia de Quintana: ‘por la dignidad de este gobierno, Quintana debería renunciar y decir la verdad. Así no dañaría el gobierno ya que sabemos que el Presidente (Evo) es honesto”.
Luego, en 2017, cansado, y tras diversos conflictos mediáticos, fue designado como embajador de Bolivia en Cuba. Luego Evo Morales lo llamó, para que ocupara otra vez el cargo de ministro de la presidencia y le encargó la estrategia electoral. Durante esos dos años, Quintana se volvió el personaje clave de la relación Bolivia–Cuba.
La relación entre México y Bolivia comenzó a tensarse desde el día uno de la deposición de Evo Morales, el pasado 10 de noviembre. El día que Morales dejó la presidencia, salió de Bolivia con ayuda del gobierno mexicano. Mientras tanto, otros ex funcionarios llegaron a la embajada mexicana en La Paz y pidieron protección diplomática.
Para finales de noviembre, había órdenes de aprehensión contra cuatro de los exfuncionarios.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, dio a conocer que se solicitaron salvoconductos para que los nueve dejaran el país. Pero Bolivia los negó.
Luego el gobierno de facto pidió a México que entregara a los cuatro exfuncionarios con órdenes de aprehensión. Y ahí comenzó la escalada del conflicto.
De los nueve exfuncionarios Juan Ramón Quintana Taborga, exministro de la Presidencia, es quizá el más importante en el juego geopolítico.
En él se concentra la atención del régimen de Jeanine Áñez, la presidenta interina, y que el pasado 27 de diciembre justificó el bloqueo policíaco a los vehículos de diplomáticos españoles que visitaron la casa de la embajadora mexicana.
En medios oficialistas de Bolivia se publicó un presunto complot entre España y México para permitir la fuga de los refugiados en la sede diplomática. El nombre más comentado fue Juan Ramón Quintana.
“Delincuente común” le llama el gobierno de facto. Asilado político, responde México. ¿Cuál es el peso real de este personaje? No está claro.
Lo único cierto es que él, junto con su exjefe Evo Morales, provocaron el mayor conflicto en de la diplomacia mexicana en más de una década. El fin de la controversia sigue lejos.
La Embajada de México en Bolivia opera con normalidad y continúa con la protección y asilo a los exfuncionarios del gobierno de Evo Morales que se encuentran en ella, luego de que el gobierno de facto en ese país, declarara persona non grata a la embajadora mexicana, María Teresa Mercado, aseguró Olga Sánchez Cordero.
En conferencia de prensa, la Secretaria de Gobernación enfatizó esta tarde que la Embajada mexicana sigue en funciones, pues el señalamiento fue directo y personal a la Embajadora, por ello, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, se tomaron acciones inmediatas.
“Se tomó nota de la declaratoria de que ella, en lo personal ella, fue declarada persona non grata, y por otra parte, se le está invitando a que regrese a México por su seguridad y comodidad», dijo Sánchez Cordero.
«(Pero) continúa la Embajada de nuestro país en Bolivia, seguiremos trabajando dentro de la Embajada, habrá personas encargadas de negocios en la embajada de Bolivia”.
Este lunes, la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, dio 72 horas a la embajadora mexicana para que salga de ese país.
Sánchez Cordero destacó que el gobierno de México no responderá con acciones similares y tampoco se ha decidido romper relaciones con Bolivia.
“Hasta donde sé, no se tiene la intención de romper relaciones diplomáticas con Bolivia y va a continuar nuestra Embajada, solamente es la persona de la embajadora”, indicó.
Declarar non grata a una persona, explicó, es el primer paso, para después proceder a su expulsión.
En un comunicado, Relaciones Exteriores informó que Ana Luisa Vallejo, actual jefa de la Cancillería de La Misión, queda a cargo de la Embajada de México en Bolivia, en sustitución de Mercado, quien inició su carrera diplomática en 1982 y cuya salida ocurre por una acción política.
“Nuestra representación continuará operando con normalidad tras este movimiento”, precisa el comunicado.
La Secretaria de Gobernación destacó que los ex funcionarios en el gobierno del ex presidente Evo Morales que se resguardan en el Embajada mexicana tienen la categoría de asilados y por tanto el Gobierno de México los protegerá.
“Vamos a proteger a los bolivianos que están en la Embajada, México aceptó el asilo y nosotros ya le dijimos, claro que lo vamos a proteger, mientras están en la embajada mexicana, están en territorio mexicano”, enfatizó Sánchez Cordero.
“En cualquier situación, las puertas de México están abiertas, y no podía ser de otra manera, a menos de que no se tenga presente la historia de nuestro país y de otros países en estos temas de asilo político”, añadió.
El Gobierno de México también tiene un plan para los mexicanos radicados en Bolivia, que decidan regresar a México, externó la Secretaria de Gobernación.
“En caso de que los mexicanos que residan en Bolivia quisieran retornar hasta nuestro país, por supuesto que tenemos un plan, sólo si ellos desean regresar.
“No podemos negar que existe una tensión entre el Gobierno de México y las autoridades de Bolivia, (y) si deciden regresar sí tenemos un plan para darles oportunidades aquí, del gobierno, donde pudieran ellos trabajar”, expresó Sánchez Cordero.
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