28 diciembre, 2019
Los movimientos feministas en México no son algo nuevo. Pero es verdad que en los últimos cinco años, éstos han coordinado cada vez más y mejor, movilizaciones a larga escala. Y este año en particular, las colectivas feministas empujaron movilizaciones inéditas.
Redacción
Fotos: Lizbeth Hernández; Maria Ruíz; Karen Melo
CIUDAD DE MÉXICO.- El movimiento feminista es cada vez más fuerte y articulado, México es el país con más violencia feminicida de América Latina. De hecho, cada gran oleada feminista corresponde a un caso de violencia doloroso.
En este recuento, presentamos seis puntos clave de movilizaciones feministas en 2019.
Marzo. No era la primera vez que una mujer acusaba a un hombre en redes sociales. No se sabe a ciencia cierta qué fue diferente, cuando, el 22 de marzo, una joven, Ana G. González, denunció que Herson, un escritor, maltratófísica, psicológica y sexualmente a varias exparejas.
Esto desató una ola de tuits y posteriormente de cuentas, que inundaron las redes sociales. Con el hashtag #MeToo, cuentas denunciaron con nombre y apellido. En tres semanas, mujeres denunciaron a un millar de presuntos acosadores en el mundo creativo, artístico y profesional.
El movimiento MeToo mexicano generó una fuerte discusión en medios de comunicación y espacios públicos.
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Cuando tu amigo o pareja es denunciado
Agosto. Para ser más exactas, el día 6. el diario Excélsior publicó el caso de una adolescente que denunció que cuatro policías la violaron en la alcaldía Azcapotzalco. La PGJDF filtró que la adolescente había “mentido”. Pero días después, el periódico Publimetro dio a conocer la denuncia de una menor de edad agredida por la policía bancaria dentro de las instalaciones del Museo Archivo de Fotografía (MAF). Las menores de edad fueron tachadas de mentirosas.
Las colectivas feministas marcharon a las instalaciones de la procuraduría capitalina. Bajo el lema: “No nos cuidan, nos violan”. Las redes se incendiaron también de nuevo. hicieron varias movilizaciones. Fue ahí que estalló la diamantada. El 12 de agosto, mujeres se manifestaron afuera de la Secretaría de Seguridad Pública local. Jesús Orta, jefe de la policía salió a hablar con ellas. En eso una joven le aventó un puñado de diamantina morada a un funcionario.
Desde entonces la diamantina rosa o morada no falta en ninguna manifestación.
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Con el entusiasmo contagiado y creciendo, el 17 de agosto hubo otra manifestación. De hecho, hubo manifestaciones en diversas ciudades del país. Pero en la Ciudad de México, la cita fue en la Glorieta de los Insurgentes.
Una marea colorida le dio vuelta a la Glorieta. Bloquearon la avenida. Todo parecía que se apagaba, pero no fue así. Fue una táctica. Cuando más distraídos estaban los policías, las activistas destruyeron una estación de Metrobús y después incendiaron una oficina de la policía.
Más tarde, el objetivo fue el monumento conocido como Ángel de la Independencia, y cuyo nombre es La Victoria Alada.
Los actos de violencia generaron una enorme polémica en redes sociales, medios de comunicación. En todos lados. Frente a ello, la respuesta de las colectivas fue: Yo lo hice. Fuimos Todas.
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No es lo mismo manifestarse en la Ciudad de México, en Coyoacán, que en Ecatepec. Este también es el primer año en el que se visibiliza y fortalece el movimiento feminista en el epicentro de la violencia feminicida y de género: Ecatepec, Estado de México.
En septiembre pasado, y en el marco de las diamantadas, colectivas de Ecatepec convocaron a una marcha contra la violencia. Ellas pidieron que la manifestación fuera lo más tranquila posible. De nuevo, no es lo mismo marchar en la CDMX, que en Ecatepec.
Pero estas pequeñas movilizaciones dan fruto, y se vuelven más fuertes. Cada vez más se escucha la voz de las mujeres de la zona metropolitana.
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En octubre, estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM efectuaron el primer paro estudiantil impulsado y sostenido exclusivamente por mujeres. Las demandas: acabar con la violencia sexual y la inseguridad en la Universidad.
Las jóvenes han sostenido el paro. Pero acusan que las autoridades universitarias no han resuelto sus demandas. Hasta ahora, el paro sigue en pie. Esta forma de protesta se replicó en diferentes escuelas.
El 25 Día internacional contra la violencia de Género tuvo, por un lado, una tragedia. Por otro, una revolución.
Ese día, Abril Cecilia Pérez Sagaón, fue asesinada de un disparo. Tenía 49 años. Llevaba un año batallando por la custodia legal de sus tres hijos. Un año atrás, Abril acusó a su exesposo y padre de sus hijos de intento de feminicidio. Éste la golpeó a batazos cuando ella dormía. Pero un juez, reclasificó el delito como “lesiones”. Y lo dejó libre.
Ese mismo día, en Chile, el colectivo feminista #LasTesis interpretó su ya clásico performance “un violador en tu camino”.
Este inmediatamente fue replicado en varias partes del mundo. Y en México, también. Quizá la interpretación más conmovedora fue la que hicieron estudiantes adolescentes de una preparatoria en Ecatepec, un municipio mundialmente célebre por la violencia de género que sufre.
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