4 diciembre, 2019
El Secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, presentó un diagnóstico del trasiego de armas que hay a México. En medio de su peor crisis de seguridad, el gobierno pide colaboración a Estados Unidos para detener ese flujo, pues de ese país llega el 70 por ciento de las armas que matan en México
Texto: José Ignacio De Alba
Foto: Presidencia
Apenas el sábado pasado, un comando armado con una veintena de camionetas bordeó brechas entre México y Estados Unidos antes de llegar al municipio de Villa Unión, en el estado de Coahuila. Según la versión del gobierno local, autoridades estatales respondieron el ataque del cártel del Noroeste. El saldo hasta el momento es de 22 personas muertas.
Esta es la última muestra del grado de violencia que vive México, lo que el propio gobierno federal llama “nuestra mayor prioridad y nuestra principal deuda”. Las autoridades mexicanas han señalado la urgencia para que el gobierno de Estados Unidos reduzca el el tráfico ilícito de armas.
Este miércoles, en la conferencia matutina del presidente, el Secretario de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Crescencio Sandoval, presentó un diagnóstico sobre el ingreso de armas en nuestro país durante los últimos 10 años.
Sandoval informó que más de 2 millones de armas de fuego ingresadas ilegalmente al país entre 2009 y 2019, de las cuales, las autoridades sólo han podido recuperar 332 mil 689.
La Sedena calcula que, cada año, unas 200 mil pistolas y fusiles entran al país de forma ilícita.
El secretario de la defensa dijo además que 12 mil 573 armas legales u oficiales fueron robadas en México en estos últimos 10 años.
También explicó que 10 estados del país concentran la mayor cantidad de aseguramientos: Tamaulipas, Ciudad de México, Sonora, Jalisco, Michoacán, Baja California, Guerrero, Guanajuato, Sinaloa y Chihuahua.
En relación con la procedencia de origen, el titular de Sedena dijo: “sobre las armas que se decomisan en México, 70 provienen de Estados Unidos y el 30 por ciento tienen manufactura en España, Austria, Italia y otros países”.
También aseguró que 41 por ciento de las armas que entraron por la frontera norte de país vienen de Texas; 19 por ciento de California; 15, de Arizona y 25 por ciento del resto de los estados de la Unión Americana.
El gobierno mexicano tiene ubicados como principales puntos de entrada las ciudades de Tijuana-San Diego, El Paso-Ciudad Juárez, Laredo-Nuevo Laredo, McAllen-Reynosa, Brownsville-Matamoros.
“La mayoría de los aseguramientos los hemos hecho en transporte de carga y vehículos particulares” , dijo Sandoval. En tanto que la llegada de armas desde Europa, explicó, es por medio de los puertos marítimos.
Por otro lado, explicó que las armas legales que entran al país son mucho menos: en el mismo lapso de 10 años, las Fuerzas Armadas de México adquirieron 18 mil 112 armas; los gobiernos estatales compararon 228 mil 391; las dependencias federales de seguridad; 76 mil 820; personas físicas 113 mil 74; y las personas morales 32 mil 340.
En total, en esa misma década entraron al país,, de forma lícita, 468 mil 737 armas de fuego. Es decir, una cuarta parte de las que entraron ilegalmente.
El jefe miliar anunció que esta semana se llevó a cabo la destrucción de más de 19 mil armas de fuego que fueron decomisadas o que forman parte de la Campaña Permanente de Canje de Armas.
También agregó que desde esta administración “se fortalecieron los retenes de norte a sur”.
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador que “el procurador (William Barr) de Estados Unidos va a estar en México, se van a llevar a cabo reuniones con el propósito de fortalecer las relaciones, desde luego dos temas que se tienen que tratar es el de la introducción de armas y de dólares”.
El tema del trasiego de armas ha sido puesto en la mesa de negociaciones con Estados Unidos desde marzo pasado, cuando el presidente de ese país, Donald Trump, amenazó con imponer aranceles a los productos mexicanos si no se detenía el flujo de migrantes centroamericanos.
A través de la cancillería, el gobierno mexicano ha insistido en que Estados Unidos debe detener el flujo de armas ilegales.
El diagnóstico presentado por Sandoval se da en medio de una grave crisis de seguridad en México. Al inicio de esta semana, López Obrador descartó una intervención del gobierno de Estados Unidos en la investigación por los asesinatos de 9 integrantes de la familia LeBaron ocurridos hace un mes en los límites de Sonora y Chiahuahua y por los cuales ya hay tres detenidos.
Antes de la conferencia del presidente, familiares de desaparecidos que integran el colectivo Búsqueda Nacional en Vida protestaron frente a Palacio Nacional. Las víctimas exigen al gobierno federal seguridad para llevar a cabo sus búsquedas en campo.
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Cronista interesado en la historia y autor de la columna Cartohistoria que se publica en Pie de Página, medio del que es reportero fundador. Desde 2014 ha recorrido el país para contar historias de desigualdad, despojo y sobre víctimas de la violencia derivada del conflicto armado interno. Integrante de los equipos ganadores del Premio Nacional Rostros de la Discriminación (2016); Premio Gabriel García Márquez (2017); y el Premio Nacional de Periodismo (2019).
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