Abatir y detener a los capos del crimen organizado es una estrategia de seguridad utilizada desde la declaración de guerra de Felipe Calderón y tiene consecuencias tangibles hasta hoy como la división y proliferación de cárteles y la batalla por el territorio
Por Lydiette Carrión
Foto: Cuartoscuro
La detención de Ovidio Guzmán por parte de elementos del Ejército, una jornada de gran violencia en Culiacán, y la posterior liberación del hijo del capo, es la primera gran crisis de seguridad y política de este sexenio. Ha dividido la opinión pública.
Cuestionado por haber “liberado” al hijo del Chapo después de detenerlo, el Presidente advirtió que había mucho riesgo de que la población sufriera consencuencias.
El abatimiento de grandes capos del narcotráfico fue la estrategia principal de Felipe Calderón durante su mandato. Las repercusiones han llegado hasta ahora: la división y proliferación de cárteles y la batalla por el territorio. Un breve recuento de lo que implicó esta forma de combate al crimen organizado y sus consecuencias directas.
En 2006, llegó Felipe Calderón a la Presidencia de la República. Una de sus primeras acciones fue anunciar la llamada “Guerra contra el narcotráfico”.
En aquel entonces eran contados los cárteles dominantes en México: el de Sinaloa, liderado por Joaquín Guzmán Loera (El Chapo), el de Juárez, el Golfo, los Arellano Félix, El cartel del Milenio.
En aquellos años, el cartel de Sinaloa o la Federación era definido por la consultora de seguridad estadunidense Stratfor, como “una red de células independientes”, encabezadas por el señor de las drogas más buscado del mundo: Joaquín Archibaldo Guzmán Loera, El Chapo. Este además, aparecía en la lista de Forbes de los hombres más ricos del mundo, aunque nunca se aclaró cómo fue calculada su fortuna.
A inicios de 2006 el Chapo estaba asociado a Ismael “El Mayo” Zambada; Ignacio “El Nacho” Coronel Villareal (tío de quien sería su esposa, Emma Coronel. Coronel sería abatido en 2010) y Juan “El Azul” Esparagoza Moreno.
Los principales operadores del Chapo los hermanos Beltrán Leyva: Héctor, Marcos Arturo, Mario Alberto, Carlos y Alfredo.
Alfredo Beltrán Leyva fue detenido en 2008. En aquel entonces, los medios narraron que los Beltrán Leyva interpretaron la detención de Alfredo como una “traición” del Chapo Guzmán. Así que el 8 de mayo de 2008, uno de los hijos del Chapo, Édgar Guzmán López, fue asesinado en Culiacán. Edgar tenía 22 años.
Éste fue el origen de la nueva organización de los hermanos Beltrán Leyva, que inmediatamente se alió con los zetas; que a su vez se acababan de escindir del cartel del Golfo.
Los Beltrán Leyva se adueñaron de la ruta del pacífico rumbo a la Ciudad de México. Este grupo fue perseguido con fuerza bruta. Las consecuencias de esa política de seguridad las siguen sufriendo en Guerrero y Morelos.
El 16 de diciembre de 2009, mediante un “operativo” de la Marina mexicana, Arturo Beltrán Leyva “el Barbas” fue abatido en Cuernavaca, Morelos. El operativo duró horas. Los medios exhibieron la foto del capo asesinado, lleno de sangre. Los marinos colocaron billetes sobre el cadáver.
Dos semanas después, el 2 de enero de 2010, su hermano Carlos Beltrán Leyva fue detenido en Culiacán por elementos de la Policía Federal.
Pero la muerte de Arturo Beltrán Leyva no extinguió su organización, sólo la dividió.
El otro hermano, Héctor Beltrán Leyva, se alió con Sergio Villarreal Barragán “el Grande”. Ellos conformaron el Cartel del Pacífico Sur (CPS).
Esto implicó nuevos enfrentamientos, más violencia. El Pacífico Sur emprendió una guerra contra sus antiguos aliados: Edgar Valdez Villarreal “la Barbie” y José Gerardo Álvarez Vázquez, “El Indio”.
Ambos grupos se empezaron a disputar el control de Guerrero y Morelos.
El 22 de abril de 2010, fue detenido Gerardo Álvarez “El Indio”. Cuatro meses después, el 30 de agosto de 2010, fue aprehendido el propio Valdez Villarreal.
“La Barbie” es un estadunidense de origen mexicano. Muy adicto a la violencia. Fue cercano a Arturo Beltrán Leyva desde que éste se encontraba aliado con el Chapo Guzmán. En aquel entonces, cuando inició el sexenio de Calderón, La Barbie estaba encargado de “pelear” el control de Guerrero y el puerto de Acapulco a nombre de la Federación.
Pero con la aprehensión de la Barbie, los grupos se pulverizaron. Ello dio origen a dos organizaciones: el Cartel Independiente de Acapulco (Cida) y un grupo de células comandadas por Carlos Montemayor González “El Charro” (suegro de la Barbie). Al Charro se le acusa del secuestro y asesinato de 20 michoacanos en el puerto de Acapulco, en septiembre de 2010.
En noviembre de 2010, El Charro fue detenido.
El CPS también tuvo bajas. El 12 de Septiembre de 2010, la Marina capturó en Puebla a Sergio Villareal Barragán, “El Grande”, considerado el segundo de Héctor Beltrán Leyva.
Todo este esfuerzo de detenciones, peleas, muertes, dinero (en parte proveniente del Plan Mérida) no significó que el entonces Cartel del Pacífico Sur perdiera poder.
Durante esos años, esa organización sustituyó los operadores que caían. Ese fue el caso de Julio de Jesús “El Negro” Radilla, presuntamente responsable del homicidio de siete personas en Morelos, entre ellas, el hijo del poeta Javier Sicilia.
“El Negro” fue detenido el 25 de mayo de 2011, en Veracruz. Lo sustituyó su sobrino, Kineret Orozco González el “Chikinarco”. Sin embargo Kineret también fue aprehendido a finales de mayo de aquel año.
El CPS se fracturó infinidad de veces en pocos años. De la organización de Héctor Beltrán Leyva, surgió “La mano con ojos”, que opera en el Estado de México y que a su vez tuvo otra escisión: “La nueva administración”, responsables de una ola de homicidios en el Estado de México y el sur del Distrito Federal durante el sexenio de Calderón.
Estos grupos nutrieron a los siguientes “mini cárteles” de la región: desde los Ardillos, Guerreros Unidos, en Guerrero. Luego, en Morelos, Estado de México y Ciudad de México, con la Unión Tepito, la Nueva Administración.
Hasta la fecha siguen influyendo en la región centro del país.
Durante la segunda mitad del siglo XX, la escena del narcotráfico en México había sido siempre dominada por los sinaloenses. Fue hasta los años noventa del siglo pasado, que el cartel del Golfo empezó a competir.
Los líderes históricos del Golfo fueron, por un lado, Juan García Abrego (extraditado a Estados Unidos en 1995), y Osiel Cárdenas Guillén (detenido en 2003 y posteriormente extraditado). En su momento, a finales del siglo pasado eran señalados como los criminales más violentos del país.
Pero nada en comparación con lo que vendría después.
Fue Osiel Cárdenas quien, en 1999, reclutó a los Zetas, un grupo de exmilitares, mandos medios desertores del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE) del Ejército Mexicano.
Por cierto, la administración de Vicente Fox Quezada (2000-2006), siempre negó el origen militar de los Zetas. Los funcionarios de seguridad de aquel entonces aseguraban que era un “mito”. Ahora se sabe que no es así, y que las prácticas de violencia que los zetas dejaron a los largo de Veracruz y Tamaulipas, principalmente (pero tuvieron influencia en muchas más estados) son herencia de las prácticas militares.
A inicios del sexenio de Calderón, el del Golfo era una de las organizaciones más poderosas. bajo el liderazgo de Antonio Ezequiel Cárdenas Guillén “Tony Tormenta”, hermano de Osiel. Pero en 2008, los zetas decidieron “independizarse”.
Un año después, el cartel del Golfo ya estaba reducido a una sombra de lo que fue. Así lo reportó la consultora Stratfor a finales de 2009.
En noviembre de 2010, “Tony Tormenta” fue abatido en Matamoros. Se trató de un operativo espantoso, apenas narrado por la prensa local (que vivía amenazada por el narco). Unos recuerdan ocho horas de balaceras. Otros, 12 horas. En ese tiempo, los habitantes de Matamoros reportaban incipientemente por redes sociales. La administración de Calderón evaluó como un “éxito” este operativo.
Eso no detuvo al cártel del Golfo. Los siguientes años, éste batalló contra los zetas en Nuevo León (particularmente la ciudad de Moneterrey), en Coahuila… los buscadores de Coahuila, las fosas clandestinas, todo eso es consecuencia de aquellos años.
Los Zetas imprimieron una forma nueva de trabajar, aprendida de los GAFES, que a su vez abrevaron de las políticas de terror de los militares de Centroamérica. Desde 2006 se documentó la relación de los zetas con los kaibiles (antiguos elementos contrainsurgentes guatemaltecos).
Durante los sexenios de Fox y Calderón, explotaron, mataron y torturaron sobre todo los sectores más desprotegidos de la sociedad: migrantes, trabajadores asalariados y pequeños empresarios. A diferencia del cartel del Golfo, no les interesó crearse una base social de reconocimiento. Fueron muy poderosos. Controlaron toda la ruta desde Guatemala hasta Tamaulipas y su frontera con Texas.
Algunos los vinculan con los poderes políticos del PRI en esa región, en aquel entonces.
El principal fundador de los Zetas, Arturo Guzmán Decena “el Z1”, fue también abatido por militares. En noviembre de 2002, fue ejecutado en un restaurante. Lo único que cambió fue el mando. Heriberto “El Lazca” Lazcano subió a la dirigencia de la organización. Este fue descrito como un hombre de “extrema crueldad”.
El Lazca se convirtió en el “segundo capo más buscado” de México. Sólo después del Chapo Guzmán.
Durante el primer decenio de los años 2000, los Zetas sumieron Tamaulipas y Veracruz en el horror. Ellos son responsables del asesinato de 72 migrantes, por ejemplo. De la situación de San Fernando, Tamaulipas. Pero el Ejército también está ahí. Los enfrentamientos constantes, las balaceras, hicieron poca merma en el crimen organizado.
En octubre de 2012, El Lazca también fue abatido, en Progreso Coahuila. También en un enfrentamiento con miembros de la Marina. Su ejecución implicó también mucha sangre y violencia en la región. Incluso un comando armado robó su cuerpo de la funeraria donde se encontraba, en la ciudad de Sabinas, Coahuila.
Durante el sexenio de Vicente Fox, el cartel de los hermanos Valencia o El Milenio, en Michoacán, fue una organización que ocupó los titulares de la prensa mexicana.
Para 2007, surgió una nueva organización en el estado, que, en alianza con Los Zetas, fue debilitando y expulsando a los Valencia. Se trataba de La Familia Michoacana.
Para 2008, La Familia era preponderante en Michoacán.Tenían una alianza con los Zetas y un discurso religioso de por medio. Pero en 2009, aquella alianza se rompió.
El 9 de diciembre de 2010 el líder y fundador de La Familia, Nazario Moreno González, alias “El más loco”, también fue ejecutado durante un enfrentamiento con fuerzas federales.
Quedó en su lugar Jesús Méndez Vargas alias “El chango”, quien no pudo mantener el orden de su organización criminal.
A inicios de 2011, varios líderes del cartel, entre ellos Servando Gómez Martínez La Tuta, y Enrique Plancarte Solís, “la Chiva”, se escindieron y se llevaron con ellos la mayor parte de la organización. Así fundaron un cartel más violento, más delirante: Los Caballeros Templarios
Jesús Méndez Vargas fue detenido el 21 de junio de 2011 en Aguascalientes.
El cartel del Milenio no desapareció. Siguió operando en Michoacán y muchos de sus miembros se instalaron en Jalisco. Fueron “pioneros” en la introducción y manufactura de drogas sintéticas. Formaron alianzas. Quizá la más importante, con Nacho Coronel, del cartel de Sinaloa, hasta que éste fue abatido en 2010. Lo que dio origen a “La resistencia” y Cartel de Jalisco Nueva Generación.
Este después tendría cancha abierta para expandirse por todo el país durante la administración de Enrique Peña Nieto (2012-2018). Lo hizo por medio de un discurso de “acabar” con los Caballeros Templarios. El gobierno federal permitió la infiltración de las Autodefensas en Michoacán, las cuales iniciaron con un discurso de terminar con los Caballeros Templarios. Pero rápidamente fueron financiados e infiltrados por miembros de la antigua Familia Michoacana, y por parte del Cartel Jalisco Nueva Generación.
En aquel entonces se hicieron públicos los vínculos de todos estos grupos con el poder político y económico. Pero se hizo poco o nada en términos económicos. La estrategia siempre fue únicamente de corte militar o de seguridad.
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Lydiette Carrión Soy periodista. Si no lo fuera,me gustaría recorrer bosques reales e imaginarios. Me interesan las historias que cambian a quien las vive y a quien las lee. Autora de “La fosa de agua” (debate 2018).
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