18 noviembre, 2024
La medida podría escalar el conflicto a niveles inimaginables, pues meses atrás, el gobierno de Rusia amenazó que respondería este tipo de ataques con armamento nuclear
Texto: Alejandro Ruiz
Foto: Jacquelyn Martin / POOL / AFP
CIUDAD DE MÉXICO. – El gobierno de los Estados Unidos autorizó a Ucrania de usar misiles de largo alcance en la guerra contra Rusia.
La decisión, que aún no ha sido publicitada en los canales oficiales de comunicación de La Casa Blanca, fue confirmada por un alto funcionario del gobierno de Estados Unidos a The New York Times y The Washington Post.
De ser cierto, esta decisión implicaría una escalda en la guerra ruso-ucraniana, pues en ocasiones previas, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha dicho que, en caso de que Ucrania use misiles de largo alcance, su gobierno respondería con armas nucleares.
Por su parte, tras darse a conocer la noticia, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dijo en un video en redes sociales que en días previos presentó un plan para continuar con la guerra a las potencias aliadas. En este plan, afirmó Zelensky, se incluyó la «capacidad de largo alcance para nuestro ejército».
De acuerdo a diversos analistas, el ataque ucraniano podría producirse en los próximos días.
En Rusia, la agencia de noticias TASS recuperó la declaración de legisladores rusos. Uno de ellos, Vladimir Dzhabarov, vicepresidente primero de la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara Alta rusa, dijo ante la prensa que, la escalda por parte de Estados Unidos y Ucrania podría ser «un gran paso hacia el inicio de la Tercera Guerra Mundial”.
La afirmación no es menor, pues en septiembre, el presidente Vladimir Putin había advertido que, en caso de que los aliados de Ucrania les apoyaran con armamento de largo alcance, su gobierno usaría armamento nuclear en su contra.
Y sentenció:
«Esto significará que los países de la OTAN, EEUU y los estados europeos, están combatiendo con Rusia».
La afirmación de Putin no es menor, pues el armamento que Estados Unidos autorizó usar a Ucrania son misiles tácticos denominados como ATACMS, los cuales, tienen la capacidad de alcanzar hasta 300 kilómetros. Su velocidad, además, los hace difíciles de interceptar.
De acuerdo a cálculos de sistemas de inteligencia, el gobierno Ruso tiene en su poder más de 6 mil ojivas nucleares, esto es casi más de 10 veces las ojivas que tienen los dos países de la Unión Europea que poseen ojivas nucleares (Francia y Reino Unido).
Desde su campaña, el próximo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con terminar el financiamiento a Ucrania para postergar la guerra con Ucrania.
Sin embargo, ante la movida del gobierno de Joe Biden, según recuperó la agencia Reuters, no está claro si el próximo gobierno de Trump revertirá la decisión.
Lo cierto es que, desde hace un año, en el Congreso norteamericano los ánimos son otros, y el dinero ha sofocado a Ucrania, quien ha perdido batallas importantes frente a Rusia.
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Un ejemplo: hasta enero de 2024, según datos del Instituto Kiel para la Economía mundial, Ucrania había recibido cerca de 92 mil millones de dólares provenientes de la Unión Europea, y casi 73 mil millones de dólares por el gobierno de Estados Unidos.
De hecho, en sus últimas discusiones, el Congreso norteamericano (ahora de mayoría republicana) ha optado por recortar fondos y financiamientos hacia Ucrania. Como muestra, diciembre de 2023, después de que durante un encuentro en Washington entre el presidente ucraniano, Volodimir Zelenszky, y su homólogo Joe Biden, el presidente norteamericano anunció que aportaría otros 200 millones de dólares para Ucrania, pero en realidad, este dinero es parte de un fondo que está por agotarse. Mientras, en el Congreso de los Estados Unidos, el Partido Republicano tiene congelada la autorización de un financiamiento de 61 mil millones de dólares.
Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.
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