El actual secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda, Inti Muñoz,y que liderará la nueva Secretaría de Vivienda en el gobierno entrante de Clara Brugada en la Ciudad de México, tiene claro su encargo: Cercar la gentrificación. En entrevista, comparte el diagnóstico tiene y cómo planea entablar este combate
Texto: Arturo Contreras Camero
Foto: Archivo Anton Lukinoy / Unsplash
CIUDAD DE MÉXICO.- “Tenemos una postura clara en torno a la gentrificación. Vamos a combatir la gentrificación”, aseguró en entrevista Inti Muñoz Santini, actual titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda del Gobierno de la Ciudad de México, y quien ocupará la nueva Secretaría de Vivienda en el gobierno de Clara Brugada.
Muñoz Santini llegó a la Seduvi en febrero de 2024, apenas al último año de este sexenio, pero ocupó cargos en la ciudad desde inicios del gobierno de Claudia Sheinbaum. Del 18 al 21 fue coordinador ejecutivo de la Secretaría de Cultura y del 21 al 2023 ocupó la Dirección general del Ordenamiento Urbano de la Ciudad de México, en julio de ese año llegó a subsecretaría de Gobierno de la Ciudad, antes de ocupar la titularidad de la Seduvi,
El secretario reconoce en una entrevista con Pie de Página que la nueva jefa de Gobierno identifica dos problemas que son materia de atención urgente para el nuevo gobierno: Agua y Vivienda. Esta segunda será su responsabilidad directa, en conjunto con la nueva Secretaría de Planeación y Ordenamiento Territorial, que encabezará Alejandro Encinas.
“La estamos combatiendo ya”, asegura Inti Muñoz sobre la gentrificación al enumerar lo que se ha hecho durante este sexenio al respecto. “Dos, la gentrificación no solamente no es inevitable, sino que debe detenerse porque no le ha hecho bien a la ciudad. Tres, no hay gentrificación buena y lo reitero porque también heredamos, al mismo tiempo, estas visiones de ciudad que el neoliberalismo buscó imponer en el mundo”.
“Heredamos ideas como que la gentrificación podría ser buena, por ejemplo, para regenerar algunos barrios. Cuando eso es algo descabellado, sin fundamento, en realidad más bien tenemos que procurar que la gentrificación no se favorezca del valor urbano que genera la ciudad, que genera lo público cuando rehabilita las calles o cuando mejora el espacio público”.
Fue hasta el último tramo de este sexenio que se empezó a avanzar en temas de vivienda. Apenas el 28 de agosto el Congreso de la ciudad aprobó la Ley de Vivienda de 2024 en la que se pone un tope al incremento de las rentas y abre un registro de contratos de arrendamiento. En junio, el gobierno de la Ciudad inició un programa piloto de vivienda social para jóvenes, días antes, entregó casas a comunidades indígenas y vulneradas y en abril se publicó una regulación de aplicaciones de hospedaje, tipo AirBnB.
“No la vamos a combatir, es posible combatirla, siempre ha estado ahí el riesgo de la exclusión, las distintas dinámicas que una sociedad como la nuestra pueden generar”.
¿Cómo llegamos a tener una ciudad con casas que son impagables y rentas inalcanzables? El secretario tiene un diagnóstico claro:
“La inversión en vivienda social no creció durante la administración anterior, hubo una suerte de repliegue en algo que era fundamental y era acompañar el proceso de redensificación de la Ciudad de México, trazado desde el Programa General de Desarrollo Urbano del Distrito Federal, que se aprobó durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador como jefe de Gobierno”, Asegura. “Se comenzó a trazar una ruta que era redensificar la zona central de la Ciudad de México, evitar el crecimiento fragmentario de la urbe”.
“La visión que al final se impuso durante la administración anterior es una visión que se inscribe en la pérdida del rumbo progresista de la ciudad. Se renunció a seguir ese conjunto de definiciones, valores, principios que determinan el que un gobierno pueda decirse progresista o de izquierda. En concreto, se entendió a la vivienda como un negocio y que los privados podían hacerse cargo de la tarea, que iba a generar que las reglas del libre mercado en términos de la oferta y la demanda producirían el desarrollo económico y la vivienda suficiente para garantizar que la gente tuviera donde vivir y evidentemente esto no ocurrió, ocurrió todo lo contrario.
A partir de su experiencia al interior del gobierno, Muñoz Santini, asegura: “Hubo que dedicar un tiempo importante, un esfuerzo importante en los primeros momentos de la actual administración en el desmontaje de estructuras de corrupción, de ilegalidad, en la corrección de un conjunto de errores. Sin embargo, los saldos estaban ahí”.
Esa es la meta de su gestión, que no suena nada sencilla. que el suelo urbano se deje de encarecer, que esa tendencia se revierta y que deje de ser un factor de exclusión social
“Lo primero es hacer lo que se dejó de hacer, que es acompañar el proceso de redensificación, así como todas las dinámicas del desarrollo de la ciudad, de una fuerte presencia de lo público, de una fuerte presencia de la inversión pública, de un importante esfuerzo de regulación”, dice sobre los pasos a seguir para intervenir el mercado de la vivienda y del suelo en la capital.
La idea, asegura, es entender al suelo urbano no como mercancía, sino como el componente fundamental de la ciudad, entendida como un lugar donde debemos construir condiciones para la vida digna.
“Todavía cargamos con las consecuencias de un suelo encarecido, lo que se refleja en que las rentas subieron de una forma absolutamente desmedida, sobre todo en algunas zonas de la ciudad, por encima incluso del límite que ponía el Código Civil del 10 por ciento para llegar a niveles de incremento de 100 o 200 por ciento en algunas zonas”, dice antes de defender la ley de vivienda que acaba de ser aprobada. .
“Pues ahora decidimos poner un límite definido. Además, a partir del análisis de cómo está funcionando el mercado de las rentas, de conocer distintas miradas, diagnósticos, políticas exitosas en otras ciudades del mundo encaminadas a la estabilización del mercado de rentas, lo que se ha hecho es tan sencillo y preciso como importante. Que en términos de ley que el aumento no pueda ser mayor a la inflación es fundamental porque el aumento en las rentas venía siendo mucho mayor no solo que la inflación, también al salario”.
A través de un repositorio de contratos de arrendamiento, el Gobierno de la Ciudad de México busca dar garantías a arrendadores y arrendatarios, dar sentido jurídico y transparencia al mercado de vivienda, pero además, le da al gobierno la posibilidad de tener una mirada del conjunto y los efectos que ha causado la sobremercantilización de distintas dinámicas de lo urbano, explica.
“Hay que desarrollar más herramientas de gestión de medidas como esta. Por lo pronto, le dará derecho a alguien al que se le pretende cancelar arbitrariamente su contrato de arrendamiento, le da derecho a utilizar el hecho mismo del registro, que debió ser incluido por ley para reivindicar un compromiso pactado con el arrendador. Eso no es menor. Es decir, tú tendrás derecho a defenderte porque ese contrato está registrado en una herramienta pública que existe por ley”.
Dentro de las promesas de campaña de Clara Brugada se incluye realizar 200 mil acciones de vivienda, un reto que el secretario explica, incluirá dos partes, la de reuso de espacios urbanos abandonados y el apoyo a la autoconstrucción.
“Incluirá la rehabilitación de inmuebles existentes en la Ciudad de México que actualmente se encuentran en desuso para que ahí también haya acciones de vivienda asequible. Incluirá un reforzamiento del programa de mejoramiento de vivienda, teniendo en cuenta que un porcentaje muy, muy grande, muy amplio de lo urbanizado en la Ciudad de México o del uso del suelo urbano ha partido de un principio de urbanización informal. La autoconstrucción está allí en un porcentaje tal vez mayoritario del territorio de la Ciudad de México y entonces el mejoramiento de vivienda produce un conjunto de posibilidades benéficas para la habitabilidad
Después, asegura, que el Instituto de Vivienda, en Invi, no va a desaparecer con la creación de la Secretaría de la Vivienda, sino que se pretende mejorar y fortalecer
A pesar de que en este último año se ha podido dialogar con las empresas que controlan gran parte del mercado inmobiliario y de las propiedades en la ciudad, no siempre ha sido así, propuestas como las que se han creado han sido fuertemente criticadas y otras, anteriores a ellas, fueron canceladas por esos poderes empresariales, sin embargo, esto está cambiando, asegura Inti Muñoz.
“Creo que cada vez tienen menos peso en el debate público, los que defienden una visión de ciudad, de sociedad, de modelo económico, como el que el neoliberalismo salvaje defendió, o como el que se defiende desde posturas de derecha anquilosada. Eso ya ocurre cada vez menos en una ciudad muy consciente de sí misma, en una ciudad donde no hay intenso debate público, donde hay una ciudadanía empoderada que defiende sus derechos cotidianamente, que busca todos los días acompañar, vigilar, incidir en las decisiones de política pública”.
“Se decía que nunca íbamos a poder tener una cultura ciclista o sistemas públicos de renta de bicicletas o cientos de kilómetros de ciclovías y hoy la ciudad tiene una cultura ciclista que sigue creciendo. Se decía que era una locura pensar en que todos los estudiantes de la escuela pública, todos tuvieran una beca y no una pequeña beca, una beca que crece para que nadie tenga que irse de la escuela. Se decía que la universidad pública estaba condenada a cobrarle cuotas a sus estudiantes y nosotros venimos de una tradición donde dijimos no a todo eso que se planteaba como un dogma”, comenta el exintegrante del Consejo Estudiantil Universitario de los movimientos de estudiantes del 86.
“Es posible construir otra idea de ciudad, otra idea de sociedad, otra idea de cómo debe funcionar el mundo que no es la del modelo económico neoliberal que en contraste ha arrojado un largo catálogo de fracasos y de consecuencias negativas para las ciudades, para las sociedades y para el derecho de la gente a vivir mejor, a imaginar la mejor ciudad posible”, asegura.
Periodista en constante búsqueda de la mejor manera de contar cada historia y así dar un servicio a la ciudadanía. Analizo bases de datos y hago gráficas; narro vivencias que dan sentido a nuestra realidad.
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona