Por primera vez, las triquis hablan de lo que viven con la venta de mujeres para matrimonio en sus comunidades. Nayelli López Reyes, comunicadora triqui, ganó el premio Gabo con el podcast Mujeres Valientes: Guiì Chanáa, el cual rompe el silencio… y también los estigmas
Por Daliri Oropeza Alvarez / X: @dal_air
Las triquis y su voz están en el centro de este podcast. Hablan de lo que significa la venta de mujeres para el matrimonio. Desde las abuelas hasta las jóvenes rompen el silencio para reflexionar juntas esta práctica. El abordaje de la historia es desde el ser triqui. Nayelli López Reyes, de sonrisa tímida y visión de educadora popular, creó el podcast Mujeres Valientes: Guiì Chanáa (mujeres que tejen).
Nayelli es la primera mexicana que gana el premio Gabo en la categoría de audio, con este podcast que describe desde la experiencia un profundo contexto cultural, social, delicado porque hay violencias normalizadas contra las mujeres en la región Triqui de Oaxaca. Lo hace desde su cosmoexistencia, lo que permite una escucha sin prejuicios.
Además de ser educadora, comunicadora popular, es artesana, costurera, tejedora que busca cambiar la realidad de las mujeres a través de las preguntas. Nayelli hace un ejercicio de ponerse en diferentes posiciones para tomar distancia de lo que sucede al interior de su pueblo, San Martín Itunyoso. Aunque al describirlo lo hace con el corazón y el amor a su comunidad.
Participa en movimientos sociales y organizaciones indígenas. Su interés de luchar por las mujeres no es reciente. Nos conocimos en el Encuentro de Mujeres zapatista en el Caracol de Morelia del 2019. Desde entonces ya hablábamos de la importancia de su participación política y la concientización que realiza a nivel comunitario.
“Es momento de tener un espacio como periodismo indígena”, asegura la joven de 27 años en entrevista después de regresar de recibir el premio en Colombia. Afirma que el periodismo también ha servido para estigmatizar a las mujeres y a las comunidades triquis, por eso es inigualable el trabajo que ella realizó al escuchar a las mujeres de su comunidad.
“Es hacer respetar a las mujeres, a los pueblos y dejar en claro que podemos realizar nuestra propia comunicación en comunidad, abrir más espacios donde sí resuenan nuestras historias”, dice Nayelli mientras recuerda que el Podcast se publicó en 2023, un año después de ganar la convocatoria de Spotify “Sound Up México” en 2022.
La comunidad triqui de San Martín Itunyoso lo recibió con felicitaciones y con reservas. Aún así, Nayelli está feliz por el trabajo realizado y sabe que va a trascender el tiempo por la relevancia y el abordaje sobre la compra de mujeres y las violencias que sufren.
El podcast es un punto de inflexión para revertir las historias de abuso. Acompañar a las mujeres desde la escucha. Entender sus realidades y también sus dolores. Describe en entrevista las dificultades, alegrías y retos al realizar este impecable trabajo, que está primeramente en su lengua triqui y dirigido a su comunidad.
–¿Cómo fue el proceso para crear este este podcast con el que ganas el premio Gabo?
–El proceso fue algo complejo. Antes de grabar, fui entrevistada hacia a donde aterrizaba la idea. La productora Oronda Studio acompañó cómo va el proceso del podcast, a donde lo quería llevar, que quería contar de la historia de Nayeli también aparte de algunas este audios del podcast. También busqué a mis entrevistadas , mujeres que son alrededor mío, muy cercanas a mí.
Son mujeres que admiro, que he visto que han sufrido, que sé de sus historias, también fue una temática que es un estigma. Todas de mi pueblo. También las chicas con las que trabajé en equipo para la traducción y narración.
Las compañeras de la casa productora Oronda Studio, tuvieron que viajar de la Ciudad de México hasta San Martín Itunyoso. Fue hacer la logística de buscar la manera de cómo armar nuestro espacio para poder grabar. Una cabina. Fue algo sencillo, las chicas improvisaron y quedó un espacio de confianza donde no se escuchará ruido. Un espacio donde la entrevistada y yo estuviéramos tranquilas.
Hubo momentos en que tuvimos que ir casas de algunas entrevistadas, por cuestiones de que tenían a sus hijos, tenían cosas que hacer y nos brindaron una hora de su tiempo. Luego tuvimos que pedirle un espacio a la Casa Hogar Infantil de María, donde hay una casa hogar dentro de la comunidad y ahí tuvimos que entrevistar a otras mujeres valientes. ,
En el estudio que improvisaron las chicas, fue grabar todo momento, que provocaba cada pregunta. Si hubo algo fuerte, de tristeza, lloramos. Compartimos nuestras historias, en espacio íntimo donde dijimos ‘es momento de contar nuestras historias. Es momento de romper silencio como mujer ’.
Algunas entrevistadas dieron su palabra en español, algunas en lengua triqui. Así que también hubo un proceso de traducción y selección de frases e historias para ir tejiendo en capítulos.
Se disfrutó cada momento. Porque se buscó la manera de cómo encontrar las palabras fáciles para poder explicar lo que sucede en la comunidad. Hacer las preguntas para llegar a lo que queríamos llegar con la entrevista.
La narración de cada historia es importante porque es cada historia que han vivido estas mujeres dentro de la comunidad respecto a la compra. Su educación, parte del costumbre que se ha mantenido en generaciones y generaciones, violencia hacia la mujer, mujeres criticando a otras mujeres…
Hubo varios temas en un solo podcast donde se aterrizó muy bien. Dentro de nuestra comunidad explicamos, cómo es la vida de nosotras, como comunidad Triqui, entonces el proceso fue algo difícil, pero también algo que cada una de nosotras disfrutamos mucho.
–¿Por qué es importante poner la voz de las mujeres triquis en el centro?
–Es importante tener su voz y sus historias porque ellas lo están viviendo y contando de primera de primera mano. No es a través de otra persona, porque hay muchas este notas, en muchos este libros o muchas. Documentales que ellas mismas lo cuentan, lo traducen y narran mismas personas de la comunidad.
Decidí que es mejor que ellas cuenten sus historias para que la gente crea y entienda esta realidad. Porque la mayoría de la gente dice que no es cierto, que es un inventado que se compra a las mujeres. Porque no expresamos nosotras lo que no estamos de acuerdo. Se muestran las violencias y esa es una posibilidad de revertirlas.
Así nació y dije, quiero hacer un podcast que sean ellas mismas que cuenten sus historias, que ellas sean las primeras mujeres valientes de dejar una huella dentro de la comunidad. Que también ellas tienen el derecho de expresarse, porque la mayoría de las mujeres de comunidades, como mujeres indígenas que, dicen, no sabemos expresarnos bien el español… Una lengua que lamentablemente nos han impuesto.
Por eso también decidimos que el podcast estaría en Triqui primeramente dirigido a la comunidad con las personas que hablan Triqui. También que se escuche que podemos expresarnos en dos idiomas, que sí tenemos conocimientos, que sí sabemos, que somos ignorados, hemos sido discriminados en diferentes formas.
En esa parte se decidió hacer el español también, ya que nosotros como jóvenes que se nos han permitido estudiar, que nuestros padres nos han dado el privilegio de seguir estudiando, podemos expresarlo. Creo que las preguntas están, pero las respuestas es difícil de conseguir. Entonces es a través de investigación esa posibilidad de comprensión. es momento de tener un espacio como periodismo indígena.
–Nayeli, nos presentas a tu comunidad sin prejuicios. ¿Cómo hiciste para poder observar lo que sucede hacia adentro de tu comunidad y afrontarlo? Porque también hay una parte de tradición…
–Decidí hacerlo, como joven y como originaria dentro de la comunidad, porque lo vives. Lo ves, es parte de tu educación, parte de la sociedad.
Decidí no ser parte por un tiempo. Cuestionarme. ¿Por qué la gente de afuera lo ve mal? Entonces decidí verlo como persona de afuera, no como originaria de mi comunidad. Ahí vi lo que es lo que ven las personas externas, lo que ven y piensan de nosotros. Lamentablemente muchas veces no te cuestionas nada, no dices nada, no preguntas, no haces cuestionamientos. Dices, es mi cultura, es mi tradición, no lo veo mal. Entonces esa parte lo aceptas, no lo juzgas y no lo ves mal.
Algunas me hablaron de que es trata de mujeres, trata de niños, trata de blancas. Analicé porqué en la comunidad no lo toman así. Es parte de una cultura, parte de una tradición, es parte de la boda.
Por ejemplo, en una boda de gente externa, invierten mucho, hasta millones en una fiesta, pero las personas de la sociedad no lo cuestionan. Y siguen haciendo bodas caras. No me voy a meter, me voy a enfocar en lo que es parte de que sí se cuestiona la cultura.
A a mí no me gustaría que llegara un momento que dijeran, ‘pues pagaron por ti’. Como joven, parte de donde tú quieres decir: quiero un cambio dentro de la comunidad. No quiero que le siga tocando a más generaciones que vienen. Porque han impuesto eso tanto para mujeres como para los hombres.
Obligan a que los hombres tienen que pagar por nosotras, hoy en día. Anteriormente, con otras generaciones era diferente. Las mujeres mayores también hablaron de sus vidas. Hacia atrás, todavía se seguían pagando y solo los hombres elegían a su pareja. Hoy en día, nosotras tenemos la libertad de escoger a nuestra pareja. Aunque también hay padres que piden dinero, no generalizo toda la comunidad, porque hay algunas algunos que no.
Por eso yo lo veré como mujer, como integrante mujer indígena dentro de la comunidad, y también desde afuera, para entender desde muchas posiciones ¿por qué lo ven mal? Surge muchos cambios interno dentro de tu familia, dentro de tu hogar, porque cuestionas. Yo he llegado a cuestionar a mi mamá y a cuestionar a mis tías, a mis tíos, haciendo preguntas ¿de donde surgió esta práctica de generaciones en generaciones?
Si hubiera vivido una abuelita de cien años, tal vez ella nos podría contar esa parte. Va a llevar mucho tiempo de investigación para llegar quién impuso esa parte de tradición de la venta de las mujeres. Por eso dije: quiero hablar con muchas mujeres esta parte del tema. Con las mayores, que ellas mi mamá, mi abuela no tuvieron la oportunidad de estudiar.
–¿Tu papá te ha dicho algo al respecto?
–Pues me ha dicho que en su época era normal pero tampoco por eso quiere que lo sigamos. Nos dijo a mis hermanas y a mi, ‘ustedes son libres de escoger a su pareja ,con tal de tener alguien que sí las quiere, las respeten’.
Ya después de salir de la comunidad, uno piensa, reflexiona, recapacita, ciertas cosas que no están bien, dentro de la comunidad. Entonces también es parte de la familia el cambio. A raíz de eso llegan las preguntas ¿por qué? Hay personas que me han dicho ‘¿por qué dentro de tu comunidad o de la región Triqu se vende las mujeres?’.
La mayoría de las comunidades ocultan esta parte de que se vende las mujeres. A veces solo muestran lo bonito. Tapar algo. Entonces la parte de lo que ocultan, digo, es la que quiero contar. Quiero que de otras formas dentro de la comunidad, siga habiendo cambios impulsados como jóvenes. Soy de una comunidad. Algo bonito de mi comunidad, porque vivo hoy en día aquí, es que me encanta la naturaleza, me encanta su clima, es frio, es cálido, es refrestante. De hecho, nunca voy a cambiar mi comunidad, las piedras que tiene, el paisaje. La gente también es muy buena cuando vienen personas de afuera, son muy amables cariñosas, las mujeres muestran su parte de cómo hacen su telar, hablan orgullosamente de los labores que hacen, de lo que sufrimos de la falta de agua.
Hablar de mi comunidad me llena alegría en mi corazón, porque es parte de mi vida parte de mi ser, es parte de lo que yo nunca cambiaría, es mi raíz, es importante contar lo bueno y también contar lo malo. Siempre voy a hablar de maravillas de mi comunidad, en la cual yo crecí. Pero hay cosas a la cual no voy a estar de acuerdo y se vale cuestionar.
–Cómo lidiar con la crítica hacia adentro de tu comunidad, me imagino que el trabajo levantó ámpula…
–Me quedo orgullosamente porque mi voz está ahí. La historia va a quedar de generaciones en generaciones, aunque yo ya no esté. Mi voz va a estar ahí, donde fui la primera mujer en ser valiente de expresar esta historia. Mi historia. Quiero que en algún momento mis nietas, mis nietos, escuchen esto, que sientan lo que vivimos nosotras las mujeres y lo que ya no queremos.
Hubo un momento después de la publicación, en que se me acercaron algunas mujeres. Me pidieron consejos de ayuda, les digo que podemos platicar, haré la mejor de mis posibilidades en apoyarles en algo. Voy a estar para escucharlas, no soy nadie para juzgar, porque yo ni tampoco soy una mujer perfecta.
También hubo un tiempo en donde, no sé si son mujeres u hombres, pero a través de redes sociales me atacaron en mi persona. También a mi familia, mis hermanos, a mi mamá. A mi hermana en especial porque mi ella fue la traductora. Por primera vez sentí el ataques cibernético.
Yo sé que algunas personas no van a estar de acuerdo con lo que hice porque, según, expuse a mi comunidad. A algunos no les va a agradar esa parte. Algunas personas que aconsejaron que me cuidara, que me protegiera.
Hubo críticas tanto positivas y negativas dentro de la comunidad y pues son aceptables las dos versiones. No me quejo. Estoy feliz con el trabajo que hice y me siento orgullosa. Pues he logrado, ya después del premio, algo que nadie ha dicho hasta este momento.
–Creo que hacia adentro y hacia afuera de tu comunidad el podcast derrumba muchas barreras occidentales con las cuales se folcloriza los pueblos, o se les estigmatiza, desde un solo ángulo. ¿Por qué es importante que se reconozca una narración desde la visión de mujer indígena?
–Como mujer indígena, como ganadora, es importante por ser un trabajo sencillo, muy cálido, con amor y narrado por sus protagonistas. Nadie lo podría narrar de esta manera, sin prejuicios, porque no son de la comunidad. Por eso es un periodismo de investigación inigualable.
El premio al recibirlo, como mujer indígena, es también un premio para todas las mujeres indígenas, una muestra de que sí podemos lograr grandes cosas. Que hemos podido llegar lejos, no importa si hablamos español bien o mal. Podemos hacer grandes cosas y creo que en esa parte también dar un lugar, un espacio, al lograr.
Es un mensaje y llamado de atención para los periodistas que han estigmatizado nuestras tradiciones y dicho mentiras de nuestros pueblos para vender. Lamentable nosotros como pueblos indígenas no podemos demandar, no podemos hacer nada, por falta de conocimiento de esa parte. Y por eso digo pues ese premio es para respetar y dejar en claro que nosotros como pueblos indígenas y mujeres indígenas podemos realizar nuestro propio trabajo, nuestra propia comunicación, en nuestra propia investigación dentro de nuestra comunidad y es un orgullo poder abrir más espacios para el diálogo y la comprensión.
Botas llenas de Tierra. Tejedora de relatos. Narro sublevaciones, grietas, sanaciones, Pueblos. #CaminamosPreguntando De oficio, periodista. Maestra en Comunicación y cambio social. #Edición #Crónica #Foto #Investigación
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