En el complejo cultural Los Pinos, la dirigencia de Morena junto a Claudia Sheinbaum y Clara Brugada recordaron el triunfo electoral del 1 de julio de 2018. En sus mensajes, el partido llamó a la unidad y avanzar en la construcción del Plan C, aún pese a las críticas de su militancia

Texto: Alejandro Ruiz

Fotos: Especial

CIUDAD DE MÉXICO. – «Ese día triunfó no solo Andrés Manuel López Obrador, sino triunfó un movimiento que luchó por décadas», dijo Claudia Sheinbaum recordando el primero de julio de 2018, cuando Andrés Manuel López Obrador por fin ganó la presidencia de la República.

Sus palabras calan hondo entre la militancia de Morena que celebra lo que ellos llaman «el día de la revolución de las consciencias».

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«El triunfo de Andrés Manuel López Obrador ha sido uno de los momentos más felices, no del movimiento, sino del pueblo de México (…). Fue un momento en donde el pueblo de México dijo: basta. Basta al viejo régimen neoliberal, basta a gobiernos que se dedicaban a servir a unos cuantos. Basta de convertir los derechos en privilegios, basta de privatizar los recursos públicos y los bienes de la nación”, aseguró Sheinbaum, quien en solo unos meses se convertirá en la primera mujer presidenta de México.

La escena ocurre en el Complejo Cultural Los Pinos que, hasta antes de 2018, era la residencia y oficina de los expresidentes de la República, una tradición que rompió López Obrador, quien prometió reiteradas veces que, de ganar la presidencia, no viviría ahí.

Junto a ella, una parte del gabinete federal representado por Luisa María Alcalde y Jesús Cuevas, celebran su logro histórico.

También, a un lado, está Clara Brugada, la próxima jefa de gobierno que antes era parte del Movimiento Urbano Popular en Iztapalapa, la Alcaldía que gobernó durante dos periodos.

A todos ellos les aplauden, los celebran.

Pero las loas no son las mismas para Mario Delgado y Rafael Barajas El Fisgón, a quienes una parte del público les reclama dejar entrar al partido a personajes que, hasta hace poco, estaban en las filas de la oposición que, aseguran, dejaron atrás.

«La gente dijo no…»

Mientras Mario Delgado enlistaba los logros del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, entre el público que festejaba el triunfo electoral de 2018 le gritaban: «¡Fuera Mayer, fuera Mayer!».

Los gritos no son casualidad, pues en los últimos días han sido el centro de una polémica al interior del partido debido a que Sergio Mayer, el actor y, hasta hace poco férreo crítico de López Obrador, obtuvo una diputación por vía plurinominal a nombre de Morena.

Esta no es la primera vez que a Delgado le reclaman esto. Por ejemplo, en 2021, la militancia morenista ya le reclamaba el pragmatismo en la designación de candidaturas.

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Mientras los reclamos se ahogan entre el bullicio, Delgado sigue con su discurso. Parece no escuchar, no porque no quiera, sino porque los reclamos no le llegan al oido. Luego, como respondiendo a las críticas, agrega: «La gente dijo no al conservadurismo, al racismo y al fascismo. Cada vez más gente se suma a este concierto de voces que abogamos por los derechos y por la prosperidad compartida».

Su afirmación no parece tan errada, pues de 2018 a la fecha Morena se ha consolidado como la primera fuerza política en el país, gobernando 21 de los 32 estados que conforman el país, y pronto serán 23.

Ahora, según prometió antes de las campañas electorales, Delgado está a punto de dejar la presidencia del partido, la misma que ocupa desde 2020, tras una polémica elección interna marcada por la violencia y acusaciones de imposición.

Su destino es incierto, y hay quienes dicen que se integrará al gabinete de Sheinbaum al frente de la Secretaría de Educación Pública, la misma que en 2012, junto a Claudio X. González, quiso convertir en un instrumento para la operatividad de la Reforma Educativa del Pacto por México.

Prioridades

Las decisiones de Delgado son respaldadas por otras estructuras del partido, como el Instituto Nacional de Formación Política de Morena, dirigido por El Fisgón.

Barajas, quien también habló en la celebración del triunfo de López Obrador, recientemente estuvo al centro de la polémica tras haber defendido la diputación de Mayer.

Lo hizo diciendo que «es una estupidez» a quienes no se concentraban en el objetivo principal del partido: impulsar el Plan C, para el que necesitan a todos los diputados que les dan la mayoría en las Cámaras.

Estas campañitas contra el insignificante de mayer o la de loroña pareciera que su objetivo real es ir contra el PLAN C y contra Claudia

Echa a todos los chapulines e impresentables q encuentres en Morena en este punto y perdemos votos,¿a quien beneficia?pic.twitter.com/i1oZC6G2WR

— Shion (@ChicShion) June 29, 2024

En su mensaje, el director del Instituto para formar los cuadros de Morena ya no insultó a quienes disienten con él, pero reiteró su posición: «Tenemos que aprender que lo importante que es la unidad interna», dijo.

Después, recordó el reciente intento de golpe de Estado en Bolivia, el cual, asusa el propio expresidente Evo Morales y dirigentes del Movimiento al Socialismo, en realidad fue un autogolpe orquestado por su excompañero, y hoy presidente, Luis Arce.

A diferencia de Bolivia, recalcó El Fisgón, «en México hay solidez en el proyecto, porque hay unidad interna».

Y enlistó las prioridades del momento:

«Tenemos tareas inmediatas. Tenemos que sacar adelante 20 reformas importantes: 18 constitucionales y dos de ley. Es increíble que ese no sea ahorita nuestro eje de debate. Esa tiene que ser nuestra principal discusión. Tenemos que meternos a sacar adelante las reformas».

De éstas reformas, precisó, la principal es la reforma judicial, para evitar un «lawfare» al gobierno de Claudia Sheinbaum, y que, según Rafael Barajas, es «una reforma trascendente, una reforma importantísima, una reforma que puede marcar el punto de no retorno al viejo régimen».

Su posición la respaldó Sheinbaum, a quien la militancia no le reclamaba nada, pero ella les hizo un llamado:

«Hay tareas, ¿qué sentido tiene mirarnos al ombligo? No, hay que seguir trabajando por el pueblo de México, por la transformación. ¿Por qué no vamos a las plazas a hablar de la reforma judicial? A todas las plazas del país. ¿Por qué no vamos a las plazas, junto con nuestros diputados electos, nuestros senadores electos, a seguir concientizando, a seguir diciendo qué ha hecho el Poder Judicial hasta ahora y por qué la reforma judicial?»

Luego, concluyó:

«¿A qué los convoco? Por supuesto, a que estos próximos seis años sigamos gobernando juntos y juntas; sigamos trabajando juntos y juntas por el bienestar del pueblo de México, por la justicia, por la democracia, por las libertades».