Entre abogados y magistrados, en la segunda edición de los foros de la Reforma al Poder Judicial se expuso la necesidad de un control férreo al Poder Judicial; los letrados pidieron respeto a la carrera y a la formación profesional

Texto: Kau Sirenio

Foto: Fernando Carranza García / Cuartoscuro

CIUDAD DE MÉXICO.- Magistrados del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco, académicos, abogados, sindicalistas y diputados de Morena, PRI y Movimiento Ciudad se reunieron en la Universidad de Guadalajara para discutir la iniciativa sobre la reforma judicial.

Este es el segundo foro de discusión de lo que Morena califica como la reforma «que puede marcar el punto de no retorno al viejo régimen».

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Los más altos estudiosos de la ley que asistieron al foro hicieron referencia a la importancia de la Universidad de Guadalajara en el aporte de abogados y profesionales del Derecho. En el foro no faltaron las referencias a Mariano Otero, oriundo de esa ciudad y primer promotor de la figura de amparo; y quien también propuso que los jueces y magistrados fueran electos de forma directa.

Un catálogo de delitos y sanciones para magistrados

La presidenta de la Asociación Nacional de Tribunales y de Justicia Administrativa, Fany Lorena Jiménez Aguirre, aseguró que para que dicha reforma funcione se debe crear un Tribual de disciplina al que se sometan los jueces para que no se conformen con un poder incontrolable.

Al respecto, Jaime Fernando Cárdenas Gracia, investigador del Instituto de Ciencias Jurídicas de la UNAM, aseguró que el Tribunal de Disciplina que se cree deberá ser muy poderosos, tanto como para superar el secreto bancario y el fiduciario, y para que pueda asegurar bienes y cuentas de funcionarios judiciales conforme un catálogo de faltas y delitos.

Los temas de este foro precisamente fueron el régimen de responsabilidades y la conformación y reorganización del Poder Judicial; la nueva integración del pleno de la Suprema Corte y la duración del cargo de jueces, magistrados y ministros.

Al respecto, la Reforma propone quitarle el control de Consejo de la Judicatura (el órgano que regula al poder judicial) a quien presida la Suprema Corte de Justicia. En sustitución, propone crear dos órganos, un tribunal disciplinario y otro administrativo. También propone reducir el número de Ministros de la Suprema Corte de 11 a 9, sin embargo ese tema fue poco mencionado.

La defensa de las prerrogativas

En cambio, uno de los temas centrales fue la defensa que hicieron diversos funcionarios y académicos de la Carrera Judicial, el sistema meritocrático y de exámenes que rige los nombramientos de jueces y magistrados, indispensable para lograr una carrera al interior del Poder Judicial.

Por ejemplo, Daniel Espinoza Licon, presidente del Tribunal de Justicia de Jalisco, pidió que no se olvidaran los derechos adquiridos de quienes ya están ocupando un cargo de juzgador o magistrado.

«De quienes trabajaron, estudiaron y se prepararon para llegar a ese puesto, aprobando rigurosos exámenes de conocimientos para poder llegar a esos puestos; derechos adquiridos que son reconocidos por la jurisprudencia local y por organismos internacionales como la Corte Interamericana de Derechos Humanos».

Por su parte, el Magistrado presidente del Tribunal Supremo de Justicia de Jalisco observó que la reforma judicial debe respetar los derechos laborales, por lo que pidió que el inminente cambio en el Poder Judicial sea escalonada para quienes ocuparán estos cargos.

La necesidad de cambio

Por su parte, la jurista Katya Fernanda Ocampo se puso a la defensa de la reforma impulsada por el presidente López Obrador y pidió que la ciudadanía participe en las discusiones para que todas las voces es escuchen: “Decisiones más trascendentales en la vida pública de nuestro país”.

La abogada Ana Sofía Torres Menchaca aseguró que elegir a los funcionarios del Poder Judicial dotaría de legitimidad, cercanía y confianza al cargo.

«Sería una reforma incompleta si no se incluyen a las Fiscalías, las Comisiones de Verdad, de Víctimas y de Derechos Humanos, así como a las escuelas de Derecho, pues el actual modelo de justicia reproducen la opresión el clasismo y las formas legitimadas de violencia», la manera en la que fluey el derecho entre las personas, las experiencias de justicia e injusticia pueden explicar el estado de cosas».

Las disputas políticas

La idea del foro era que al inicio, académicos y especialistas en la materia dieran un par de posicionamientos iniciales sobre la propuesta de Reforma. Después, según lo planeado, representantes de las bancadas de los partidos en la Cámara de Diputados harían cuestionamientos a los ponentes, quienes tendrían un tercer espacio para responderlos.

No pasó así, durante las rondas de las bancadas, en vez de cuestionamientos, se desarrollaron posicionamientos partidistas sobre la aprobación de la reforma.

La diputada del PRI, Laura Haro, dijo: “Solo le pido a los que van a votar por esta reforma, que no lo hagan, porque es una simulación”.

Los legisladores de la oposición dijeron que estos foros repiten lo mismo que se hizo con los parlamentos abiertos de la Reforma Eléctrica y Laboral. Reclamaron que solo se invitó a representantes de distintos sectores, pero solo para que emitieran sus posturas sin considerarlas al momento del trabajo en el Congreso.

Casi al finalizar los diálogos, la diputada y excandidata al gobierno de Jalisco, Claudia Delgadillo, desató la polémica al reclamar que en las elecciones del pasado 2 de junio, en las que se dictaminó su derrota, hubo fraude electoral.

La excandidata a gobernadora aun no terminaba su su discurso cuando algunas personas abandonaron los asientos y se retiraron. Al frente iba el senador de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda, y las diputadas federales del PRI, Laura Haro y Refugio Camarena, y la de PAN, Paulina Rubio.