En un debate sin grandes sorpresas, las candidaturas a la presidencia se concentraron en refrendar el camino del nearshoring y el capitalismo sostenible, sin profundizar en cómo realizarán la transición energética, e ignorando las preguntas sobre pueblos y comunidades indígenas y definiciones sobre reducir la jornada laboral a 40 horas
Texto: Alejandro Ruiz y Arturo Contreras
Foto: Jesús Almazán
CIUDAD DE MÉXICO.- Sin ahondar en las particularidades de sus propuestas y con un discurso basado en la continuidad del modelo de desarrollo extractivista, pero «más amable con el medio ambiente, las candidaturas a la presidencia de la República se encontraron este 28 de abril en el segundo debate organizado por el Instituto Nacional Electoral.
Los temas acordados para este segundo debate fueron: crecimiento económico, empleo e inflación; infraestructura y desarrollo; pobreza y desigualdad; cambio climático y desarrollo sustentable, es decir, el proyecto económico que seguirán en caso de que lleguen a ocupar la presidencia, y también su política social.
Pese a la amplitud de los temas, y un formato más amable que en el primer debate presidencial, de fondo, todas propusieron lo mismo: seguir con polos de desarrollo, continuar las megaobras del actual sexenio y programas sociales que permitan paliar la pobreza.
A pregunta expresa de la ciudadanía, sobre cómo atenderían el cambio climático a la par de impulsar el desarrollo económico, las candidaturas adelantaron algunas propuestas.
Por ejemplo, la candidata de Morena-PT-PVEM, Claudia Sheinbaum, habló de apostar a la transición energética de forma gradual. Como ejemplo, habló de la instalación de paneles solares y reforestación; algo que ya había adelantado en su plan energético, donde también habla de construcción de plantas fotovoltaicas, eólicas, hídricas, geotérmicas y de hidrógeno verde, generación distribuida.
Esto, sin abandonar el fortalecimiento de Pemex y la CFE, y por ende, la producción y refinamiento de petróleo y diesel.
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Por su parte, el candidato de Movimiento Ciudadano, Jorge Alvarez Maynez, también planteó la construcción de paneles solares y formas alternativas de generación de energía, proponiendo que para financiar la transición se cree un impuesto a las empresas más contaminantes.
Ninguno de los dos fijó una postura clara de si habrá participación del sector privado, algo que sí hizo la candidata el PRI-PAN-PRD, Xóchitl Gálvez, quien primero dijo que el financiamiento de Pemex se destinaría a exentar de impuestos a las personas que ganen menos de 15 mil pesos al mes. Y refrendó que, de ser presidenta, ella sí permitirá la participación del sector privado en la generación y distribución de energía:
«Para mi el tema es energías renovables, hay quien cree que éstas ponen en riesgo el sistema eléctrico nacional, tenemos que hacer más líneas de transmisión y hacer más confiable el sistema. Yo propongo que el 50 por ciento de energía sea renovable para 2030, que México regrese a ser uno de los países que más energía barata pudo ofrecer en los mercados gracias a la participación del sector privado».
Además de esto, afirmó que ella mantendría las megaobras de este sexenio (Tren Maya, AIFA, Refinería Olmeca, Tren Interoceánico), pero que «corregiría lo que esté mal, y cancelaría lo que haya que cancelar». Sobre el fallido aeropuerto de Texcoco, impulsado por administraciones del PAN y el PRI, Gálvez dijo que está de acuerdo en que el lago de Texcoco se conserve así, algo que propuso este gobierno, y que en el pasado había criticado.
Ninguna de las candidaturas aterrizó una propuesta concreta a cómo atenderán la brecha de desigualdad que existe entre quienes pertenecen o se autoidentifican como parte de una comunidad indígena en México.
Por ejemplo, Claudia Sheinbuam, respondiendo la pregunta de una mujer originaria de San Juan Chamula, Chiapas, habló sobre replicar los planes de justicia a puenlos indígenas, como el que el presidente López Obrador impulsó con el pueblo yaqui. Pero no habló de una política concreta y específica.
La propuesta de Maynez, dijo, es igualar «las oportunidades con una perspectiva intercultural», y, más que hablar de una propuesta de desarrollo o impulso económico, habló sobre dar educación intercultural en las escuelas de pueblos y comunidades indígenas.
Gálvez planteó regresar a lo que ella hizo a cargo del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas durante la administración de Vicente Fox. Sin embargo, no acabó una propuesta concreta más que regresar al pasado.
Donde sí planteó una postura concreta fue respecto a la reducción de la jornada laboral a 40 horas, donde la candidata del PRI-PAN-PRD afirmó que ella está de acuerdo con esta modificación «si los empresarios también están de acuerdo».
Este tema es particularmente importante, pues han sido principalmente los diputados del PRI-PAN-PRD quienes se han opuesto a la aprobación de esta reforma en la Cámara de Diputados, aunque en la lista también hay políticos de Morena y Movimiento Ciudadano.
Sobre esto, Maynez y Sheinbaum no fijaron una postura concreta, pero ambos reconocieron la importancia de respetar los derechos laborales de la clase trabajadora.
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A pesar de que en el debate, como lo dijo la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum, pareacía que iba a contraponer el modelo neoliberal de desarrollo con el modelo de la llamada Cuarta Transformación, la distinción se diluyó entre las propuestas y los ataques del debate.
«Para mí se muestra una Sheinbaun mucho más socialdemócrata, se le escucha hablar de un capitalismo justo. Con esto me pareciera que se está mostrando más en este sentido» dijo sobre las propuestas de desarrollo la abogada Carla Escoffié, durante la mesa de análisis post debate de Pie de Página.
El académico Leonardo Toledo cuestionó la propuesta de seguir promoviendo un desarrollo en el sureste desde la perspectiva de creación de parques de desarrollo como el que se ha propuesto alrededor del Istmo de Tehuantepec.
Por su parte, la periodista y columnista de Pie de Pagina, Lydiette Carrión, apuntó que uno de los temas más repetidos como un a opción para generar empleos, aprovechar la inversión, detonar el desarrollo, y reducir la desigualdad, fueron las inversiones del nearshoring
Al finlal, apuntó:
«El nearshoring es seguir sirviendo a transnacionales en el sector servicio, que nos amarra más a economías de fuera, que está bien que entren inversiones, pero eso no va a propiciar un desarrollo ni científico ni tecnológico ni va a promover la soberanía alimentaria».
«Lo que estoy viendo aquí es que sí hay una apuesta para construir, no en este momento, pero si a 10 años, una agenda y un capital público importante, porque todas sus propuestas fueron dirigidas a los sectores más jóvenes», comentó Lydiette Carrión sobre las propuestas del candidato de Movimiento Ciudadano. «Suenan increíbles, pero ya sabemos cómo gobiernan en Nuevo León», agregó al citar un par de comentarios que encontró en redes sociales.
Además de la apuesta a largo plazo de Movimiento Ciudadano, durante el debate se dejó ver una segunda competencia presente en esta contienda electoral, que es la capacidad de influir en las votaciones al Congreso.
«Para mí, ahorita la gran batalla son las encuestas. A mí me parece que Xóchitl es la candidata del congreso, del PRI y del PAN al Congreso, en tanto que está buscando sacar votos, porque el tema de la elección va a ser si se constituye una mayoría simple o calificada», comentó durante la mesa de análisis.
#AlMomento 🗳️Simpatizantes de la aspirante a la presidencia de la República, @Claudiashein arriban a las inmediaciones de @Est_Churubusco donde se realizará el #SegundoDebatePresidencial.
R: @KauSirenio pic.twitter.com/q0pkWATlZN— Pie de Página (@PdPagina) April 28, 2024
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