25 abril, 2024
Este domingo el grupo de vecinos de la Benito Juárez que cerró insurgentes por seis días dio a conocer los resultados de un análisis al agua contaminada que provocó su manifestación. Los resultados solo abren la puerta a más preguntas sobre el origen de los químicos y elevan las exigencias a otros estudios que se han anunciado
Texto: Arturo Contreras Camero
Foto: Galo Cañas / Cuartoscuro
CIUDAD DE MÉXICO.- Al menos 11 sustancias encontradas en destilados del petróleo estuvieron presentes en el agua de varias colonias del norponiente de la alcaldía Benito Juárez, según demostró un estudio mandado a hacer por los vecinos afectados. ¿Qué tan amplia fue la afectación? ¿A cuántas personas alcanzó? ¿Cuál fue su origen? Son dudas que aún quedan y cuya respuesta, no se puede determinar a partir de esos estudios.
Este domingo 21 de abril la cuenta de twitter Guardianes del Agua BJ difundió los resultados de un estudio mandado a hacer por algunos de los vecinos afectados por la presencia de olores a aceite y una sensación extraña en el agua de sus casas. La contaminación en el agua logró que decenas de vecinos se organizaran y bloquearan por seis días la avenida Insurgentes.
Entre las demandas no satisfechas de los vecinos al gobierno de la Ciudad de México, se encuentra la de mencionar exactamente qué contaminantes estuvieron presentes en el agua de sus hogares. Ante la falta de respuesta, ellos mismos solicitaron un análisis.
“El gobierno de la Ciudad tiene la capacidad para recabar y analizar muchas más muestras que un grupo de vecinos afectados, lo que falta ahora es que, como los vecinos hacemos, muestre sus muestras, sus metodologías y sus resultados”, dice un comunicado difundido este domingo.
Según los resultados de la cromatografía difundida por los vecinos, una prueba de identificación por componentes químicos, en el agua contaminada que llenó sus tuberías había cloroetileno, cloroetano, difluorobenceno, tricloroetileno, bromodiclorometano, tolueno, tetracloroetileno, clorodibromometano, clorobenceno, bromofluorobenceno y diclorobenceno; todas sustancia derivadas del petróleo y que provocan la aparición de Cáncer.
Las muestras analizadas se hicieron en domicilios de vecinos afectados, sin embargo, el grupo de Guardianes del Agua BJ no ha dado a conocer cuántas muestras se analizaron, bajo qué condiciones se recabaron, ni tampoco los domicilios de donde proceden.
Además del análisis de los vecinos, se espera que la Universidad Autónoma Metropolitana emita otro similar y que el mismo gobierno de la Ciudad de a conocer los resultados de estos mismos.
Desde finales de marzo pasado cientos, sino miles de vecinos en colonias al norponiente de la alcaldía Benito Juárez empezaron a reportar olores y sensaciones extrañas en el agua de sus hogares. A los pocos días el jefe de Gobierno, Martí Batres, aseguró que se trataba de un sabotaje en el que deliberadamente se había vertido un tipo de aceites derivados del petróleo en el pozo Alfonso XII, ubicado a solo un par de kilómetros al sur de las colonias afectadas, por lo que el gobierno procedió a clausurarlo y a surtir agua de otras fuentes a las colonias afectadas.
“No hay ninguna medida, en ninguna norma nacional o internacional, que contemple estos contaminantes; no debería haber nada de eso”, comenta en entrevista el doctor Pablo Mendoza, ingeniero biotecnólogo especialista en temas de agua, parte del International Water Association, una organización que, con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo, lidera acciones de cuidado del agua y monitoreo de su sanidad a nivel mundial.
De menos, saber la forma en que se tomaron las muestras, si se usaron parámetros de campo, en qué domicilios y bajo qué condiciones, comenta el doctor Mendoza.
Si bien el estudio publicado por los vecinos permite identificar qué sustancias había en el agua, este no permite identificar su concentración en el resto de los lugares afectados, la extensión de la afectación ni tampoco qué tan grave podría ser.
Para determinar esto, recalca el doctor Mendoza, sería necesario hacer un análisis integral, es decir, hacer tomas de muestra donde se hicieron los reportes de los vecinos, traspasar esos resultados a un mapa de calor en el que se pueda identificar cómo va variando la concentración de contaminantes, algo que hasta el momento no se ha podido determinar.
También sería útil que los estudios subsecuentes pudieran determinar la cantidad de contaminantes vertidos y hasta dónde se pudieron haber difuminado, pues a pesar de que ya se clausuró el pozo contaminado, no se sabe si hay otros a los que la polución pudiera haber llegado.
“No sabemos hasta dónde ha llegado esa ploma del contaminante (el desplazamiento vertical y longitudinal que pudo haber tenido a través del subsuelo). No sabemos hasta dónde, porque se mueve en tres dimensiones, eso depende del tipo de suelo y de la cantidad de contaminantes. Imagínate que cantidad tuvo que haber habido para que llegara 100 metros de profundidad, que es hasta donde van esos pozos”, concluye el doctor Mendoza.
Periodista en constante búsqueda de la mejor manera de contar cada historia y así dar un servicio a la ciudadanía. Analizo bases de datos y hago gráficas; narro vivencias que dan sentido a nuestra realidad.
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