Aunque en los medios de comunicación la candidatura de Clara Brugada no acapara muchos reflectores, en las calles de la Ciudad de México la morenista recorre cada calle para hablar de las UTOPIAS, pero también, para reagrupar fuerzas rumbo a la elección del 2 de junio

Texto: Alejandro Ruiz

Foto: Comunicación social Clara Brugada

CIUDAD DE MÉXICO. -En medio del bullicio, Angelita, como la conocen sus vecinos en Azcapotzalco, sostiene un banderín con el rostro de Clara Brugada. Ella tiene 68 años, y es vecina de la colonia ProHogar. Sus padres, cuenta, fueron dos obreros “de los que fundaron la colonia”.

“Yo tengo muy fresco todo ese recuerdo”, dice, mientras toma un par de minutos para contar la hazaña de la cooperativa de herreros que en 1930 decidieron fundar esta colonia para otorgar vivienda asequible a las y los trabajadores.

“Esa es mi historia, y mis raíces también son chintololas”, agrega, refiriéndose a sus antepasados Tepanecas que, como ella, también habitaban estas tierras antes de la Colonia.

Ahora las cosas han cambiado un poco, pues ya no son fábricas las que ocupan a los habitantes de la ProHogar, sino el mercado. También, porque la urbanización de la ciudad ha dejado a esta pequeña colonia de Azcapotzalco relegada de los servicios y  beneficios de la metrópoli.

“Por eso me gusta lo que propone Clarita, porque ella sí se ve que va a ver por nosotros”, reflexiona Angelita.

Un animador reparte saludos a los cientos de vecinos de la colonia que, como ella, han venido a una Asamblea Territorial de la candidata de Morena a la jefatura de gobierno.

El parquecito de la colonia está lleno de personas como Angelita, quienes acudieron con la única intensión de conocer las propuestas de la candidata; pero también de organizaciones y comités de base de Morena y el Partido del Trabajo que resaltan por sus banderas extendidas y sus consignas a favor de Clara Brugada.

“Ojalá que sí cumpla todo lo que dice. Yo creo que sí lo hará, se ve que es honesta, y ya lo hizo en Iztapalapa”, concluye Angelita a unos minutos de que empiece el mitin.

Esta forma de hacer campaña ha convertido en el sello de la izquierda electoral de la capital en épocas electorales: recorrer toda la ciudad buscando el voto. La diferencia, tal vez, es que Clara Brugada también hereda las contradicciones de sus antecesores y de las cúpulas de su partido, que han avivado una discusión sobre si esta izquierda realmente es una alternativa distinta. El reto de convencer no es menor, aunque tampoco imposible.

Las Asambleas

A sus recorridos por la Ciudad de México, Clara Brugada los ha llamado Asambleas Territoriales, aunque en realidad, de asambleas no tienen mucho, pues son mítines donde la candidata explica sus propuestas de gobierno y las acciones que realizará en cada Alcaldía.

Falta la interacción con los vecinos, escuchar sus problemas.

Francisco, de 80 años, es vecino de la Benito Juárez, la Alcaldía que emblemática del coto de poder el PAN.

“Aquí no nos vineron a avisar, yo me enteré porque vine temprano al parque y vi que estaban poniendo las lonas. Hubiera estado bien que avisaran”, dice, molesto.

Como muchos vecinos de la Alcaldía, el hombre no quiere que el exalcalde Santiago Taboada llegue a la jefatura de gobierno.

“Está acusado de mucha corrupción, eso el Cártel Inmobiliario, por ejemplo, y también pienso que Clara es mejor opción”.

Francisco no es militante de Morena, pero dice que está de acuerdo con lo que ha hecho el presidente López Obrador, particularmente con la pensión del bienestar para los adultos mayores.

“Yo tengo mi pensión, y eso es bueno. Muchos vecinos de aquí la tienen. Por eso, y porque queremos más espacios, es que voy a votar por Clara”, agrega el señor, mientras el parque Las Américas, en la colonia Narvarte, se llena poco a poco.

Francisco saluda a algunos de sus vecinos y vecinas que a paso lento toman sillas para escuchar el mensaje de la candidata. Alrededor de ellos la gente empieza a amontonarse, algunos no son de la Benito Juárez, sino de Iztapalapa. Los delatan sus banderas del Frente Popular Francisco Villa Siglo XXI, una de las organizaciones del movimiento urbano popular que se ha sumado a la campaña de Brugada.

“Vamos a construir más UtopíaS para que los adultos mayores puedan tener espacios dignos de recreación, no solo para tejer, sino con acompañamiento geriátrico y más cosas”, dice la candidata.

Francisco y sus vecinos, que se ven de la misma edad, aplauden con ganas. Después, la candidata lanza la promesa de que acabará con el Cártel Inmobiliario. Francisco vuelve a aplaudir.

Al fondo, la gente de otras Alcaldías se confronta a palabras con un grupo de promoventes del voto a Taboada. El asunto no pasa a mayores, y nadie al frente del mitin lo nota.

–Vas a ver que va a cumplir– me dice Francisco después del mitin.

–¿Le hubiera gustado decirle algo a la candidata? – le pregunto.

–Sí, que también viera por los derechos de los animales, pero ya habrá otro momento para darle las propuestas.

Reagrupar fuerzas

La estrategia de Clara Brugada se parece a la que siguió la exjefa de gobierno, y hoy candidata a la presidencia, Claudia Sheinbaum, quien en su campaña de 2018 también recorrió todas las Alcaldías para asegurar la victoria en la Ciudad de México.

La candidata de Morena a la jefatura de gobierno lo recuerda en cada asamblea-mitin.

“Vamos a continuar el trabajo de la doctora Claudia Sheinbaum. A profundizar la transformación en la Ciudad de México, y a detener al Cártel Inmobiliario”, dice Brugada frente al kiosko Morisco de la Santa María la Rivera.

Este parque es el emblema de la Alcaldía Cuauhtémoc, la misma que Morena perdió en 2018 frente Sandra Cuevas, entonces candidata de la coalición PRI-PAN-PRD.

La victoria de Cuevas, quien de hecho tiene un departamento a unos metros de donde Brugada hace su mitin, también se debió a las divisiones entre Sheinbaum y Ricardo Monreal, quien operó para sabotear la campaña de Dolores Padierna.

Morena parece aprender de sus errores, pues en el estrado, junto a Brugada, están viejos cuadros y operadores políticos del PRD, hoy en Morena, que impulsan su campaña: Alicia Barrios, Clemente Orozco, Esther Chavarría, Andy Hernández y Ernestina Godoy.

Muchas de ellas, como Barrios, Hernández y Chavarría, de hecho operaron territorialmente para que Omar García Harfuch fuera el candidato a la jefatura en la elección interna del partido. No lograron su cometido, y ahora demuestran unidad.

“Vamos a caminar con Clara y Claudia para ganar la jefatura y la presidencia”, dijo Andy Hernández, dirigente de la agrupación Suma, donde en algún momento estuvo también la hija del dueño del Universal, María Teresa Ealy.

En los callejoncitos del Kiosko Morisco también se ven viejas expresiones del Movimiento Urbano Popular, como la UPREZ. Todos parecen ir convencidos de la unidad.

“No vamos a dejar que la derecha gane la Ciudad de México, que el Cártel Inmobiliario gane. No, vamos a ganar todo, la presidencia con Claudia y la jefatura conmigo”, dice Brugada.

La plaza enardece.

Entre la gente, la hija de Ricardo Monreal, Caty Monreal (la candidata de Morena a la Alcaldía Cuauhtémoc) aplaude. Clara le manda un saludo desde el micrófono.

–Yo creo que sí vamos a ganar, vamos por todo. Ya no queremos traiciones, ni divisiones, vamos a ganar–, dice una señora que carga una bandera de Suma.

–¿Entonces está de acuerdo en que Caty Monreal sea la candidata?

–No nos queda de otra, pero vamos con todo.

–¿Y con Clara?

–Repito, no nos queda de otra, pero vamos a ganar.