3 diciembre, 2023
Desde el año 2020, el Movimiento por nuestros desaparecidos señaló existen al menos 51 mil cadáveres sin identificar que han sido enviados a la fosa común. El dato aportado por el Consejo ciudadano de la ciudad de México revela que la capital concentra un tercio de esos cuerpos
Texto y fotos: Eliana Gilet / Cooperativa de periodismo
CIUDAD DE MÉXICO. – Aunque la Ciudad de México tiene registro de menos de 7 mil personas desaparecidas, existen al menos 18 mil cuerpos que han sido inhumados en las distintas fosas comunes del Panteón civil de Dolores en los últimos 20 años, según estimaciones del Consejo Ciudadano de Búsqueda de personas de la capital.
Los datos fueron brindados durante la conferencia de cierre y la presentación del informe de actividades, que finalizó el período del primer Consejo (que asumió en 2020) el cual, durante tres años, estuvo encargado de la fiscalización ciudadana del trabajo de la Comisión de búsqueda de la ciudad de México, este miércoles 29 de noviembre de 2023.
“Los datos surgen de la Mesa Forense, que está instalada desde hace más de un año, y nos estamos reuniendo periódicamente con distintas instituciones y representantes del sistema de búsqueda de la Ciudad de México, principalmente, del Instituto de ciencias forenses (Incifo) la Fiscalía especializada en desaparición, la comisión local de búsqueda y tratamos todos estos temas”, sostuvo Valentina Peralta, una de las integrantes salientes del Consejo.
Este dato es cabal para comprender cuánto la gestión forense tiene que ver en la crisis de desaparición de personas en México: desde el año 2020, el Movimiento por nuestros desaparecidos señaló existen al menos 51 mil cadáveres sin identificar que han sido enviados a la fosa común. El dato aportado por el Consejo ciudadano de la ciudad de México revela que la capital concentra un tercio de esos cuerpos.
El número aportado por el Consejo coincide con el registro de cadáveres inhumados que la Comisión Nacional de Búsqueda comenzó a hacer público a inicios de este año en el Modulo de fosas comunes (https://comisionacionaldebusqueda.gob.mx/modulo-de-fosas-comunes/ ) que tiene información de todo el país. Al aislar los datos para el Panteón de Dolores, el resultado es similar: hay registro de 18 mil 61 cuerpos inhumados desde el año 2002.
Es interesante señalar que la vasta mayoría de esos cuerpos, fueron enviados a la fosa común contando con algún tipo de identificación, ya que sus nombres aparecen en el registro forense, lo que no garantiza que sus familias conozcan que la fosa fue (y es) su última morada. Según este registro, de los 18 mil cadáveres, sólo 7 mil 353 tienen “identidad desconocida”
El Consejo explicó que el Instituto Forense de la ciudad de México envía tres cuerpos cada día a la fosa común, de los cuales el 37 por ciento tiene una causa “indeterminada” de muerte, un porcentaje altísimo al tomar en cuenta que la media nacional es del 7 por ciento.
Peralta explicó en la conferencia que existe un proyecto para la construcción de “centros de resguardo temporal” que, en el futuro, eviten continuar enviando tantos cadáveres a la fosa común, hecho que obtura su pronta identificación y el retorno con sus familiares.
Pero este proyecto no contempla la exhumación masiva de los cuerpos que ya están en la fosa, debido a que “exhumar es caro” -dijo- como sí ha ocurrido en los estados de Coahuila y Morelos, gracias a la presión de las familias de personas desaparecidas.
Peralta señaló que existe una proyección económica de 270 millones de pesos para la construcción de estos centros de resguardo temporal para futuros cadáveres, cuya primera etapa, estiman, necesita una inversión de 90 millones de pesos pero que “no hay quien los ponga”, sostuvo.
Agregó que existe también un proyecto de colaboración con el Gobierno alemán, que está financiando el registro de las huellas dactilares de los cadáveres sin identificar en poder del Incifo de Ciudad de México. Explicó que, cruzando esos datos con las bases del Instituto de Estadística (INE) se han identificado a 340 personas de un total de 630 cadáveres a los que se les tomaron sus huellas dactilares, pero que “ahí los tienen”; es decir: el dilatado proceso no ha avanzado en la localización de las familias que, tal vez, vivan con la zozobra de tener un ser querido desaparecido, en medio de la crisis que ya rebasó las ciento once mil personas reportadas en los últimos 20 años.
Patricia Manzanares, madre de Juan Hernández Manzanares, policía federal desaparecido en servicio desde el 20 de febrero de 2011, fue una de las familiares que integró el Consejo ciudadano de Ciudad de México desde su fundación y explicó en este video, cuáles han sido para ella las principales trabas para el avance en la localización e identificación de las personas desaparecidas en la capital del país.
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