El gobierno de México está en favor de un alto al fuego en Gaza, pero no romperá relaciones diplomáticas con el Estado de Israel, aseguró el presidente mexicano en su conferencia de prensa; por su parte, Benjamín Netanyahu declaró que no cesará los bombardeos que cada día matan a más de 400 niños, según la ONU
Texto: Alejandro Ruiz
Foto: Archivo / María Ruíz
CIUDAD DE MÉXICO. – El presidente Andrés Manuel López Obrador atajó este lunes 7 cualquier duda sobre su postura en el genocidio palestino: aunque considera inhumano e irracional el ataque sobre la población gazatí, México no romperá relaciones diplomáticas con el Estado de Israel.
«Quiero decirlo con toda claridad: Nosotros no vamos a romper relaciones con Israel, ni vamos a tener una postura más allá de buscar la paz, de evitar que siga la guerra», declaró el mandatario este 7 de noviembre en su conferencia de prensa.
El presidente no aclaró los motivos por los que ha decidido no tener un pronunciamiento más duro sobre ese tema. Solo recordó que tampoco quiso condenar el ataque de Hamás del 7 de octubre, porque sabía que «habría represalias, como las hubo».
Su posición se aleja de la que han asumido otros países de la región (con los que México tiene buenas relaciones) como Bolivia, quien rompió relaciones diplomáticas con Israel, así como Honduras, Chile y Colombia, quienes llamaron a consultas a sus embajadores.
La declaración del presidente fue un balde de agua par miles de personas que durante tres semanas han reclamado al gobierno mexicano que rompa relaciones diplomáticas con Israel, en multitudinarias manifestaciones en la Ciudad de México.
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López Obrador fue contundente en su postura de rechazo a tal petición. Inusualmente cuidadoso, también dijo que lo que está ocurriendo en Gaza es inhumano y que está en favor del cese al fuego inmediato.
«Es muy triste todo lo que está sucediendo, muy doloroso, muy inhumano. Es el predominio de lo irracional. Y desde luego que yo estoy por la paz y porque cese el fuego. ¿Qué culpa tienen los ciudadanos inocentes de padecer de esta guerra? Una cosa son los gobiernos, o los líderes de los movimientos, y otra cosa son los pueblos», dijo.
En esa misma línea discursiva, rechazó usar la palabra genocidio para referirse al ataque de las fuerzas israelíes sobre Gaza, las cuales han asesinado más de 10 mil personas en un mes, entre ellas 4 mil 200 niños.
«Siempre he sostenido lo mismo: que se debe de hacer a un lado lo político, lo ideológico, y se debe de pensar en la gente. Eso es lo que considero debe hacerse en el caso de esta lamentable guerra, o como se le quiera llamar. Pero van más de 10 mil muertos, muchos niños. ¿Qué, no podemos ponernos de acuerdo? ¿Para qué es la política? Entre otras cosas: para evitar la guerra».
El presidente de Israel, Benjamín Netanyahu afirmó que no cesarían los ataques contra Palestina. Esto, pese a los pedidos que le han hecho distintos países del mundo, incluyendo al propio secretario de las Naciones Unidas, António Guterres.
«No habrá un alto el fuego, un alto el fuego general, en Gaza hasta la liberación de nuestros rehenes», dijo Netanyahu en una entrevista con ABC News.
A la vez, afirmó que Israel asumirá el control de la seguridad de forma indeterminada en la Franja de Gaza. Sus motivos: «Desde que no tenemos responsabilidad en materia de seguridad, asistimos a la erupción del terror de Hamás a una escala que no podíamos imaginar».
Esto, aunque tomar el control de la seguridad viola los acuerdos de Oslo, los cuales delimitaron en 1993 los territorios de Palestina e Israel. Estos acuerdos han sido ignorados por Israel, quienes han colonizado diversas regiones de Palestina de forma ilegal.
El 6 de noviembre, las Fuerzas de Defensa de Israel arrestaron en Cisjordania a la activista palestina Ahed Tamimi. Los hechos ocurrieron después de que un comando armado destruyó la casa de la joven de 22 años.
De acuerdo con información del ejército de Israel, el operativo que realizaron fue una «detención por actos que incitan al terrorismo». Sin embargo, activistas y periodistas de Gaza calificaron el hecho como un secuestro, pues se produjo durante una redada en la aldea de Nabi Saleh, donde Ahed Tamimi es originaria.
Desde 2010, la activista ha participado en las protestas contra la ocupación israelí en Cisjordania. En 2011, cuando tenía 11 años, Tamimi adquirió fama mundial al enfrentarse con sus puños contra los militares de Israel, después de que dispararan a su primo durante una protesta.
En 2017, el ejército de Israel la arrestó después de que protestara contra la decisión de Donald Trump de trasladar la embajada norteamericana a la ciudad de Jerusalén. Un año después, el 29 de julio de 2018, Tamimi fue liberada después de una campaña internacional a su favor.
Al salir de prisión, su primera declaración fue contundente:
«Estoy feliz, pero estaré más feliz cuando todas las mujeres palestinas sean liberadas de las cárceles de la ocupación israelí».
De acuerdo con datos del gobierno israelí, desde el primer ataque de Hamás, más de 4 mil trabajadores palestinos han sido encarcelados en cárceles de Israel, después de que el gobierno de Netanyahu les revocara su permiso de trabajo. Los acusaron de brindar información de inteligencia al grupo político – militar, aunque la mayoría utilizaba su permiso en trabajos mal pagados en sectores agrícolas y de la construcción.
Desde ese día, los 4 mil trabajadores permanecen encarcelados en las bases militares de Israel.
Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.
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