26 septiembre, 2023
La sentencia contra el feminicida de Mariana Lima Buendía abre el camino para que todos los tribunales del país estén obligados a investigar las muertes violentas de las mujeres con perspectiva de género, una lucha que su madre, Irinea, llevó con perseverancia durante 13 años
Texto: Redacción Pie de Página
Foto: María Ruiz / Archivo
CIUDAD DE MÉXICO. – El tribunal de primera instancia en el penal de Neza – Bordo ejecutó la sentencia Mariana Lima Buendía, donde se establece que el ex agente de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, Julio César Hernández Ballinas, es penalmente responsable por el feminicidio de la mujer de 29 años de edad el 28 de junio de 2010.
La ejecución de la sentencia, además, reafirma la condena de 70 años de prisión, así como la reparación integral del daño y una amonestación pública contra Julio César por parte de las autoridades.
Ximena Ugarte, abogada de la familia de Mariana, dijo a Pie de Página que la ejecución de la sentencia «cierra un ciclo que ha sido muy largo. Un ciclo que inició gracias a que Irinea Buendía (madre de Mariana) desde un inicio siempre dijo que su hija no se había suicidado, e hizo todo lo que estuvo a su alcance para demostrarlo, no solamente ante los tribunales, y la Fiscalía del Estado de México, sino ante toda la sociedad».
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Desde el feminicidio de su hija, Irinea Buendía no ha dejado de luchar por la justicia.
Primero, ante la Fiscalía del Estado de México y los tribunales locales. Después, ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Desde 2013, cuando su defensa logra abrir el caso para derrumbar la hipótesis del suicidio, la investigación estuvo plagada de irregularidades y sin perspectiva de género.
También, Julio César no había sido detenido por una serie de dilaciones judiciales en la Fiscalía y por amparos que promovió su defensa.
Pero en 2015, la Suprema Corte emite una sentencia donde ordena a las autoridades mexiquenses a realizar el proceso con perspectiva de género, y unas semanas después se detiene al acusado.
De ahí, la trascendencia de que se ejecute la sentencia.
Ximena Ugarte reflexiona:
«Esta audiencia de ejecución nos dice a la sociedad, a las mujeres de México y el mundo, que la sentencia dictada por la Suprema Corte, la sentencia llamada Mariana Lima, sí puede ser cumplida. Nos dice que los parámetros que esta sentencia dictó para que las fiscalías investigaran con perspectiva de género, para que los tribunales hagan su labor con perspectiva de género, es posible llevarla a cabo a través de todo este esfuerzo, y a través de hacer las cosas cómo se deben de hacer».
Para Ugarte, la ejecución sentencia se pone a prueba a sí misma, pues como lo demostró el propio caso de Mariana Lima, «hay muy pocas ocasiones en este país feminicida en las que se pueden situaciones de esta magnitud, y que claramente tiene que ver con toda la lucha y el camino que ha recorrido Irinea Buendía. Un camino y lucha de justicia por su hija».
Ahora, reflexiona la abogada, el terreno de la lucha cambia, pero no se acaba, pues una vez que ha quedado ejecutada esta sentencia, la defensa legal y la familia de Mariana pelearán por la reparación del daño acorde a estándares internacionales.
Una reparación, añade Ximena Ugarte, para las víctimas indirectas de feminicidio en este país, a quienes se tiene que reconocer material y simbólicamente todo el camino que tienen que recorrer para alcanzar la justicia.
¿Cuál es el camino? La abogada responde:
«Los daños morales, económicos, emocionales, que el hecho delictivo les causa. Pero además, toda la violencia institucional que tienen que ir sobreviviendo y sobrepasando a través de su lucha, a través de generar redes, a través de hacer todo lo humanamente posible, e incluso mucho más, para que se reconozca que sus hijas han sido asesinadas de una forma violenta. Que se plasme, en una forma de compensación del Estado mexicano, una reparación a todas las arbitrariedades y las violencias que cometieron al investigar y al juzgar los feminicidios en México».
Desde la sentencia de la Suprema Corte, Iriniea Buendía supo que tenía que recorrer el país para asegurarse que el caso de su hija favoreciera a otras mujeres: para que las fiscalías no revictimizaran, y para que investigaran los casos con perspectiva de género.
También, para que las muertes violentas de las mujeres puedan investigarse como feminicidios, y no dejarlas como suicidios.
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Irinea ha sido una mujer que con su fuerza, su perseverancia y su lucidez logró que el feminicidio de su hija no quedara en la impunidad, pero también una apertura para reformar todo el sistema judicial mexicano.
Ximena Ugarte concluye:
«Lo que sucedió el día de hoy es histórico en este país. A mi me parece que la ejecución de la sentencia, además de ser muy emocionalmente importante para la familia, para todas las organizaciones, para las mujeres a las que su precedente ha ayudado a que sus casos salgan adelante. Es una situación que pone un parteaguas muy relevante a nivel nacional, de que sí se puede juzgar con perspectiva de género. A partir de esto se puede decir que ningún feminicida de este país debe quedar impune porque existen las formas, los parámetros, las reglas para investigarlos, para juzgarlos. Es el legado, al final del día, que ha dejado Mariana Lima. Se seguirá litigando siempre y durante muchas décadas a través de su sentencia. Es un hecho histórico que Irinea, su familia y todas las mujeres dentro de su familia puedan tener una luz de esperanza para que no solamente para sus casos, sino para que eventualmente se logre erradicar esta violencia feminicida en este país».
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