8 septiembre, 2023
La alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, y el ex senador, Ricardo Monreal, anunciaron que participarán en el proceso de selección interno de Morena para definir su candidatura a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México. Sus perfiles muestran una disputa entre dos proyectos al interior del partido en una ciudad que vivirá su prueba de fuego
Texto: Alejandro Ruiz
Fotos: Cuartoscuro
CIUDAD DE MÉXICO. – Aunque las elecciones de la capital son hasta julio de 2024, la carrera para la jefatura de gobierno de la Ciudad de México ya inició.
El arranque llega con dos destapes: el de la alcaldesa de Iztapalpala, Clara Brugada, y el del ex senador Ricardo Monreal. Ambos, desde espacios distintos, manifestaron ante los medios de comunicación que participarán en el proceso interno de Morena para obtener la candidatura a la Ciudad de México.
La elección de su candidato, o candidata, será a través de una encuesta, como lo marcan los estatutos de su partido. Un ejercicio similar al que ocurrió para la virtual candidatura de Claudia Sheinbaum, y que podría, también, acarrear las divisiones que se han manifestado con eso.
La terna, aunque no oficial, contempla perfiles diversos. Pues además de Brugada y Monreal, que hasta ahora son los que han dicho con todas las letras que quieren participar en esto, sus potenciales rivales, aunque en la oscuridad, también lo han dejado entrever.
La lista es larga, y contempla a figuras como la actual titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del gobierno federal, Rosa Icela Rodríguez; el fiscal de la Ciudad de México, Omar Harfuch; el ex coordinador de asesores de la oficina de la presidencia, Lázaro Cárdenas Batel; y el actual gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco.
¿Qué está en juego? La continuidad de un proyecto que, aunque difuso, desde 1997 ha gobernado la Ciudad de México.
La historia de los gobiernos de izquierda en la capital ha sido una marcada por la contención de las crisis políticas el país.
Desde Cárdenas a Sheinbaum, cada jefe o jefa de gobierno ha vivido al filo de la navaja, con sus propias contradicciones y fantasmas. Sin embargo, la capital sigue siendo un territorio hegemónizado por la izquierda electoral.
Pese a esto, en 2021 su capital político comenzó a decaer, y la oposición (PRI-PAN-PRD) le arrebató 6 de las 13 alcaldías que Morena controlaba hasta ese año.
Los motivos podrían ser la inexperiencia del gabinete de Sheinbaum, y los pendientes del pasado que tronaron durante esa administración, como la corrupción en la construcción de la Línea 12 del metro.
Aunque también, las divisiones al interior del partido cobraron especial factura en uno de los bastiones de la izquierda de la ciudad: la Alcaldía Cuauhtémoc.
En esa demarcación, gobernada hasta 2018 por Ricardo Monreal, la disputa entre el zacatecano y Dolores Padierna escaló a una división al interior de Morena que culminó en el ascenso de Sandra Cuevas a la Alcaldía, amiga del entonces senador.
El conflicto también provocó un distanciamiento entre Ricardo Monreal y el presidente López Obrador. El origen del conflicto estuvo en la derrota que Monreal sufrió en 2017.
Ese año, mediante una encuesta interna de Morena, el zacatecano midió fuerzas contra Martí Batres y Claudia Sheinbaum para ver quién se quedaba con la candidatura a la jefatura de la ciudad.
La encuesta determinó que fuera Sheinbaum, y Monreal pronto pidió la reposición del proceso, acusando que no se realizó éticamente. La dirigencia del partido se negó a esto.
Posteriormente, otra derrota de Monreal sumaría al enojo y distanciamiento con las reglas internas del partido.
Los hechos ocurrieron en 2020, cuando su apadrinado político, Néstor Núñez, buscó la reeleción como alcalde de la Cuauhtémoc. De nuevo, la encuesta favoreció a otra figura, en este caso: Dolores Padierna, esposa de René Bejarano, operador político de López Obrador acusado de corrupción en 2004. Bejarano también es cercano a Carlos Ímaz, exdirigente del PRD en la Ciudad de México y ex esposo de Claudia Sheinbaum.
Monreal, por supuesto, negó haber operado en contra de Padierna, aunque durante la campaña para la Alcaldía sus operadores políticos revivieron el videoescándalo de Bejarano, e inclusive se manifestaron en contra de su candidatura.
La narrativa de los operadores de Monreal fue uno de los argumentos que usó Sandra Cuevas para atacar a Padierna durante la campaña, llegando a declarar, incluso, que la morenista tenía vínculos con la delincuencia organizada.
Así, Morena perdió uno de los bastiones que la izquierda tenía bajo su control desde las épocas de Cuauhtémoc Cárdenas.
En su destape para esta nueva contienda, Monreal afirmó que no era «ambicioso y vulgar» por querer contender de nuevo a la jefatura de gobierno, después de que perdiera la contienda para la candidatura presidencial, de nuevo contra Claudia Sheinbaum, obteniendo menos del 5 por ciento de la preferencia de votantes.
A pesar de esto, y que 2021 fue un punto de infexión para Morena, la historia no fue la misma en todos sus bastiones en la Ciudad de México, pues en Iztapalapa (la Alcaldía más grande de la ciudad) Clara Brugada arrasó aquella votación con más del 50 por ciento de los votos.
«Soy de izquierda, y creo que los Derechos Humanos son el centro de toda política. Soy feminista, una mujer que decidió transformar la ciudad desde la periferia», son las palabras que Brugada dijo al anunciar que iría a la contienda interna de Morena por la jefatura de gobierno.
Su discurso, parece no estar alejado de la realidad.
En 2021, después de arrasar en la votación en Iztapalapa, Brugada consiguió reelegirse como alcalde de Iztapalapa. Pero su historia como jefa delegacional en el oriente de la ciudad data, al menos, desde 2009, cuando gobernó esa misma demarcación por el PRD.
La historia de ese momento nos habla de los orígenes partidistas de Brugada, quien ingresa a las filas del PRD en 1995, después de ser militante activa del Movimiento Urbano Popular en Iztapalapa, y en la UPREZ, organizaciones que fundaron colonias y lucharon por la vivienda, educación y servicios en las periferias de la Ciudad de México.
Sus inicios en el partido fueron cercanos a la figura de Pablo Gómez, actual titular de la Unidad de Inteligencia Financiera y dos veces precandidato a la jefatura de gobierno por el PRD.
Por eso, cuando en 2009 Brugada decide participar en la contienda interna del partido para ser la candidata a jefa delegacional de Iztapalapa, arrasó en la encuesta. Sus años de trabajo, y las alianzas tejidas con un sector perredista, le valieron la simpatía en la militancia. Sin embargo, las disputas internas del partido afectarían su candidatura.
En 2008, la corriente de Nueva Izquierda disputaba la dirección nacional del PRD. Su representante, Jesús Ortega, se enfrentaba a Alejandro Encinas, quien agrupó una nueva corriente llamada Izquierda Unida. Ese año, Encinas perdió la elección interna en medio de graves irregularidades que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resolvió a favor de Ortega.
Clara Brugada formó parte de Izquierda Unida. Su rival en la elección interna para disputar Iztapalapa fue Silvia Olivia Fragoso, de Nueva Izquierda, o sea, del grupo de Jesús Ortega.
Aunque Brugada arrasó la elección, Fragoso impugno el resultado ante el mismo tribunal que favoreció a Jesús Ortega. El tribunal falló a favor de Silvia Olivia.
Sin embargo, el Partido del Trabajo, en una maniobra política dirigida por López Obrador, logró que Brugada llegara a la jefatura de Iztapalapa a través de Juanito, quien resultó ganador en esa elección, y renunció a su cargo para cederlo a Brugada.
Tal vez esto motivó a que en 2012 renunciara al PRD para seguir a López Obrador en la conformación de Morena. El mismo partido que en 2018 la arropó para ser alcaldesa de Iztapalpa.
Durante su gestión, apoyada financieramente por el gobierno central a cargo de Sheinbaum, Brugada logró consolidar programas de seguridad y cultura que le valieron cerrar el 2023 con una aprobación del 73 por ciento en Iztapalpa y una reducción del 60 por ciento en los delitos de alto impacto en la demarcación.
Uno de esos programas, por ejemplo, son las 12 Unidades de Transformación y Organización para la Inclusión y la Armonía Social (UTOPIAS), que construyó en distintos puntos de la Alcaldía, y que se sumaron a la implementaron de programas como Senderos Seguros y la reapropiación de espacios públicos a través del muralismo.
También se construyó la línea 2 del cablebús y un tramo elevado del trolebus.
«Me formé desde la lucha comunitaria, y desde ahí viví una ciudad desigual. He estado a ras de tierra, y continuaremos con esta gran tarea de seguir transformando la ciudad», afirmó Brugada al anunciar su postulación.
También, y después de respaldar la elección de Claudia Sheinbaum como virtual candidata a la presidencia en 2024, Brugado hizo un llamado a la unidad.
Ella conoce de divisiones, y lo pantanoso que puede ser la elección interna en los partidos.
Su llamado es ante la amenaza de ruptura que el ex canciller Marcelo Ebrard ha hecho tras ser derrotado en la encuesta interna de Morena.
Horas más tarde, Claudia Sheinbaum y el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, hicieron eco de las palabras de Brugada, e invitaron a Ebrard a seguir en Morena y sumarse a los esfuerzos «por consolidar la Cuarta Transformación».
Ebrard, después de eso, anunció que no iría por una candidatura independiente a la presidencia, pero afirmó que sus aspiraciones no tienen cabida en Morena.
Los tiempos de la ruptura parecen avecinarse en Morena, y los viejos fantasmas del PRD parecen revivir.
Mientras, la moneda sigue en el aire, y la elección de la Ciudad de México parece ser la prueba de fuego para el partido-movimiento que parece estar al borde de una nueva crisis política.
Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.
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