57 hombres fueron rescatados de lugares con fachada de centros de rehabilitación, donde los torturaron para que hicieran trabajos forzados para grupos criminales en Sinaloa

Texto: Marcos Vizcarra / Revista Espejo

Foto: Especial

SINALOA. – Primero encontraron a18 personas en un centro de rehabilitación en la colonia Independencia, en Angostura, Sinaloa. La Fiscalía entrevistó a 18 hombres y todos coincidieron en una sola cosa: un grupo de hombres armados los subieron a la fuerza a camionetas para ponerlos a trabajar de manera forzada como jornaleros.

Dos de los hombres secuestrados escaparon hasta llegar con elementos de la Secretaría de Marina. Les contaron que había otras 16 personas en un centro de rehabilitación y que dejarlos ahí significaba arriesgar a que murieran.

“Hemos identificado a una (de las personas que estaban retenida) que venía de Colima”, explicó Cristóbal Castañeda Camarillo, secretario de Seguridad Pública en Sinaloa. Su declaración es del 12 de julio, en un audio que compartió el área de comunicación de la dependencia.

Los marinos detuvieron a un hombre llamado Jair, quien dijo ser el encargado del centro. La Fiscalía General del Estado lo procesó únicamente por el delito de trata de personas.

Tres días después, la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa informó que se encontraron a otras 39 personas en otro centro de rehabilitación. Las 39 personas estaban en las mismas condiciones: reclutamiento forzado, pero esta vez en La Reforma, un campo pesquero del mismo municipio, el de Angostura.

El hallazgo fue gracias la denuncia de una mujer ante la Secretaría de Marina, quien aseguró que un familiar suyo estaba recluido contra su voluntad.

“Una mujer que se aproximó a los uniformados para denunciar que en el presunto centro llamado “Grupo de Rehabilitadores Hermanos Unidos A.C.”, tenían recluido contra su voluntad a su familiar y lo forzaban a realizar trabajos de campo”, señaló la Secretaría de Seguridad.

La denuncia llevó a los marinos al centro de rehabilitación, donde encontraron a tres personas que dijeron ser las encargadas. Estos negaron en entrevista tener recluidos a hombres contra su voluntad, pero desde dentro del centro se escucharon gritos de ayuda.

Había 39 hombres, quienes dijeron haber sido reclutados de manera forzada para trabajar en campos agrícolas y camaroneros sin recibir pago.

Los hombres eran golpeados como castigo por los tres hombres que se identificaron como encargados del centro de rehabilitación. Esos tres hombres aún están detenidos, pero se les investiga también por el delito de trata de personas.

En total, eran 57 personas recluidas en los centros. Todos hacían trabajos forzados, a veces hasta por 21 horas seguidas sin descanso. Les regateaban la comida y el agua, y los castigaban si flaqueaban en sus “deberes”.

“Lo que dijeron es que no les daban de comer por días y los hacían trabajar de manera forzada”, dijo la fiscal Sara Bruna Quiñónez Estrada en entrevista.

Esas 57 personas ya declararon. Dieron detalle de las condiciones infrahumanas en las que vivieron por más de 6 meses después de haber sido desaparecidos por hombres armados y llevados a esos lugares con fachada de ser centros de rehabilitación.

Sufrieron violencia física y moral para forzarlos a trabajos forzados en campos agrícolas y granjas acuícolas, sin recibir pago alguno.

En los reportes de la Secretaría de Seguridad y la Fiscalía General se dijo que las 57 personas eran forzadas a trabajos en campos agrícolas y pesqueros, pero en ninguno se incluyó la desaparición forzada como delito.

El gobierno de Sinaloa reconoció que existe un problema con los centros de rehabilitación en Sinaloa, pues conocen alrededor de 200 lugares que operan en el Estado, pero solo el 15 por ciento cuentan con los permisos de la Secretaría de Salud. Los dos centros de rehabilitación que fueron revisados forman parte de la estadística de irregulares.

Es decir, lo que sucedió con los dos centros y las 57 personas halladas en condiciones infrahumanas puede repetirse en más centros de rehabilitación.

Este trabajo fue publicado originalmente en REVISTA ESPEJO, que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Puedes consultar en este link la publicación original