28 junio, 2023
En su primera feria inmobiliaria, más de 30 desarrolladores de la Ciudad de México fueron abrazados por la alcaldesa de la Cuauhtémoc, Sandra Cuevas. Además del oscuro pasado que arrastran algunas de las constructoras exponentes, los exorbitantes precios dan cuenta que el gobierno de la alcaldía prioriza la ganancia sobre el derecho a la vivienda
Texto y fotos: Isabel Briseño
CIUDAD DE MÉXICO.- «¿Qué es lo que está buscando, inmueble para inversión o para vivienda?, ¿De qué costo, cuál es su presupuesto? ¿En qué zona?», se escuchaba decir empeñosamente a los asesores inmobiliarios que entre maquetas de edificios, extendían sus manos con tarjetas, volantes y folletos con información sobre lujosos departamentos.
Días antes, al jardín Pushkin ubicado en la colonia Roma Norte le echaron su manita de gato. Personal de la alcaldía Cuauhtémoc pintó las bancas, instaló luminaria, colocó zanjas blancas a todas las áreas verdes y para no perder esa bonita costumbre, borró los murales que habitaban en el jardín para pintar nuevos.
Días después, instalaron una carpa gigante con los logos de la alcaldía. La carpa anunciaba la feria inmobiliaria de la Alcaldía. Entonces, la manita de gato al Pushkin cobró sentido.
No es cosa fácil decirlo, pero debo confesar que, un tanto escéptica, me aventuré a entrar a la feria. Desde hace 5 años rento un apartamento y mi meta es dejar de dar mes con mes el alquiler de un sitio que no es mío. Pensaba eso en tanto un hombre me abordó:
“La veo perdida. Cuénteme, ¿Como qué está buscando?, ¿qué información requiere?”, me dijo aquél sujeto. Era alto, y vestía un traje negro.
El empleado que me percibió extraviada tenía razón, y es que alguien que se acerca a un espacio expositor que ofrece un departamento de 30 millones de pesos, sí que está muy perdida.
Por supuesto que me gustaría, como a muchos, no pensar en un “huevito” de 35 metros cuadrados para invertir dos y pico millones de pesos.
Con todo y que tuviera los sueños aspiracionistas de la alcaldesa, mi realidad, como la de muchas otras personas, chocó con los sorprendentes precios de la feria que, de acuerdo con Cuevas, tenía la finalidad de que “las familias de la Alcaldía Cuauhtémoc y de la Ciudad de México pudieran acceder a una vivienda digna a costos accesibles”.
Cosa más lejana a la realidad.
“Hay que enseñarle a la gente a vivir bien, a vivir bonito”, dijo la alcaldesa Sandra Cuevas al inaugurar su primera feria inmobiliaria.
Otra asesora inmobiliaria se compadeció de mí y muy amablemente me ofreció una bolsita llena de más publicidad.
“Tenga, permítame obsequiarle una bolsa para que guarde sus folletos”, me dijo.
“Ah pero que amable señorita”, pensé mientras me daba más ubicaciones y precios que, tristemente, también salían de mi alcance.
La alcaldesa destacó que Cuauhtémoc resguarda más de 20 mil millones de pesos de inmuebles en venta, que se traducen en mil 200 millones de pesos de impuesto sobre adquisición de inmuebles y 70 millones de pesos del impuesto predial.
Quizá la urgencia por recaudar estos impuestos hizo que Sandra Cuevas olvidara dos cosas importantes a la hora de promover su feria.
La primera, que de acuerdo con datos del gobierno local, cada año alrededor de 23 mil familias que demandan una vivienda han tenido que enfrentar la decisión de vivir fuera de la Ciudad de México por el alto costo de los hogares.
Por ejemplo, para adquirir una vivienda en Icon Condesa, de la constructora GDC, se tiene que tener, al menos, 7 millones 700 mil pesos. Sus departamentos de imponente diseño arquitectónico y acabados premium que ofertan en su publicidad son, sencillamente, inalcanzables.
Pero la inaccesibilidad no es solo una cosa de precios. Por ejemplo, el fraccionamiento The Park, también de la desarrolladora GDC, ofrecía viviendas desde los 2 millones 126 mil 119 pesos, y aunque este precio me parecía un poco más razonable para empeñar mi alma con alguna institución financiera, no se ajustaba a donde yo quiero vivir, pues The Park , con todo y su “zona exclusiva”, se encuentra hasta el Blvd. Adolfo López Mateos, a poco más de 9 kilómetros de donde actualmente vivo.
La segunda cosa que omitió Cuevas fue revisar a cabalidad los expedientes de las constructoras y empresarios que invitó a formar parte de la exposición.
La inauguración fue encabezada por el notario y ex procurador General de la República, Ignacio Morales Lechuga. El mismo a quien la Fiscalía de la Ciudad de México ha presentado como uno de los probables responsables del llamado “cártel inmobiliario”.
La constructora predilecta, GDC Desarrollos, además de ser dirigido por el hijo del antes mencionado también ha estado envuelto en penosos hechos relacionados a diversas afectaciones.
La constructora imparable, ha sido señalada por varias irregularidades. Ya sea por dañar viviendas de personas vecinas de donde se construyen los ostentosos departamentos, construir torres de edificios sobre grietas geológicas, o por las explosiones que se han registrado en sus departamentos y de las que no se han responsabilizado.
La mayoría de las constructoras, tienen desarrollos en las alcaldías de Álvaro Obregón, Benito Juárez, Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo. Claramente, ofrecer acceso a la vivienda a los sectores menos favorecidos, no parece ser uno de sus objetivos.
Gabriel, asesor inmobiliario de Urbania, me habló de opciones en las alcaldías de Venustiano Carranza, Azcapotzalco e Iztacalco, además de Cuauhtémoc y Benito Juárez.
Esta constructora con presencia en la Ciudad de México y Querétaro, también ha sido denunciada por dejar sin agua a las familias que habitan alrededor de sus edificaciones. También le pesan acusaciones por vender departamentos sin infraestructura para suministro de agua potable, y de operaciones fraudulentas al carecer del certificado de terminación de obra, uso y ocupación del desarrollo residencial.
Desde 2014 el Grupo inmobiliario ReUrbano de Rodrigo Rivero Borrel, es otro que ha acumulado un largo historial de desalojos forzados en la colonia Juárez.
Entonces, de quien parece no haberse olvidado la funcionaria es de los proveedores, pues literalmente pidió a dios que los 33 expositores tuvieran muchas ventas.
Los habitantes de la alcaldía Cuauhtémoc ya están más que acostumbrados a caminar entre obras de construcción y a ver cientos de personas extranjeras caminando por las calles de la demarcación.
Para muchos, es constante ver el avance de la gentrificación en sus colonias. Como ejemplo, basta recorrer tan solo 3 kilómetros de la avenida Cuauhtémoc para observar al menos 5 construcciones que progresan a todo vapor.
También, la proliferación de Airbnbs en el corazón de la colonia Roma Norte es otro ejemplo. ¿Para quién es la vivienda en la Alcaldía? Basta ver las fachadas de las casas, adornadas con mensajes claramente dirigidos a empresarios más que a ciudadanos de a pie, para respondernos.
Para los vecinos del inmueble, ese tipo de convenios es desigual porque los precios desmedidos, anunciados en dólares, contribuyen a la gentrificación de la parte centro de la ciudad, una de las consecuencias es el aumento del costo de la renta para los habitantes de la zona, y su eventual desplazamiento.
El desplazamiento de población a otras zonas termina beneficiando a los extranjeros que sí cuentan con los recursos para rentar esos espacios.
Después de mi sofisticada experiencia en la feria inmobiliaria de la alcaldesa Cuevas, donde la cadenas de comida como Fishers, Taqueria Califa y Onomura también estuvieron presentes, definitivamente quedan algunas lecciones aprendidas:
Investigar e informarse con bastante detenimiento sobre el lugar en donde pretendemos realizar una inversión tan importante, saber, por ejemplo, si hay agua, sino también sobre la zona, el subsuelo, los materiales de la construcción. También es necesario informarnos sobre a qué clase de empresarios o empresas les estamos confiando nuestros sueños de acceder a un patrimonio, pues no todo lo que brilla es oro.
Nunca me ha gustado que las historias felices se acaben por eso las preservo con mi cámara, y las historias dolorosas las registro para buscarles una respuesta.
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