Cambios en el Insabi, la ley de ciencia y tecnología, y la consolidación de la participación de las empresas militares en la construcción de megaproyectos son tan solo algunos de los puntos que se aprobaron durante una larga sesión en la Cámara de Diputados. La discusión pasará al Senado
Texto: Alejandro Ruiz
Foto: Mario Jasso / Cuartoscuro
CIUDAD DE MÉXICO. – En una serie de sesiones calificadas como fast track, esta semana la Cámara de Diputados aprobó un paquete de reformas que modifican los rubros de la educación, la salud pública, Fuerzas Armadas y la política de drogas en el país.
Los cambios se realizan a unos días de que concluya el periodo ordinario de sesiones en las cámaras de Diputados y Senadores, el cual termina el próximo 30 de abril.
Estas reformas, promovidas por la bancada de Morena, se hicieron en legislaciones secundarias o reglamentarias. Esto significa que, a diferencia de las reformas que pretenden modificar la Constitución, el grupo parlamentario que promueve los cambios (en este caso Morena) no necesita la mayoría calificada (es decir, el consenso con otras fuerzas políticas) para aprobarlos.
No obstante, para que las reformas sean efectivas necesitan aprobarse en el Senado de la República, y, posteriormente, publicarse en el Diario Oficial de la Federación.
Pero, ¿cuáles son las reformas que aprobó la Cámara de Diputados? En Pie de Página te contamos.
El proyecto de reforma lo envió el presidente Andrés Manuel López Obrador desde el 14 de diciembre de 2022. Dese ese momento, la Cámara de Diputados lo turnó a las comisiones unidas de Educación, y Ciencia, Tecnología e Innovación.
Sin embargo, el proyecto quedó congelado. Esto, debido a una serie de protestas de un sector de la academia que dijo que no se les consultó para elaborar la Reforma. Exigieron la realización de sesiones de Parlamento abierto para nutrir el texto.
Las sesiones, sin embargo, no se cumplieron. Y, después de 4 meses las comisiones unidas de Educación, y Ciencia, Tecnología e Innovación aprobaron el proyecto. Posteriormente se discutió en el pleno de la Cámara de Diputados, quienes también lo aprobaron.
Entre las modificaciones que contempla esta reforma a la Ley de Ciencia y Tecnología está el desaparecer al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), y crear, en su remplazo, el Consejo Nacional de Humanidades , Ciencias y Tecnologías.
Este nuevo órgano, a diferencia del Conacyt, sería un organismo público descentralizado del Estado mexicano, con patrimonio propio, y autonomía técnica y de gestión.
A la vez, esta nueva ley cambia la forma en la que se distribuyen y otorgan las becas para la investigación. También involucra a comunidades campesinas e indígenas en la producción de conocimiento y la creación de una Agenda Nacional de los asuntos prioritarios para el país.
También, esta semana la Cámara de diputados aprobó una serie de reformas a la Ley General de Salud que, entre otras cosas, contemplan la extinción del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y el pase de su infraestructura, pacientes y recursos al IMSS-Bienestar.
Actualmente el Insabi atiende a toda la población que no cuenta con seguridad social. Su creación, en 2019, sustituyó al Seguro Popular, una institución con los mismos fines creada durante el sexenio de Felipe Calderón.
La reforma se aprobó por la mayoría del grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados, así como por los partidos con los que sostiene alianzas (PT, Verde Ecologista). A la vez, esta decisión recibió críticas por las bancadas de la oposición, quienes acusaron de «un fracaso» haber creado el Insabi. También denunciaron que no hubo un proceso de discusión para esta reforma.
Por su parte, el coordinador de la bancada de Morena, Ignacio Mier, admitió que crear del Insabi fue un error. Y reconoció que “siempre es bueno rectificar, nunca es tarde”.
Ante las presiones internacionales y el aumento en el consumo de fentanilo en el país, esta semana la Cámara de Diputados también aprobó una reforma a la Ley Federal para el Control de Precursores Químicos.
Esta reforma, obligaría a las empresas farmacéuticas en el país a reportar ante la Cofepris el uso de precursores químicos en los medicamentos. Lo anterior, externó el subsecretario de salud, Hugo López Gatell, es «otro paso importante en el control de drogas».
Otra de las reformas que se aprobaron esta semana fue la abrogación de la ley orgánica de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero. Los cambios llegan después de que el presidente López Obrador criticara a este organismo por su morosidad e «ineficiencia».
En sustitución de esta institución, dependiente de la Secretaría de Hacienda, la propuesta presidencial contempla que los créditos y recursos destinados al campo y sus productores se otorguen de manera directa para evitar intermediarios y actos de corrupción. Esta política ha sido la línea general durante todo su mandato.
La propuesta se aprobó por la mayoría de la bancada de Morena en la Cámara y por sus aliados: PT y Partido Verde Ecologista de México.
Tras una propuesta de reforma enviada por el presidente López Obrador, la Cámara de Diputados está discutiendo la desaparición del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam) como un órgano desconcentrado de la Secretaría de Bienestar. Ahora, de aprobarse la reforma, el Inapam se volvería una Unidad Administrativa de la misma Secretaría.
Mientras, los beneficiarios de las tarjetas Inapam, señaló el secretario de gobernación, Adán Augusto López, estarán protegidos de hacerse el cambio. Sus depósitos y beneficios, dijo, no correrían riesgo.
La Cámara de Diputados aún no aprueba esta reforma.
Entre las reformas más controvertidas de esta semana están aquellas que modifican aspectos de la Ley de Aviación Civil, y otros ordenamientos de tipo mercantil que permiten, entre otras cosas, que empresas paraestatales puedan administrar aeropuertos y aerolíneas en el país.
Esta reforma llega después de que, hace un año, el Ejecutivo federal anunciara la creación de cinco empresas paraestatales a cargo de la Sedena. Una de estas empresas es Olmeca-Maya-Mexica, a través de la que han estado construyendo el Tren Maya y los aeropuertos Felipe Ángeles, Chetumal, Palenque y Tulúm.
A la vez, mediante otra reforma a la Ley General de Turismo, la Cámara de Diputados aprobó que la Sedena pueda recibir hasta un 80% de los ingresos generados por visitantes extranjeros. Esto, de acuerdo a las modificaciones aprobadas en San Lázaro, será a través de un fideicomiso que beneficiará a la empresa Olmeca-Maya-Mexica.
Aunque en la comisión de Puntos Constitucionales los diputados aprobaron un proyecto de ley que ampliaba las jornadas de descanso de los trabajadores a dos días, la bancada de Morena no llegó a un acuerdo con los otros grupos parlamentarios. Lo mismo sucedió con la modificación del artículo 33 constitucional, respecto a la expulsión de extranjeros del país.
Estas, al ser una reforma a los artículos 123 y 33 de la Constitución, requerían la mayoría calificada de la Cámara de Diputados, cosa que no se obtuvo.
Su aprobación, aseguró el dirigente de la bancada legislativa de Morena en la cámara, Ignacio Mier, podría llegar en el siguiente periodo legislativo.
Estos proyectos pasarán al Senado de la República para su aprobación. En caso de que esto suceda, para que entren en vigencia solo faltaría que el Ejecutivo Federal los publicará en el Diario Oficial de la Federación.
Sin embargo, como en el caso de la reforma a la Ley Minera, los debates parecen alargarse intencionalmente para evitar que se aprueben durante este periodo legislativo. La intención de la oposición, acusan especialistas, es terminar con el momento político de Morena en ambas cámaras y recobrar fuerza para el siguiente período ordinario. Su motivo: hacer contrapesos.
No obstante, de fondo, se intuye que pueden existir otros intereses, como en el caso de la Ley Minera, donde los cabilderos de las empresas han influido en la decisión de los senadores, quienes han postergado su discusión a último momento.
Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.
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