26 abril, 2023
Los tiburones, rayas y quimeras son los animales marinos más amenazados, con 316 especies en Peligro de Extinción. Identificar las áreas en el mundo que son importantes para su supervivencia es fundamental para intentar protegerlos
Texto: Michelle Carrere / Mongabay
Foto de portada: Martin Prochazkacz.
Una investigación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) identificó 65 Áreas Importantes para la supervivencia de tiburones, rayas y quimeras en el Pacífico de América Central y del Sur, desde el Golfo de California en México hasta el sur de Chile.
Dichas áreas —también llamadas ISRAS, por sus siglas en inglés— abarcan desde aguas superficiales hasta los casi 2 mil metros de profundidad. Además, las ISRAS son variadas en tamaños. Hay pequeñas —de tan solo 1.59 kilómetros cuadrados—, como es el caso de fuentes hidrotermales en el norte de Galápagos, hasta enormes áreas como el Corredor Marino del Pacífico Tropical Oriental, que involucra a diferentes países y que mide más de tres millones de kilómetros cuadrados.
Tras la identificación de las ISRAS, los 55 científicos de diferentes nacionalidades que colaboraron en esta investigación, construyeron un mapa donde es posible visualizar cada una de ellas. El objetivo es que esta información sea utilizada por los tomadores de decisiones para conservar a este grupo de animales marinos altamente amenazado. Una alternativa es la creación de áreas marinas protegidas. De hecho, algunas de las ISRAS identificadas ya se superponen con parques y reservas marinas. Otra manera es establecer en estas áreas importantes un manejo pesquero sostenible que disminuya el impacto sobre los tiburones, rayas y quimeras.
Esta zona del pacífico de América Latina es la primera analizada de un total de 13 áreas que los científicos deberán estudiar en todo el mundo. Parte de las conclusiones, aseguran las expertas consultadas, es que países como Colombia, Ecuador, Costa Rica, Panamá y México han priorizado la conservación de tiburones. Perú y Chile, en cambio, tienen aún “mucho por hacer”.
Aunque los tiburones tienen un importante rol para mantener los océanos saludables, son los animales marinos más amenazados junto con las rayas y las quimeras. En total, son 316 especies que están en peligro de extinción de las cuales 68 están en Peligro Crítico. Para hacer frente a esta situación, la UICN decidió identificar todas las zonas que, según la información científica disponible, son importantes en el mundo para la supervivencia de tiburones, rayas y quimeras.
Lo primero que hicieron los investigadores fue dividir el planeta en 13 regiones de estudio. Decidieron iniciar con la zona del Pacífico Este, desde Baja California hasta el sur de Chile, y en octubre del 2022 se reunieron en Bogotá, Colombia, más de 50 expertos para proponer diversas ISRAS existentes en la región.
“Existe una serie de criterios para identificar cuáles son estas áreas importantes”, explica la bióloga marina, Adriana González, experta en tiburones y una de las investigadoras que participó en el estudio de la UICN. Algunos de esos criterios es si se trata de una zona de alimentación o de reproducción para estos animales. Aquellas áreas que los tiburones utilizan para desplazarse de un lugar a otro también son consideradas importantes. Ese es el caso, por ejemplo, del Corredor Marino del Pacífico Tropical Oriental que conecta áreas protegidas en distintos países: Galápagos, en Ecuador; Isla Coco, en Costa Rica; Coiba, en Panamá, y Malpelo, en Colombia.
Otro criterio para considerar que un área es una ISRA es si habitan especies amenazadas de extinción, incluidas en la lista roja de la UICN. También serán consideradas ISRAS aquellos lugares que son hábitat de especies endémicas o de distribución restringida; los sitios que tienen una alta diversidad de especies de tiburones, rayas o quimeras y los espacios que son áreas de descanso para estos animales. Por último, también son considerados importantes los lugares en donde se sabe que estos peces se reúnen, aunque la ciencia aún no descubra para qué fin.
Tras analizar todas las áreas que fueron propuestas por los científicos como ISRAS y descartar aquellas que no contaban con la suficiente información científica, los expertos dieron a conocer los resultados a mediados de abril de 2023. En total son 65 ISRAS identificadas entre Baja California y Chile. Además, otras cinco zonas quedaron clasificadas como candidatas a ISRA y 11 como áreas de interés. Los expertos volverán a reunirse cada 10 años para actualizar la información.
Actualmente, los expertos analizan qué porcentaje de las ISRAS identificadas se superponen a áreas marinas protegidas. Los resultados preliminares permiten asegurar que existe una gran diferencia de superposición dependiendo de los países involucrados. “Ecuador, Colombia, Panamá y Costa Rica son los países que tienen más avanzado el tema de la conservación y la protección de los tiburones”, dice González. Por lo mismo, agrega, tienen una alta sobreposición entre ISRAS y áreas marinas protegidas. “Son un caso icónico a seguir”. México, por su parte, “es también uno de los países que más ha investigado a los tiburones”, asegura González. Por ello, en esa zona del Pacífico fueron identificadas más de 15 ISRAS.
Perú y Chile, en cambio, son dos países donde, a pesar de haber una gran diversidad de tiburones, la investigación científica sobre estos animales es limitada. Sólo fueron identificadas tres y cinco ISRAS, respectivamente.
En Perú, el criterio más frecuente en las ISRAS identificadas es que se trata de zonas importantes de alimentación. “Tiene sentido porque tenemos uno de los mares más productivos del mundo, entonces muchas especies se acercan o viven acá por la abundancia de anchoveta y pota”, explica González. Sin embargo, “en Perú hay mucho por hacer”, agrega la experta, en cuanto a conservación de tiburones, rayas y quimeras.
En este país, el área más representada en las ISRAS fue la zona de Paracas, en donde existe desde 1975 una reserva nacional. No obstante, las especies que se buscan conservar en esta reserva son principalmente las aves, los lobos marinos, las tortugas, las nutrias, los delfines y las ballenas. Los tiburones, las rayas y las quimeras, en cambio, “no están contempladas como especies prioritarias”, dice González.De hecho, en el lugar existe una pesquería artesanal de rayas y tollos (tiburones costeros).
Las conclusiones de la UICN, no obstante, apuntan a que Paracas y el sur de Lima sí son un importante lugar de alimentación para la raya Látigo (Hypanus dipterurus), la raya águila peruana (Myliobatis peruvianus) y la raya águila chilena (Myliobatis chilensis), todas Vulnerables según la UICN. El caso de la raya águila chilena es, además, muy particular puesto que aunque normalmente se alimenta de organismos que viven en el fondo marino, en esta zona del Perú consume anchovetas en la zona pelágica. “Eso es un comportamiento único entre este grupo”, asegura González. Debido a la abundancia de anchoveta que existen en el lugar, esta raya ha evolucionado y se ha adaptado para alimentarse en la zona pelágica donde nadan estos peces, explica la experta.
Aunque en 2014 se aprobó el Plan de Acción Nacional de Tiburones, “mucho de lo que se ha planteado ha quedado en la teoría. Está escrito en el papel, pero no se ha llevado a la práctica”, dice González. De hecho, aunque la norma establece que los tiburones mako (Isurus oxyrinchus) y azul (Prionace glauca) —los más capturados en Perú— deben cumplir con un cierto tamaño para asegurar que el individuo se ha reproducido al menos una vez, “alrededor del 80 % de lo que se captura está por debajo de la talla mínima”, asegura la experta.
Algo parecido ocurre en Chile. La UICN identificó, al norte del país, la ISRA Arica-Atacama bajo el criterio de área reproductiva. En ese lugar existe, al mismo tiempo, una pesquería artesanal dirigida a los tiburones mako y azul y “sobre el 80 % de los individuos capturados son juveniles”, asegura Carlos Bustamante, director del Grupo de Especialistas de Tiburones para el Oeste de América del Sur de la UICN. “Las hembras preñadas vienen desde aguas oceánicas hacia aguas más costeras a dar a luz”, explica el experto. Por eso, los tiburones que son capturados en el área están en su primer o segundo año de vida. “Si consideramos que estos animales alcanzan la madurez sobre los 10 años, entonces estamos truncando una cola de la población”, le dijo Bustamante a Mongabay Latam en una entrevista.
Para Naiti Morales, investigadora del Centro Científico de Ecología y Manejo Sustentable de Islas Oceánicas (ESMOI) y que participó en el estudio de la UICN, la información recabada debería servir para implementar medidas para proteger a las población de tiburones juveniles que crecen en esta zona. “Sino es prohibir la pesca, la alternativa sería vetar ciertas áreas, durante ciertos periodos de tiempo, donde se observe que hay más presencia de estos juveniles”, sostiene.
Otra de las ISRAS identificadas en Chile fue la zona de Chiloé, al sur del país. La información que justificó su creación es la presencia de dos especies catalogadas En Peligro: la raya volantín (Dipturus chilensis), la raya espinosa (Dipturus trachyderma). Además, también es un área de importancia reproductiva y de alimentación para el tollo de cacho (Squalus acanthias) y, según Morales, aunque no está confirmado podría también ser una zona importante para el tiburón peregrino (Cetorhinus maximus), el segundo pez más grande del mundo después del tiburón ballena.
A pesar de que Chile tiene más del 40 % de su mar territorial bajo alguna categoría de protección, la superposición entre las ISRAS identificadas y las áreas marinas protegidas que ya existen es baja. Sucede que, en la mayoría de los casos, no existe la suficiente información científica para asegurar que las áreas protegidas son también zonas importantes para los tiburones y rayas.
La falta de información es algo que comparten Perú y Chile, aseguran los expertos. De hecho, tanto peruanos como chilenos desconocen que sus países tienen una gran diversidad de tiburones y rayas. La razón puede deberse, explica González, a que los esfuerzos han estado volcados a las pesquerías más importantes como es el caso de la anchoveta, la merluza y la pota en Perú.
“En Chile tenemos más de 100 especies de tiburones”, asegura Morales, pero cada vez que sale en las noticias un avistamiento de tiburones, la reacción de los ciudadanos es de sorpresa. “¡Llegaron los tiburones a Chile!, dice la gente, pero siempre han estado”, precisa.
Para Morales, el estudio de la UICN permitió visibilizar el desconocimiento que se tiene de los tiburones y las rayas, sobre todo en Chile y Perú. “No sabemos nada o muy poco de ellos y menos sobre sus hábitat y por ende de las interacciones que tiene con las actividades antropogénicas y los peligros a los que pueden estar expuestos”. El estudio, asegura, “fue una llamada de atención al demostrar que nos falta mucho”.
Una extensa zona que quedó como candidata a ISRA es el área que comprende la cordillera submarina Nasca, Salas y Gómez, donde se encuentra ubicado el Parque Marino Motu Motiro Hiva y el Área Marina Costera Protegida De Múltiples Usos Rapa Nui, en Chile, y la Reserva Nacional Dorsal de Nasca, en Perú. Con excepción de una pequeña ISRA identificada alrededor de las islas Salas y Gómez, el resto no cuenta por ahora con los datos científicos suficientes para ser considerada un ISRA. “Sin embargo, se reconoce que potencialmente es un área importante y en el caso de que se aumente el conocimiento a través de publicaciones, la zona pasa inmediatamente a ser una ISRA sin necesidad de esperar a que el equipo de expertos se reúna nuevamente dentro de 10 años”, explica González.
La razones que hacen de Nasca, Salas y Gómez una candidata a ISRA es que “las cordilleras submarinas han sido catalogadas como verdaderos corredores biológicos que conectan áreas distantes”, explica Morales. De hecho, en Rapa Nui, en los últimos tres años han aparecido varias especies de tiburones como el tiburón ballena, tiburón tigre, el tiburón de arrecife de puntas blancas y tiburón oceánico de puntas blancas, cuenta la experta y añade que “una de las teorías que nosotros postulamos es que quizás están ocupando las cordilleras submarinas para llegar a Rapa Nui”.
Según el estudio de la UICN, Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua también son países en los que hace falta mucha investigación. “Nicaragua fue una de las áreas más difíciles de trabajar, porque no hay expertos, no hay información. Las pocas personas que entrevistamos han abandonado el país. La situación en Nicaragua es súper lamentable”, dice González.
Con todo, considerando la longitud de costa que tienen Perú y Chile, es fundamental para la conservación de tiburones, rayas y quimeras, que la investigación se intensifique en ambas naciones, aseguran las expertas.
Este trabajo se publicó inicialmente en MONGABAY. Aquí puedes consultar la publicación original.
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