Estamos viviendo un momento muy interesante en internet, el uso de la Inteligencia Artificial para crear imágenes. Pero ¿cuáles son los límites de esta nueva tecnología?, ¿qué dilemas éticos abre para el fotoperiodismo? Eso está por descubrirse, pero ojalá la direccionemos hacia la creación y no hacia el engaño.
@maria_ efemere
Este año caímos y varias veces. La primera fue con el supuesto arresto de Donald Trump. Una serie de fotografías donde el empresario y expresidente de Estados Unidos era arrestado se hicieron virales. Mucha gente creyó que el arresto realmente había sucedido, pero en realidad fueron imágenes creadas con una Inteligencia Artificial.
Después volvimos a caer. En Reddit un usuario desconocido publicó unas fotografías del Papa Francisco vistiendo una chamarra puffer satinada y un crucifijo enorme. Las redes sociales explotaron con su estilo pero resultaron ser también creadas con Midjourney.
En febrero una fotografía de dos surfistas nadando rumbo a una puesta de sol ganó un concurso de fotografía de drone. La fotografía fue registrada por el autor Jan van Eycke como el pintor. Al final resultó ser otro engaño porque ese momento nunca existió y esa no era una fotografía sino una imagen creada con Inteligencia Artificial.
Los artífices del engaño fueron la compañía Absolutely AI y su intención fue probar la capacidad de la inteligencia artificial para crear imágenes que engañaran a cualquier experto en fotografía.
Yo me pregunto, ¿qué tanto los jueces de ese concurso realmente vieron las fotografías?, ¿qué tanto ser engañades tiene que ver con nuestra falta de conciencia visual?
En su comunicado Absolutely AI mencionan la capacidad de robar millones, incluso billones, de elementos de pinturas, fotos y videos que existen en la internet para crear algo nuevo. Llegamos a este momento de la historia en el que la Internet está reinventándose y en el que todo lo que hemos vertido en ella está por cobrar vida, como película de Ciencia Ficción.
El experto en IA de la BBC, Henry Ajde, comparte que una forma de identificar si una imagen es IA o fotografía es en las partes del cuerpo, ya que esta tecnología aún no logra representar con exactitud ciertas partes del cuerpo por lo que al dudar podemos hacer uso de herramientas como el zoom.
¿Es el 2023 el año de la IA? Hasta ahora sí es el tema del momento. Y es que hay quienes comenzaron a experimentar con inteligencia artificial desde hace años, pero después de que en 2022 se abriera al público la oportunidad de utilizarlas con plataformas como DALL-E , Midjourney y que en este año se liberara Chat GPT, ha generado una ola de creaciones por todo el mundo.
Yo soy de las que cree que simplemente se unen a la amplia gama de lenguajes que podemos usar. Y bueno, con esto sólo quiero enfocarme en el plano creativo y de la imagen, porque las IA no son cualquier cosa, y hay que seguir muy pendientes de lo que suceda con ellas.
En lo que va del año ya han logrado engañarnos varias veces, ya se creó un virus con ChatGPT y hasta existe una demanda contra la empresa detrás de esta herramienta por difamación.
Estamos apenas en la primera parte de nuestra exploración de esta herramienta, y ya está causando tanto revuelo que es posible que 2023 se convierta en el año de la Inteligencia Artificial.
Hace unas semanas me generó mucho cansancio ver mi página principal de Instagram llena de imágenes creadas con IA. Me gusta entrar a esta red social a ver fotografías y de repente empecé a ver más imágenes que fotos.
Entre estas publicaciones me encontré con un screenshot de una imagen creada por el fotoperiodista Michael Christopher Brown. El screenshot era citado por otro fotógrafo, David Fathi, que lo mencionaba como uno de los peores usos de IA por el fotoperiodismo.
Lo que hizo Christopher Brown con esta imagen, y otras, fue crear una serie de momentos que no pudo fotografíar donde gente aparece en circunstancias vulnerables y después los empezó a vender en NFT.
Parte de la crítica de Faith se centra en lo problemático que es recrear estas imágenes con los parámetros de la IA, los cuales aún están llenos de estereotipos.
Y es que la IA tiene sus limitaciones, como compartieron en entrevista con Aperture el artista Charlie Engman, quien con su trabajo evidencia la falta de movimiento y de lenguaje corporal en las imágenes generadas con IA, y la artista Minne Atairu, quien con retratos realizados con Midjourney evidenció que aún no se pueden erradicar los estereotipos codificados modificando las indicaciones de texto al crear la imagen porque esta IA sigue reproduciendo estereotipos y eso tiene que ser cambiado desde la raíz detrás de esta plataforma.
Entre otras de las críticas (o más bien preocupaciones) está el siempre presente miedo de ser reemplazades por inteligencias artificiales. Hace poco leía un tuit en donde un chico escribió: no seremos reemplazades por IA, seremos reemplazados por quienes sepan usarlas.
Y por el momento estoy de acuerdo.
Creo que la IA llegó como una nueva herramienta que podemos utilizar para narrar y para expresar lo que sentimos, creemos y deseamos. A veces siento que la IA actual es como una hamburguesa vegana, con todo respeto, realmente amo la comida vegana, pero me refiero a este intento de copia.
Entiendo que estamos en este momento de empezar una relación con la IA, estamos explorando y en los inicios una siempre copia pero eso no quiere decir que su destino sea la sustitución del fotoperiodismo.
El fotoperiodismo es más que la imagen final. Es estar en los lugares, registrar, decidir, hacer la fotografía. Una vivencia, algo que jamás va a suplantar la IA. Pero la IA es un nuevo lenguaje que podemos usar.
A inicios del año Vist Projects publicó el trabajo del fotógrafo Cristobal Ascencio, quien utiliza distintas tecnologías para contar parte de su historia y la de su padre. Después del suicidio de su padre Ascencio sólo contaba con un mensaje de éste que decía:”Perdóname y comunícate conmigo”. El fotógrafo buscó plantas en México que su padre sembró y por medio de fotogrametrías (modelos 3D a partir de fotos) creó un jardín virtual para comunicarse con él. Algo simplemente hermoso.
Y creo que ese es el futuro de la imagen con la IA: Crear, no engañar. Utilizarla como un conducto más de nuestros mensajes y emociones. Una aliada de nuestros sentires. Pero queda mucho por explorar.
Foránea siempre, lo suyo es lo audiovisual y el periodismo es la vía por donde conoce y cuestiona al mundo.
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