En entrevista con Pie de Página, Anahí Durand Guevara, ex ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables de Perú durante el gobierno de Pedro Castillo, ahonda en la situación actual que viven las mujeres en el país andino y las alternativas que se dibujan en el horizonte a raíz del golpe de Estado de diciembre de 2022.
Texto: Kau Sirenio
Foto: Alexs Rojas
CIUDAD DE MÉXICO. – Para la ex ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables de Perú, Anahí Durand Guevara, el golpe de Estado era inminente porque la derecha se hizo más agresiva en contra del gobierno de Pedro Castillo.
“No querían reconocer los resultados electorales, decían que hubo fraude electoral. En los primeros tres meses metieron una moción de vacancia sin ningún sustento legal, cada cuatro meses una moción de vacancia” sostiene la ex ministra en entrevista con Pie de Página.
Doctora en sociología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Anahí Durand Guevara es ahora la ex ministra de Mujer y Poblaciones Vulnerables de Perú.
A finales de marzo estuvo en la Ciudad de México , en el Encuentro Fundacional de la Internacional Feminista.
Ahí platicamos con ella sobre las distintas visiones del movimiento social, así como de la lucha de las mujeres y del pueblo de Perú desde que el parlamento de ese país depuso al presidente Pedro Castillo.
En la plática habló del movimiento social de Perú con Colombia, Honduras y México, y rechazó que México sea un país injerencista en la política interna de Perú.
Durand Guevara explicó el enredo de la constitución política de Perú para facilitar el golpe de Estado.
“El golpe de Estado es la combinación del parlamento y las leyes para destituir a presidentes. Ellos dicen que es legal, que no es golpe de Estado. Bueno, antes venía el ejército, las tanquetas, ahora lo hacen cubriéndose con la legalidad, para imponer un gobierno ilegítimo”.
A la vez, resalta la necesidad de articular y estructurar al movimiento social como medidas de defensa de un gobierno electo democráticamente.
“Surgió una respuesta ante el golpe de Estado disfrazada en la legalidad”.
La investigadora se centró en la organización social de Perú que levantó la voz en contra de la derecha conservadora de su país. Este movimiento tomó fuerza en un Frente por la Democracia para recuperar la participación política de la población, en elección generales.
“Mantener la movilización masiva de la población es una tarea pendiente, así como articular una estructura mucho más orgánica que sea capaz de disputar electoralmente el poder político, desde la resistencia, aunque la represión al pueblo movilizado en las zonas campesinas e indígenas es tan fuerte”, detalla.
«La persecución política en contra de la disidencia crece en espiral desde el 7 de diciembre de 2022. Dese ese día, el número de detenidos por la protesta aumentó a mil 800. Los detenidos en su mayoría son dirigentes sociales, mujeres y jóvenes”, explica la ex ministra.
Y añade que: «El gobierno de Dina Boluarte acusa al movimiento social de conspiración en contra de la democracia. 36 personas están en prisiones preventivas, pero la comunidad internacional no se ha pronunciado, a pesar de que hay mil 300 heridos y 70 muertos».
Otro caso de persecución política es en contra de las mujeres, como el caso de Janet Navarro, quien fue detenida por poseer 300 dólares en la en la bolsa. La fiscalía la acusa de financiar las protestas sociales en contra de la democracia.
-¿Cómo están representadas las mujeres en espació políticos de Perú?
-La primera presidenta que tenemos es la primera dictadora.
-¿En el parlamento peruano qué porcentaje ocupan las mujeres?
-A nivel parlamentario hay un 30 por ciento. Se ha incrementado desde que se promulgó una ley de alternancia y paridad, pero a nivel local es muy poco, somos 25 regiones o estados, y apenas hay una gobernadora. [La representación] No ha incrementado, a pesar de que hay una ley de paridad, pero en las listas de participación de las mujeres no se ve esa participación a nivel de distritos. Ni siquiera llega al 10 por ciento, de mil 800 distritos, que son la unidad territorial más pequeña, no llegamos al 10 al por ciento o sea ni a 180 distritos”.
El análisis de Durand Guevara se centra en la violencia política, eso, dice, es la razón por la que no eligen a las mujeres, quienes no se se inscriben en el padrón electoral porque las excluyen. A la hora de la fiscalización todo el aparato va en contra de las mujeres.
“Es una deuda muy grande. Por más que se promulguen buenas leyes de paridad y alternancia no hay evidencia que a las mujeres les interese participar porque hay un clima hostil hacia ellas. Las mujeres son sujetas de fiscalización, más cuestionadas que los hombres».
-¿Estas hostilidades como se expresa hacia la mujer?
-Hay dos violencias que quisiera resaltar: la violencia económica y estructural, es un tema que le pusimos mucho énfasis durante el gobierno del presidente Pedro Castillo.
Cuando una mujer tiene autonomía económica es muy difícil que esté atada a relaciones de dependencia, por eso el Estado tiene que empoderar económicamente y profesionalmente a la mujer, para que pueda tener una iniciativa: económica, una cooperativa, un negocio que le permita ser más libre.
En Perú son muy frecuentes las relaciones de violencia, porque una mujer tiene que mantener a los hijos, no sabe ni dónde irse, en fin, es una violencia económica y estructural, es otra violencia muy fuerte y que también afecta a las mujeres.
Durand Guevara reflexionó sobre el autoritarismo hacia las mujeres en Perú:
–En las distintas expresiones en contra del gobierno autoritario que el pueblo no eligió en las urnas, las mujeres son protagonistas. No es la primera lucha, hay muchas más en las que las mujeres indígenas, amazónicas y andinas están al frente de la movilización. No es una lucha contra la violencia, es para tener igualdad de condiciones de acceso a servicios dignos de salud, educación y cuidado para sus hijos. Porque las mujeres viven una violencia institucional y familiar.
Hay poco compromiso del Estado con la mujer. Cuando fui ministra de la mujer intentamos elevar el presupuesto que se destina al ministerio de la mujer, porque discursivamente estás comprometido, pero no se evidencia en mayores recursos: no vas a poder enfrentar problemas tan graves como el feminicidio.
La violencia intrafamiliar va en un 90 por ciento, hay una tarea enorme, lamentablemente el estado no llega a tiempo, siempre acude cuando ya ocurrió un feminicidio. A veces se pueden evitar, pero en las comisarías o en centros de policías desprecian a las mujeres, solo le dicen arréglate con tu esposo.
En 30 años de neoliberalismo el Estado se desentendió de todo, lo que hizo fue tercerizar los servicios, viene una iglesia que quiere atender a las mujeres maltratadas, les dan licencia. El Estado nunca diseñó una política incluyente para las mujeres.
-¿Por qué en seis años Perú ha tenido seis presidentes?
-De los seis presidentes que hemos tenido, solo dos fueron elegidos por voto popular, el resto fue una maniobra en el parlamento, que quita y pone por componendas antidemocráticas. El pueblo no eligió a los demás presidentes. La movilización en contra de Dina Boluarte es porque la gente no tolera la manipulación del parlamento.
Por eso vamos por una constituyente donde definamos el modelo que queremos tener. A lo mejor deciden un régimen parlamentarista, pero no vamos a seguir con esta farsa que tenemos, donde un presidente no puede hacer nada porque el parlamento lo saca de forma antidemocrática.
La derecha tiene una ley para contener el poder sin ganar una elección, es lo que le indigna a la población. Están gobernando de facto, persiguiendo y penalizando a quienes sí ganaron las elecciones. Esta democracia ya no es democracia.
Pedro Castillo llegó al poder con una correlación de fuerza débil desde su candidatura porque viene de abajo. Muchos no la vimos venir, el presidente Castillo tuvo dificultades para cohesionar un equipo de gobierno más estratégico, desde su candidatura se veía débil porque no cuenta con una mayoría parlamentaria. Faltaron medidas para llevar a cabo las reformas que se tenía que implementar, así como organizar más el respaldo popular.
Hubo lentitud para hacer cambios a la defensiva, porque la derecha no te perdona nada y no se aprovechó el momento.
La tarde del 7 de diciembre de 2022 se iba a votar la tercera moción de vacancia. Esto llevó al presidente Castillo a anunciar la disolución del Congreso, y este momento lo aprovecha la derecha en el parlamento para deponerlo.
La misma Dina Boluarte venían conspirando para dar el golpe de Estado a Castillo, le urgía quedarse en el poder.
-¿Fue un error del presidente Castillo?
-No fue un error: fue una decisión que el presidente tomó un poco precipitado. Él había evaluado, deliberó y midió su correlación de fuerzas.
-¿Te consultó?
-No. Si me hubiera consultado le hubiera dicho que esperemos y veamos que otras posibilidades nos quedan. Con qué organización contamos para que no lo golpearan políticamente, ahora él está en la cárcel.
El acoso de la prensa hacia los disidentes sube en espiral, a pesar que compartieron el gabinete con Dina Boluarte en el gobierno de Castillo. Sin embargo, los medios de comunicación los estigmatizan como terroristas.
-¿Usted cree que el presidente de México logre asilar al presidente Castillo?
-La verdad lo veo complicado, la derecha peruana es muy vengativa, no es como las otras derechas pragmáticas que para liberarse de un conflicto los dejan salir del país.
Hay una actitud aleccionadora con el pueblo: ‘si ustedes buscan la presidencia les va a pasar lo mismo que a este cholo, indio y campesino’. Va a estar preso porque el afán es exhibirlo como presidente derrocado. La derecha está indignada porque el pueblo eligió a un profesor rural como presidente.
¿Por qué no es lo mismo con el arresto de Alan García? Él tuvo detención domiciliaria gracias a sus arreglos y porque es parte de la clase política de Lima; a Castillo lo encarcelan porque no es como ellos y lo hacen por el delito de rebelión y lo pone en la cárcel.
Quizás la correlación de fuerzas pueda cambiar más adelante, lo que sí veo muy probable es la iniciativa de Andrés Manuel, de Petro, y de Xiomara de insistir para que haya garantías en Perú, que se puedan involucrar instancias internacionales como la Organización de Naciones Unidad para que tengan un rol más activo; de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que por cierto ha sido bastante tibia en este conflicto.
-El gobierno de Perú declaró no grato al gobierno mexicano ¿México es injerencista?
-No. Lo dicen por la desesperación ante el aislamiento del gobierno actual de Perú. Hay que saludar que el presidente Andrés Manuel fue el primero que dijo que el gobierno de Perú es ilegítimo. El pueblo eligió un presidente y no vamos a reconocer a otro gobierno. [Con esto] expresan una posición de desesperación por el aislamiento, están aislados por sus intereses particulares, los empresarios, la derecha, le están apostando a estabilizar un poco para conservar el poder y desgastar al movimiento social.
Hicieron lo mismo con el presidente de Colombia, Gustavo Petro, al expulsar al embajador de ese país del país andino. También la presidenta de Honduras, Xiomara Castro; y el ex presidente de Bolivia, Evo Morales están en la lista de personas non gratas.
La preocupación de los empresarios es porque está parado el corredor minero hace casi dos meses y la ruta panamericana empezó a perder dinero.
“Por eso les preocupa la situación, hasta ahora no sabemos, si Boluarte se quedará más tiempo, puede que quieran poner otra pieza”.
Ellos confían en el respaldo de Estados Unidos, país incondicional a sus intereses. Pero hay una clara disputa entre los grupos de poder económico para preservar el modelo, lo más fácil es sacrificar a Dina Boluarte, van a poner otro presidente, pero no van a dejar que llegue otro gobierno popular.
-¿Qué sigue ahora?
-La movilización nacional continua hasta ahora, más politizada porque hay una conciencia política muy importante, antes no lo habíamos visto, como en las últimas décadas del 2000.
Quizá la lucha contra el fujimorismo no tuvo esa contundencia y esa claridad política de las organizaciones sociales campesinas indígenas. Ahora, los frentes de defensa regional salieron con una plataforma más clara.
Se ve una lucha más coyuntural: que renuncie Dina Boluarte, que se cierre el congreso, que liberen al presidente Castillo. Pero también hay una demanda de fondo que es la nueva Constitución, no queremos ir a votar por un presidente para que lo quiten después, queremos una nueva constitución.
–¿Una nueva constitución?
La disputa está abierta, antes era una demanda de ciertos grupos, de los intelectuales, académicos: ahora es la población la que la está levantando la voz como una salida a una crisis tan profunda en Perú.
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona