13 marzo, 2023
La protesta que inició desde el pasado 10 de marzo ha escalado a todas las unidades de la Universidad Autónoma Metropolitana. El conflicto, lejos de resolverse, se ha agravado, pues más denuncias han salido a flote.
Texto: Isabel Briseño y Alejandro Ruiz
Fotos: Rogelio Morales / Cuartoscuro
Actualización 17 de marzo del 2023. El Consejo Divisional de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Cuajimalpa resolvió de manera unánime sancionar al alumno señalado por abuso sexual con la expulsión de la Casa de estudios.
La UAM informó que reconoce como legítimas las movilizaciones de las estudiantes. Aseguró que no habrá represalias por las huelgas. Se comprometió a fortalecer los procesos del protocolo en casos de violencia de género.
CIUDAD DE MÉXICO. – El pasado 10 de marzo las alumnas de la unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) estallaron un paro en su escuela. El motivo, expresaron en un comunicado, fue la resolución que las autoridades de la institución emitieron ante un caso de violación de una de sus estudiantes. El agresor es un alumno del mismo plantel de la víctima.
La resolución, emitida el 8 de marzo, fue revictimizante, acusaron, y dejó en impunidad al agresor. También se hizo, contradictoriamente, el día internacional contra la violencia hacia la mujer.
La respuesta de las autoridades universitarias causó indignación entre las estudiantes. Ante esto, las alumnas del resto de las unidades de la UAM llamaron a asambleas extraordinarias. Su objetivo fue acordar acciones de apoyo a sus compañeras de Cuajimalpa.
El resultado: un paro indefinido en todas las unidades de la UAM, que hasta el día de hoy sigue en pie. Un hecho inédito en esta Universidad.
Al llamado también se han solidarizado académicas y trabajadoras, así como alumnos y profesores que respaldan las decisiones de sus compañeras.
Sin embargo, a través de redes sociales, las mujeres que sostienen el paro han denunciado actos de intimidación por parte de otros trabajadores, docentes y alumnos. Estos hombres han acudido a las instalaciones tomadas para exigirles que abran las escuelas.
Hasta el día de hoy, en asambleas, la comunidad universitaria ya elaboró los pliegos petitorios de cada unidad de la UAM. Estos documentos ya se entregaron a las autoridades universitarias, quienes están emplazadas para iniciar mesas de negociación para resolver las demandas.
No obstante, días atrás, la rectoría de la UAM emitió un mensaje en donde afirmó que no negociaría nada hasta que las instalaciones se liberaran. La respuesta de las estudiantes fue negativa, pues una de sus condiciones para reanudar las clases es que se resuelvan sus demandas.
Después, la Universidad emitió otro comunicado. Ahí, reconoce las violencias de género al interior de sus espacios, y se compromete a tomar acciones al respecto. También hizo un llamado a fortalecer la “Cultura de la Paz” en la UAM.
Sin embargo, el pliego petitorio de las alumnas que tienen tomadas las instalaciones de la UAM no se había entregado. Esto pasó hasta el lunes 13 de marzo.
De acuerdo a los pliegos petitorios*, las demandas que piden las alumnas son las siguientes:
1.Reconsiderar e investigar la resolución que hizo el Consejo Divisional de Ciencias Sociales y Humanidades de la UAM Cuajimalpa sobre el caso de violación denunciado. También piden la renuncia de todos los responsables del dictamen, y en especial la de la secretaria del Consejo.
2.Reestructurar y fortalecer las instancias internas para la resolución de casos de violencia de género al interior de las escuelas.
3.La capacitación en materia de género a las autoridades responsables de dar seguimiento a las denuncias.
4.Homogenizar la normativa interna en casos de violencia de género, lo que implicará establecer sanciones claras a quienes cometan agresiones sexuales o de género, así como establecer medidas cautelares contundentes para asegurar la no repetición y seguridad de las víctimas.
5.Un pronunciamiento público por parte de las autoridades universitarias donde reconozca la negligencia con la que procedieron ante la denuncia por violación.
6.Que no se tomen represalias en contra de las alumnas paristas y de quienes apoyan su lucha.
Este caso en particular pone en evidencia una dinámica de violencias al interior de la UAM, las cuales han sido documentadas previamente por Pie de Página, y que no solamente trastocan a alumnas, sino a trabajadoras y docentes de esa institución.
Durante el paro, las alumnas de las distintas unidades de la UAM han recibido denuncias de otros casos de violencia de género y sexual al interior de su escuela. Los victimarios han sido docentes, trabajadores y administrativos.
Al respecto, Pie de Página platicó con Samanta, una ex trabajadora que denunció violencias en su contra por parte de la UAM, y que a la vez es madre de una estudiante de esa escuela. Su hija, denuncia, también ha sufrido represalias por la denuncia que ella impulsó. Por eso decide omitir su nombre.
–¿Qué te ha contado tu hija sobre el paro? ¿Se han enterado de más casos?
– Sí, con esto ya han salido muchos casos. Es tanto lo que ha salido que ahorita justamente estaba viendo que ya abrieron un canal en cada unidad, de estudiantes, en Facebook, para que puedan tener registro de todo lo que está saliendo. Que ya han tenido casos similares y que la UAM les hace lo mismo. En eso están los temas de los diferentes planteles que están tratando de captar y tener control, porque es mucho, son muchas mujeres denunciando y que han sido violentadas.
–A partir de lo que pasó en tu caso, ¿qué piensas del valor que le da la UAM a la seguridad de las mujeres en la institución?
––Es nulo, no les importamos, somos molestia. Las mujeres ahí: alumnas, trabajadoras, son objetos, y son molestos. Tan solo en el lenguaje que se emplea cuando denuncias, de la forma en que la UAM se dirige hacia nosotras es revictimizante y violento. No escuchan.
–¿Qué le dirías a la comunidad?
– Yo soy madre de una estudiante, y yo también sufrí violencia por la UAM. Ahorita es momento de acuerpar a las hijas, de acuerpar a las víctimas. Si las estudiantes no quieren dar sus nombres es porque ya están hartas de tanta agresión, que las acuerpen las madres, que las dejen estar en el paro, que les den alimentos. Hay que entender que si no lo hacen así [mediante un paro] la UAM pasa sobre la gente. Hay que acuerparlas.
Del mismo modo, hablamos con una docente de la UAM que pidió el anonimato por temor a represalias, y porque “las protagonistas de esto son las estudiantes: nosotras solo acompañamos, aunque la lucha es compartida”.
Para ella, el paro de las estudiantes se sitúa en el contexto de violencia generalizada hacia las mujeres en nuestro país:
–El paro es un reflejo del panorama general del país, donde el principal problema es la violencia hacia la mujer, y aquí vemos cómo permea en las universidades. Lo que pasa en la UAM no es el primer caso, y no es la primera vez que ocurre un paro en una escuela ante la violencia sexual y de género. Antes de la pandemia las tomas de la UNAM sentaron el precedente.
«Este es un acontecimiento histórico: es la primera vez que sucede en la UAM así de fuerte y de grande. Creo que es un buen momento para hacer el llamado a las autoridades de la Universidad a generar diálogo y tener escucha sensible a las demandas de las estudiantes. Como comunidad académica de profesoras feministas nos preocupa la seguridad de las estudiantes, que no sean agredidas, que no vaya a haber represalias, y sobre todo: que se escuchen sus peticiones”, concluye.
A la vez, un grupo de docentes de la UAM emitió un comunicado en solidaridad con el paro. Aquí lo reproducimos completo:
AL RECTOR GENERAL
A LOS RECTORES Y RECTORA DE UNIDAD
Las profesoras-investigadoras feministas abajo firmantes, miembros de las cinco unidades de la Universidad Autónoma Metropolitana, reconocemos y respaldamos las demandas legítimas de las alumnas derivadas por la atención y sanción de la violencia por razones de género, que dieron origen al paro en las cinco unidades. Sabemos que lo anterior responde a la expresión sistemática del continuum de la violencia que vivimos las mujeres y las personas de la diversidad sexual en las diferentes unidades de la UAM y en México, y que dolosamente afecta el derecho del alumnado al pleno acceso a la vida universitaria libre de violencia.
Por ello, hacemos un llamado para:
1) Atender las demandas de las alumnas en paro, reconociendo los errores institucionales – por acción u omisión–, desde una vocación transformadora y con perspectiva de género; desde la obligación constitucional de las instituciones de educación superior de prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia en razones de género. Y desde la solidaridad humanista y el compromiso social a los que nos debemos como docentes y decimos enseñar como universidad.
2) Garantizar urgentemente la seguridad de las alumnas que se encuentran al interior de las unidades, e informar oficialmente a la comunidad universitaria las estrategias institucionales que se tomarán para ello, y que resulten acordes al entorno de cada Unidad académica. Lo anterior para evitar incertidumbre, agresiones, temor e intimidación a las colectivas en paro.
3) Desarrollar un proceso de negociación bajo los criterios del debido proceso reforzado, en el que se valide la relevancia y legitimidad de las demandas de las alumnas.
4) Garantizar, bajo compromiso formal y escrito, que no se tomará ningún tipo de represalia ni se iniciarán procedimientos administrativos en contra del alumnado que participa en las legítimas movilizaciones.
La erradicación de la violencia requiere del acceso a la justicia con perspectiva de género y de derechos humanos. Sin justicia no hay paz. Como profesoras-investigadoras asumimos que el feminismo no es una teoría aislada, sino una praxis y un posicionamiento político, por ello, manifestamos nuestro reconocimiento a las demandas y necesidades expresadas por las alumnas.
Por una universidad libre de violencia contra las mujeres.
Por una universidad libre de violencia por razones de género.
Por una universidad sin impunidad ni simulación.
Atentamente
Paula Soto Villagrán, UAM Iztapalapa
Olga Sabido Ramos, UAM Azcapotzalco
Avril Arjona Luna, UAM Xochimilco
Raquel Güereca Torres, UAM Lerma
María Fernanda Vázquez Vela, UAM Cuajimalpa
Iris Rocío Santillán Ramírez, UAM Azcapotzalco
Merarit Viera, UAM Xochimilco
Edith Flores, UAM Xochimilco
Karina Ochoa Muñoz, UAM Azcapotzalco
Adriana Gómez Bonilla, UAM Iztapalapa
Carolina Peláez González, UAM Xochimilco
Eli Bartra, UAM Xochimilco
Mary Goldsmith, UAM Xochimilco
Estela Serret Bravo, UAM Azcapotzalco
Miriam Bertran Vila, UAM Xochimilco
Laura R. Valladares, UAM-Iztapalapa
Soledad Rojas Rajs, UAM Xochimilco
Edith Kuri Pineda. UAM-Xochimilco
Erica Sandoval, UAM Xochimilco
Addis Abeba Salinas Urbina, UAM Xochimilco
Rocío Romero Aguirre, UAM Azcapotzalco
Verónica Arroyo Pedroza, UAM Azcapotzalco
Ileana Diéguez, UAM Cuajimalpa
Ana Lau Jaiven, UAM-Xochimilco
Alejandra García Franco, UAM Cuajimalpa
Mariana Peimbert Torres, UAM Cuajimalpa
Eva Alcántara Zavala, UAM-Xochimilco
Eugenia Martìn Moreno, UAM-Xochimilco
Diana Fuentes, UAM-Xochimilco
Ángeles Sánchez Bringas, UAM-Xochimilco
Mónica Inés Cejas, UAM-Xochimilco
Verónica Rodríguez, UAM-Xochimilco
*El 13 de abril este medio realizó una modificación en el texto que cita las demandas de las paristas. Esto, a petición de una persona mencionada en el pliego petitorio de la UAM Cuajimalpa, quien específicamente solicitó no ser identificada.
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