30 enero, 2023
La Universidad Iberoamericana junto con la Coalición Internacional del Hábitat lanzaron una clínica jurídica para atender a personas desalojadas, sin seguridad legal sobre el inmueble en el que viven o cuya vivienda carece de condiciones de habitabilidad. Busca hacer frente a la crisis de vivienda de la ciudad provocada por la gentrificación y el aumento de las rentas
Texto: Arturo Contreras Camero
Foto: Armando Monroy /Archivo CUARTOSCURO.COM
CIUDAD DE MÉXICO.- Desde el 10 de enero, la Universidad Iberoamericana, junto con la Coalición Internacional del Hábitat (o HIC por sus siglas en inglés) abrió un espacio de apoyo legal para quienes hayan sido desalojados o que estén en peligro de que les corran de su vivienda, especialmente en un país donde la defensoría pública ha relegado estos temas al mercado, como lo ha hecho México.
La clínica tiene una doble función, según explica la maestra Daniela Sánchez Carro, su coordinadora. “No solo es una materia para los alumnos de la licenciatura en Derecho de la Ibero, a la vez es un espacio al que llegan personas con necesidades jurídicas; el trabajo de los alumnos es dar asesoría a esas personas, revisar sus casos, los expedientes, hacer trabajo de investigación y que ambas partes se complementen”.
Durante las últimas décadas tanto en la capital mexicana como en otras ciudades del mundo, un proceso de mercantilización y financiarización de la vivienda se ha apropiado de lo que debería ser un derecho humano para convertirlo en un bien para especular y generar ganancias, lo que diluye su esencia y función: dotar de un espacio seguro y privado para una persona o una familia.
La idea inicial para la creación de esta clínica empezó a formarse en octubre del 2022, después de que la Coalición Internacional del Hábitat recibiera a decenas de personas afectadas por las nuevas políticas de vivienda durante estos años. Sin embargo, HIC no tiene un espacio para atender casos como esos, que normalmente no son sencillos. Fue ahí donde entró la maestra Sánchez, quien ayudó a delinear la guía de estudios y la bibliografía sugerida. Meses después se pudo concretar la Clínica Jurídica sobre Derecho a la Vivienda María Luisa Marín
“La clínica tiene diferentes ejes de trabajo, de un lado está la formación de estudiantes, la documentación y hacer amicus curiae para los jueces (es decir, cartas con sugerencias jurídicas para dirimir sobre un tema). En México, antes, no había una clínica así en ninguna universidad, ni tampoco en ningún Instituto. Mientras que en otros países hay oficinas dedicadas a los derechos sociales, en México la formación de estos espacios se ha separado de la tarea del Estado, por lo que hay una urgencia para detener los muchos desalojos que están sucediendo en la ciudad, que son formas en las que se vulnera el derecho a la vivienda y esas violaciones se quedan como una neblina, y ahí, el derecho puede hacer algo”.
Explica la maestra Sánchez.
Estas violaciones, en las que los dueños de edificios o capitales de inversión desplazan a los habitantes de algunas colonias por el aumento de precios en la vivienda, no se atienden porque surgen del ámbito civil, entre dos particulares, pero tampoco hay mecanismos de apoyo institucional para hacerles frente.
“Por un lado tienes a los bancos, por otro, está el cartel inmobiliario y las constructoras. La clínica no va necesariamente en contra de ese cartel, sino de una gran diversidad de actores que durante los últimos años se han apoderado de la vivienda y la han malinterpretado, mientras que el Estado ha dejado que pase”, explica la maestra Sánchez Carro.
Esta clínica, sin embargo, no será la panacea. Según apunta su coordinadora aún faltan tareas importantes como mejorar la regulación y la participación por parte del Estado para garantizar el acceso a la vivienda. Mientras tanto, su tarea será escuchar a la gente, darle prioridad a sus problemas, retomar ese compromiso social y ayudar a incidir en favor de quienes más lo necesitan.
Periodista en constante búsqueda de la mejor manera de contar cada historia y así dar un servicio a la ciudadanía. Analizo bases de datos y hago gráficas; narro vivencias que dan sentido a nuestra realidad.
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona