2 septiembre, 2022
El colectivo de búsqueda Corazones sin Justicia, que fundó Rosario Lilián Rodríguez Barraza, dejará de trabajar tras el asesinato de su fundadora, por temor a sufrir más ataques
Texto: Scarlett Nordahl / #HastaEncontrarles y Josué David Piña / Revista Espejo*
SINALOA.- Tras el asesinato de la rastreadora Rosario Lilián Rodríguez Barraza, quien quería localizar a su hijo Fernando Abixahy Ramírez Rodríguez, el colectivo “Corazones sin Justicia” dejará de buscar a personas desaparecidas.
“No creo que vayamos a poder, ya no vamos a poder buscar a mi primo, eso fue un aviso. No creo que vayamos a poder seguir”, dijo Ana Karen Manjarrez Rodriguez, sobrina y miembro del colectivo que fundó su tía Rosario Lilián el 16 de octubre de 2019, el día cuando Fernando fue desaparecido.
El colectivo lo conforman tres familias, quienes buscan a 115 personas desaparecidas en todo Elota, un municipio silenciado por el crimen, el mismo que asesinó a Rosario Lilián la noche del 30 de agosto, cuando un grupo de hombres armados la subió a la fuerza a una camioneta para asesinarla a golpes y dejar su cuerpo sobre una avenida.
La sobrina de Rosario Lilián contó que en el colectivo sentían la muerte de cerca. Ya eran varias amenazas y atentados contra la familia de la rastreadora. Les enviaban mensajes, rociaron su casa con gasolina, les robaron una camioneta y se las devolvieron al siguiente día.
Incluso, la misma Policía Municipal de Elota se le acercó a la mujer durante una búsqueda y ahí un civil que iba con ellos le cuestionó el porqué seguía buscando.
“Nosotros creíamos que tarde o temprano iba a pasar algo, pero no pensamos que fuera a llegar a tanto. Nada más pensábamos que nos iban a dar una regañada, un susto o algo por el estilo”.
Ana Karen.
A Rosario Lilián la privaron de su libertad y las policías no la buscaron, ni las de Elota ni las de Sinaloa pese al reporte urgente de uno de sus hijos. Horas después la asesinaron.
Era una familia de jornaleros cortadores de chiles en La Cruz, trabajadores que usualmente son explotados un día sí y otro también por patrones que presumen la “grandeza del campo sinaloense”.
En este mismo lugar, donde se siembra y cosecha chile, también entierran a personas desaparecidas, pero en fosas clandestinas que eran rastreadas por el colectivo que fundó Rosario Lilián. Apenas el 24 de junio habían desenterrado cinco cuerpos en Elota.
La señora Rosario, desde que inició labores de búsqueda, pidió apoyo gubernamental, pero no lo obtuvo. Las salidas a los campos se hicieron posibles por donativos de empresas locales que les brindaron herramientas y bebidas para que pudieran continuar con sus labores de rastreo.
En su andar, la mujer logró localizar cinco cuerpos y pudo ayudar para que se entregaran a sus familias, una “suerte” que buscó pero no pudo lograr para sí misma.
“Su sueño era encontrarlo como estuviera, meterlo a una cajita y desaparecer de Elota…pero le ganaron”, lamentó la sobrina de Rosario Lilián.
Ahora el colectivo que fundó esta mujer dejará de trabajar por temor a sufrir más ataques.
Al mediodía del 1 de septiembre, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, llegó a la casa de la familia de Rosario Lilian. Fue a dar su pésame y escuchar las demandas del colectivo.
Solo hubo una petición: que les devolvieran a Fernando.
“Su mayor demanda de ellos es que el responsable que está en la cárcel en San Luis Colorado, se busca que diga dónde está el muchachito que le levantaron, le desaparecieron a Chayito, lo más pronto posible. Nosotros vamos a procurar eso, que nos diga, dónde está”, dijo el gobernador al salir de la casa donde velaban el cuerpo.
Rosario Lilián informó a la Fiscalía General de Sinaloa que el perpetrador de la desaparición de su hijo está detenido en San Luis Río Colorado, pero la institución respondió no tener jurisdicción en ese estado y tampoco del detenido.
Ahora la Fiscalía General ya cuenta con una carpeta de investigación ampliada, dijo el gobernador, por la desaparición de Fernando y el feminicidio de Rosario Lilián.
Integrantes del colectivo de búsqueda Sabuesas Guerreras y diversos ciudadanos se manifestaron en la catedral de Culiacán como solidaridad por el asesinato de la activista Rosario Lilian en el municipio de Elota.
La víctima también era una madre buscadora y formaba parte del colectivo Corazones sin Justicia. La mujer fue privada de su libertad cuando recién salía de una misa dedicada a su hijo el día de ayer, desaparecido desde 2019.
El cuerpo de Rosario fue encontrado horas después en la avenida Manuel Pilar Abraham, a la altura del puente vado, en la colonia Víctor Manuel Quintero, en la cabecera municipal de Elota.
Por este motivo, la tarde de este miércoles compañeras de Culiacán exigieron justicia por su asesinato, pidiendo a las autoridades que los responsables de este crimen no queden impunes.
Al grito de “Ni una más”, las manifestantes mostraron su indignación levantando cartulinas con consignas alusivas a las desapariciones en Sinaloa.
“Exigimos presenten a los asesinos de Rosario Lilian Rodríguez”, se leía en una de las cartulinas, “Protección para rastreadoras. Seguimos buscando hasta encontrarles”, decía otra sostenida por una ciudadana inconforme.
Luego de atender a los medios de comunicación y emitir su posicionamiento las manifestantes optaron por bloquear la circulación de la avenida Álvaro Obregón por momentos, generando el malestar de algunos automovilistas y ocasionando que unos cuantos les gritaran que se movieran.
Por lapsos de tres semáforos en color verde para impedir el tránsito en signo de protesta, las integrantes del colectivo de rastreadoras gritaron justicia una y otra vez, al mismo tiempo que exigían el esclarecimiento del asesinato de Rosario Lilian.
Apenas un día antes las mismas manifestantes se habían concentrado también en la principal plaza pública de Culiacán con motivo del Día Internacional de las Víctimas por Desaparición Forzada.
Cabe destacar que Rosario Lilian previamente había sido amenazada de muerte relacionado a la búsqueda de su hijo desaparecido; María Isabel Cruz Bernal, presidenta del colectivo Sabuesos Guerreras dio a conocer que ellas también han sufrido este tipo de hostigamiento, reprochando que no quisieran ser la próxima.
“A mí me han querido levantar, me han llamado por teléfono; he tenido tres atentados físicamente. Yo tengo demandas, denuncias, estoy protegida por el mecanismo federal, pero eso no me hace sentir segura, yo sé que cuando me toque me va tocar”, lamentó.
Sobre el asesinato de Rosario Lilian, el gobernador Rubén Rocha Moya informó que en la mesa de seguridad se tomarán medidas para que se lleve a cabo una investigación a fondo para dar con los culpables.
“Mi solidaridad para sus seres queridos y para los colectivos de personas buscadoras y buscadores de sus familiares”, publicó hace unas horas en su cuenta de Twitter.
*Este material fue realizado por REVISTA ESPEJO, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.
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