Es una irresponsabilidad ética el considerar a la viruela símica una enfermedad menor, aun cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) la declaró desde julio como una emergencia sanitaria mundial.
Twitter: @EvoletAceves
Desde el mes de junio en Estados Unidos se puede tener acceso a la vacuna JYNNEOS, recomendada para personas con alta exposición a contraer la viruela del mono y para personas que han estado expuestas a la misma.
A inicios de octubre llamé por teléfono al Departamento de Salud de Nuevo México, agendé mi cita vía telefónica, me hicieron preguntas, “pueden resultar preguntas muy personales”, me advirtieron. Al día siguiente, me llegó un correo electrónico para confirmar la fecha de mi cita, a la que acudí días después.
En este momento estoy en espera de mi segunda dosis, la cual obtendré a inicios de noviembre. El hecho de radicar en Estados Unidos me facilitó el acceso a la vacuna, pero en México la situación no es tan favorable.
La Secretaría de Salud confirmó que, al 17 de octubre del presente año, hay 2,468 casos de la viruela del mono en México, en todos los estados, siendo la Ciudad de México, Guadalajara y El Estado de México, las tres entidades federativas mayormente afectadas.
El número va en aumento y, aunque la viruela del mono es considerablemente más frecuente entre hombres que tienen sexo con hombres, el virus no se contagia exclusivamente para esta población, explica la organización Centers for Disease Control and Prevention (CDC).
Las personas más vulnerables a contraer la viruela símica son hombres gays, bisexuales y hombres que tienen sexo con otros hombres. Esta es la población es a la que, de manera prioritaria, se le debe atender. Se necesita urgentemente una respuesta de la Secretaría de Salud para detener la propagación del virus.
El gobierno de México se ha mantenido silencioso respecto de tomar medidas factuales para la prevención del contagio. El Consejo Nacional para la Prevención y Control del Sida (Censida) recomienda hacer uso de preservativos, mientras el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, infiere que no es una enfermedad a la que se le adjudiquen altas tasas de mortalidad. Es decir: bienvenida sea la viruela del mono a México.
Las personas afectadas por el virus del mono no piensan igual, han demostrado ser víctimas de discriminación laboral, y quedan automáticamente vulneradas y relegadas por dicha enfermedad. Peor aún, la segregación a la que se exponen puede hacer a las personas contagiadas o a quienes han estado expuestas al contagio, no tomar las medidas correspondientes, no hablarlo con tal de no sufrir las consecuencias sistemáticas. Y no se les puede culpar porque el problema no está en ellos, sino en el sistema de salud que propicia estas violencias.
El Ministro de Salud de Perú, por otro lado, también con fecha corte de 17 de octubre, informó que en dicho país contaban con 2,913 casos confirmados de la viruela símica, todos ya en tratamiento, y otros 2,468 casos dados de alta. Perú pidió un total de 9,800 dosis de la vacuna, la mitad llegó el 19 de octubre, la otra mitad se espera a mediados de noviembre.
Chile, que cuenta con menos de la mitad de contagios que en México —1,903 contagios al 13 de octubre—, ya recibió las primeras dosis y ya comenzó su campaña de vacunación.
Además de Perú y Chile, entre algunos países de Latinoamérica que ya recibieron los lotes de vacuna, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), están Argentina, Brasil, Colombia, y Uruguay. Otros países que ya las recibieron o están por recibirlas, son Bahamas, Belice, Ecuador, El Salvador, Guaymas, Honduras, Jamaica, Panamá y Trinidad y Tobago. México no. México recomienda usar condón y acudir a los centros de salud si se tienen síntomas.
Es una irresponsabilidad ética el considerar a la viruela símica una enfermedad menor, aun cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) la declaró desde julio como una emergencia sanitaria mundial.
Las consecuencias tienen agravantes que impactan en las vidas de quienes resultan contagiados. Aunque no se diga abiertamente, el hecho de que la Secretaría de Salud no compre ni un solo lote de vacunas, tiene un mensaje entre líneas dirigido particularmente hacia la población más afectada, los hombres que tienen sexo con otros hombres: “no me importa si te contagias, si te contagias es tu culpa”. Y algo más, es una declaración punitiva profundamente conservadora y puritanista. El gobierno mexicano pareciera querer castigar a los sodomitas.
Por ética y contingencia sanitaria, urge que desde la Secretaría de Salud se soliciten los lotes correspondientes de la vacuna. No son suficientes las recomendaciones del uso del preservativo. El gobierno mexicano es el único que, a pesar de tener en frente las crecientes y evidentes cifras de contagios de viruela símica, decide continuar sin hacer nada, metiéndose en la boca del lobo, rezando para que las cifras no crezcan.
Évolet Aceves escribe poesía, cuento, novela, ensayo, crónica y entrevistas a personajes del mundo cultural. Además de escritora, es psicóloga, periodista cultural y fotógrafa. Estudió en México y Polonia. Autora de Tapizado corazón de orquídeas negras (Tusquets, 2023), forma parte de la antología Monstrua (UNAM, 2022). Desde 2022 escribe su columna Jardín de Espejos en Pie de Página. Ha colaborado en revistas, semanarios y suplementos culturales, como: Pie de Página, Nexos, Replicante, La Lengua de Sor Juana, Praxis, El Cultural (La Razón), Este País, entre otros. Fue galardonada en el Certamen de ensayo Jesús Reyes Heroles (Universidad Veracruzana y Revista Praxis, 2021). Ha realizado dos exposiciones fotográficas individuales. Trabajó en Capgemini, Amazon y Microsoft. Actualmente estudia un posgrado en la Universidad de Nuevo México (Albuquerque, Estados Unidos), donde radica. Esteta y transfeminista.
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