La violencia sufrida por la periodista Gabriela Pablos Saucedo se encuentra en etapa de admisibilidad en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Es urgente detener esta forma de violencia, desgarradoramente común en nuestro país
Por Lydiette Carrión / X: @lydicar
En México, existe la creencia de que cuando una pareja se separa y se va a juicio lo más común es que “le dejen” los hijos a ella. Esto no es precisamente así. En efecto, es más común que las mujeres se queden con la custodia de las hijas e hijos; pero en general los padres no suelen exigirla. En cambio, lo que sí hay es una constante batalla para que estos depositen la pensión alimenticia que por ley merecen sus hijos. Pero además hay otro fenómeno, es hasta cierto punto común que los padres que así lo desean, ejerzan violencia vicaria arrebatando a sus hijos. Esto es, ya sea por medio de corrupción, fabricación de delitos, impidan que su exparejas no sólo tengan la custodia, sino incluso no puedan ver a sus hijas e hijos.
Y en muchas ocasiones lo logran. Sobre todo si el padre tiene cierto poder o dinero. Las víctimas suelen ser mujeres de todos los estratos sociales, desde el entonces famosos caso de Maude Versini quien fuera esposa del ex gobernador del Estado de México, Arturo Montiel.
La francesa no pudo ni siquiera ver a sus hijos durante tres años, a pesar de que incluso la Interpol conoció el caso. La violencia que Montiel ejerció contra su esposa e hijos –tanto madre como hijos sufren daños irreparables– incluso llegó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en su momento. Sólo así pudo Versini ver a sus hijos.
Y ahora hay nuevos casos de violencia vicaria que tienen lugar en nuestro país, permitidos por el sistema de justicia mexicano, que llegan a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Gabriela es una periodista y defensora de derechos humanos de las mujeres. Ha sufrido violencia vicaria por parte de dos exparejas. Actualmente su caso, que es llevado en instancias internacionales por la Red Solidaria Década Contra la Impunidad, se encuentra en la Etapa de Admisibilidad
El Estado mexicano tiene tres meses, prorrogable si fuese necesario hasta un máximo de cuatro meses, para que presente sus observaciones.
En 2019, Gabriela Pablos Saucedo se separó de su primera pareja, Óscar, con quien tuvo un hijo en Sinaloa. Tras su divorcio, Gabriela y su primer hijo se mudaron a la Ciudad de México, con acuerdo de su expareja. En 2020, Gabriela comenzó otra relación y tuvo un segundo hijo con su pareja en ese momento, Michel. Sin embargo, cuando el nuevo bebé tenía apenas siete meses, Gaudeaux separó al niño de su madre y presentó una demanda de controversia familiar. Al mismo tiempo –y probablemente en contubernio, sospechan– su primer expareja la demandó y solicitó la custodia de su primer hijo.
Hasta la fecha, Gabriela no ha podido ver a su segundo hijo, y no hay semana en la que el padre del niño no meta controversia legal.
La violencia vicaria, como inicié, es más común de lo que creemos. Y usualmente –siempre hay excepciones, por supuesto– es cometida por los hombres contra las mujeres. Es probablemente una de las violencias más devastadoras, en las que además hay cabida para cometer mucha más violencia contra las hijas e hijos, que quedan desamparados en manos de personas que ya han probado su crueldad.
Lydiette Carrión Soy periodista. Si no lo fuera,me gustaría recorrer bosques reales e imaginarios. Me interesan las historias que cambian a quien las vive y a quien las lee. Autora de “La fosa de agua” (debate 2018).
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