Hace unos años, algunas personas de nacionalidad colombiana fincaron en México el negocio de los préstamos gota a gota, es decir, préstamos exprés de particular a particular con altas tasas de interés. Actualmente, denuncian personas cercanas, el crimen organizado mexicano está apoderándose de este negocio
Twitter: @lydicar
En los últimos diez años el panorama de la migración cambió, y con ellos también cambió a su vez el aspecto de muchos barrios populares en la Ciudad de México y el Área metropolitana. Llegó una oleada de personas de nacionalidad colombiana que, como muchos más de países como Venezuela, Honduras, El Salvador, vienen buscando una mejor vida.
A los jóvenes los enganchan desde Colombia y son víctimas de tráfico de personas y trata. Como han narrado otros reportajes, algunos jóvenes apenas llegan al territorio ya tienen una deuda y deben trabajar para algún grupo criminal. Sin embargo, muchos otros logran hacerse poco a poco una vida mas o menos estable y más o menos normal. Insisto en ello, porque, al hablar de violencia y delincuencia organizada, las personas tendemos a estigmatizar. Y no se trata de esto.
Volviendo al tema: fue así que en las colonias entre los límites de Ecatepec y Tecámac, se ha asentado una comunidad colombiana. Muchos de ellos, al igual que los mexicanos que viven en aquellas ciudades dormitorio, trabajan a diario en el centro de la ciudad. Y ese corredor: centro histórico–Estado de México–Ecatepec, es también desde hace años una zona de influencia de la Unión Tepito. Resulta que en los últimos meses, esta comunidad colombiana ha sufrido diversos eventos: desde arrestos, secuestros y desapariciones, hasta hostigamiento contra mujeres y jóvenes madres que nada tienen qué ver.
Fuentes cercanas a las autoridades en el Estado de México aseguran que el problema de fondo es que si bien al inicio el negocio del “gota a gota” caía sobre todo en manos colombianas, ahora las bandas mexicanas quieren tomar completo control del asunto, y están expulsando no sólo a los que se dedican a la usura, sino a familias completas. Es decir, hay un nuevo proceso de expansión de poder por parte de los grupos mexicanos. Se trata de aquellos que operan en el área metropolitana y el centro histórico de la ciudad de México. Quieren expulsar el factor colombiano (por decirlo de algún modo) y hacerse de otra actividad irregular que ha probado ser redituable.
Y es que, en México las personas más vulnerables por supuesto que no pueden acceder a créditos en el banco. Así que son presas fáciles de la usura por particulares. Es muy probable también que algunas personas endeudadas y amenazadas hayan pactado con algún grupo contrario, generando así un cambio en las fuerzas.
Lydiette Carrión Soy periodista. Si no lo fuera,me gustaría recorrer bosques reales e imaginarios. Me interesan las historias que cambian a quien las vive y a quien las lee. Autora de “La fosa de agua” (debate 2018).
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